Museo EMT: un paseo por la historia de Madrid en autobús


ABC.es

  • La cochera de la empresa de transporte público inaugura su museo con ejemplares de hace más de 60 años
 Autobuses de época guardados en la cochera del Taller Central de la EMT, junto a la Castellana - MAYA BALANYÁ

Autobuses de época guardados en la cochera del Taller Central de la EMT, junto a la Castellana – MAYA BALANYÁ

Hay lugares de Madrid que trasladan a otra época. Que remontan a la infancia a través de elementos que formaron parte de la vida cotidiana. Uno de esos lugares es la cochera de la Empresa Madrileña de Transportes EMT, en la que descansan 28 ejemplares de autobuses urbanos que circularon por las calles de la capital hace 70 años.

Esta semana se inaugura el Museo EMT, que abre sus puertas todos los sábados por la mañana para que, mediante cita previa, cualquiera pueda visitar estas piezas de coleccionista. Además, hasta el 12 de junio, la empresa ofrece visitas guiadas y como colofón de la jornada de estreno, saca sus autobuses al paseo del Prado para exhibirlos allí junto a documentos que reflejan la historia del transporte público de Madrid.

Este museo, ubicado en la nave del antiguo Taller Central de EMT (calle Mauricio Legendre, 38), constituye todo un recorrido de la historia del transporte público desde la posguerra hasta la edad contemporánea. Entre andenes se puede incluso descubrir matices históricos, como la primera referencia de un servicio regular de transporte, registrada en 1947: «Diligencia de los Caravancheles (sic): salen dos veces al día, ocho de la tarde y una de la tarde, calle Toledo».

Interior de uno de los autobuses de exposición en el Museo de la EMT- MAYA BALANYA

Interior de uno de los autobuses de exposición en el Museo de la EMT- MAYA BALANYA

Guillermo Deike, coordinador de este museo, explica algunas de las joyas de la familia, como el Pegaso 6050, «el primer autobús rojo» que llegaba a la capital, en la década de los 70 y con sillones acolchados. Además, Deike revela que algunos de los modelos que allí se exponen fueron trasladados desde Tarragona, Orense, Valladolid o Cullera, ya que «fueron autobuses cedidos por la empresa a estas ciudades que luego se recuperaron». También es posible encontrar el primer autobús articulado, el primero de motor eléctrico y contaminación cero o los más pioneros; de color blanco y azul y de uno y dos pisos. E, incluso, uno de los empleados por los Servicios de Emergencia SAMUR.

Pero no solo este tipo de automóvil recuerda a otros tiempos; una sala adjunta a la cuna de los autobuses recoge elementos únicos de este entorno, como las hojas de ruta y tarifas de algunas líneas de los años 1923, 1936 o 1940.

Carteles que en su día tuvieron su espacio en las antiguas calles madrileñas, muestras de los asientos que han ido sustituyéndose con el paso del tiempo o la recreación de la Secretaría General de la EMT de época, con teléfono de rueda y máquina de escribir, son algunos de los encantos de este espacio lleno de nostalgia y recuerdos sobre ruedas.

Más información sobre la reserva de entradas al Museo y los recorridos por Madrid en la página web de la EMT.

Autobús de dos plantas, modelo «Guy», de 1948 con publicidad de la época- MAYA BALANYA

Autobús de dos plantas, modelo «Guy», de 1948 con publicidad de la época- MAYA BALANYA

 

Francia recibe la exposición «Revelación de un tiempo sin fin»


INAH

*** La exposición llega al Museo de quai Branly, en la ciudad de París, donde será inaugura este 6 de octubre y permanecerá hasta febrero de 2015

*** La muestra ha sido admirada por 435 mil 470 personas en las ciudades de México y Sao Paulo

Recibe Francia la muestra Mayas

La magna exposición mexicana “Mayas. Revelación de un tiempo sin fin” fue inaugurada el día de hoy en Francia, en el Museo de quai Branly, donde permanecerá hasta febrero de 2015.

Precedida de un notable éxito de público, admirada por 435 mil 470 personas en las dos sedes donde se ha presentado de las ciudades de México y Sao Paulo, la exposición Mayas. Revelación de un tiempo sin fin llega al Museo de quai Branly, en París, Francia, donde será inaugurada este 6 de octubre y permanecerá hasta febrero de 2015.

La apertura de la muestra en el recinto parisino, compuesta por 385 piezas, ha generado gran expectativa entre el público, que tradicionalmente ha manifestado un amplio interés por las culturas mesoamericanas y, en particular, la maya.

Integran la colección urnas, incensarios, cerámica, estelas, dinteles y máscaras funerarias de jade, así como piezas inéditas, procedentes de hallazgos recientes, entre ellas dos entierros con sus ofrendas, encontrados en Balamkú y la isla de Jaina, en el estado de Campeche.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la exposición presenta un amplio recorrido de más de tres mil años de historia de los mayas, cuya propuesta museográfica le ha permitido itinerar por diversos espacios.

Asimismo, ofrece la oportunidad de ver piezas únicas reunidas por primera vez, resaltando sus cualidades estéticas y su significado histórico. Las obras representativas de toda el área maya reflejan la capacidad creadora, la sensibilidad estética y la perfección técnica lograda por los mayas.

Entre las piezas más relevantes está el Tablero del trono del Templo XXI de Palenque, del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), que muestra a cinco personajes que realizan una ceremonia de autosacrificio. Al centro está el famoso gobernante K’inich Janahb Pakal, quien ofrece una espina de raya a su nieto, y otros personajes de la élite maya. También destaca un conjunto de bloques glíficos que relatan varios acontecimientos.

El hombre y la naturaleza es el primer núcleo temático, en el que se aborda la importancia que tuvieron la flora y la fauna en el mundo indígena prehispánico. Algunas plantas, fundamentalmente el maíz, estuvieron ligadas a la sustancia de la que fueron formados los seres humanos. Los animales eran considerados hermanos de los hombres, por lo que existen múltiples representaciones de vegetales y animales, y de seres humanos vinculados con ellos.

Comunidad humana y vida cotidiana es el segundo apartado en el que se muestran diversos aspectos de la sociedad maya, con énfasis en las ofrendas, la indumentaria, los ornamentos corporales y las costumbres alimenticias.

En el módulo El corazón de las ciudades se conjuntan elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos de áreas ceremoniales de algunas de las grandes urbes mayas, mostrando la diversidad de estilos.

En la cuarta sección, El hombre frente al tiempo y los astros, se exhiben inscripciones de tipo astronómico y calendárico en piedra y estuco, con sus lecturas epigráficas. Asimismo, se integran vasijas y otros objetos con representaciones cosmológicas. Un ejemplo es el Monumento 175 de Toniná, de piedra arenisca, que data del periodo Clásico Tardío, el cual registra una ceremonia alusiva al fuego realizada por el Gobernante 8 en la tumba del Gobernante 1 en la fecha 3 Manik’ 0 Muwaan, equivalente al 31 de octubre de 799 d.C. También muestra la escena de un prisionero.

El siguiente rubro, Las élites gobernantes y su historiografía, presenta a los mayas escribiendo su propia historia, sobre todo la de los gobernantes, a través de inscripciones jeroglíficas que dejaron plasmadas en estelas y otras piezas, y que gracias a los avances en la epigrafía, la mayor parte de estos textos ya se pueden leer.

De este modo, se presentan obras que revelan el ascenso al trono, hazañas guerreras, matrimonios, así como a los personajes religiosos y políticos, que al lado del gobernante supremo, estaban a la cabeza de cada Estado maya.

En Las fuerzas sagradas se explican las ideas religiosas, la veneración a los estratos cósmicos (cielo, tierra, inframundo) y las fuerzas naturales (sol, lluvia, relámpago), y la sacralidad de la vida expresada en figurillas de deidades femeninas y de dioses representados en cerámica, esculturas, urnas, incensarios, etc.

El hombre frente a los dioses: los ritos, es el séptimo núcleo temático que aborda la vida ritual, los mitos cosmogónicos y el culto a las deidades. Entre las piezas representativas de estas prácticas está el Disco de Chinkultik (marcador de juego de pelota de piedra caliza) que data del periodo Clásico Temprano (250-600 d.C.), donde está representado el gobernante Chinkultik con un gran tocado de plumas y flores.

En el último apartado, Entrar en el camino: ritos funerarios, exhibe piezas como urnas, cerámica, joyas, además de máscaras funerarias elaboradas en mosaico de jade, acompañadas de adornos de jade, de concha Spondylus y de otros materiales.

Entre los objetos exhibidos, destacan la Máscara con orejeras de Calakmul, la Máscara funeraria de Dzibanché y la Máscara del cinturón ceremonial de Pakal. En los entierros de los gobernantes, su cara era cubierta con una máscara de jade, material precioso, símbolo de poder, inmortalidad y fertilidad, que buscaba sustituir el rostro perecedero del muerto con un retrato perdurable para conservar su espíritu.

Mayas. Revelación de un tiempo sin fin se conforma de piezas procedentes de 20 museos mexicanos, entre ellos el Museo Nacional de Antropología, el Museo Regional de Chiapas, el Museo de Sitio de Palenque “Alberto Ruz Lhuillier”, el Museo de Sitio de Comalcalco, el Museo Maya de Cancún, el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón y el Museo Arqueológico de Campeche Fuerte de San Miguel.

El British Museum pierde fuelle


El Confidencial

  • El British Museum pierde fuelle
Este retrato de un oficial imperial se puede ver en la exposición del British

Este retrato de un oficial imperial se puede ver en la exposición del British

El British Museum siempre ha sido una referencia mundial en cuanto al comisariado de exposiciones relacionadas con los tesoros artísticos que han tejido a lo largo de varios milenios la historia de la humanidad. Sin embargo, esta institución ejemplar en la que se alojan tesoros sin precio procedentes de todo el mundo, parece haber perdido el norte.

La muestra Ming: ‘50 años que cambiaron China, inaugurada hoy en Londres y abierta hasta el próximo enero se vende como el blockbuster de la temporada de exposiciones en Reino Unido. En la prensa se hace ruido desde hace meses ante su llegada, pero tras pasearse entre los más de 200 objetos que se han reunido para la ocasión, es difícil salir con una idea clara de lo que fue la dinastía Ming (más allá de la certeza de que la China del siglo XV estuvo gobernada por una élite de profundos estetas).

La exposición dedicada a la Dinastía Ming no aporta nada nuevo a lo que ya está representado en la propia colección del museo

Una colección de bellísimos objetos no es suficiente para construir una exposición potente si falta la contextualización histórica o los detalles sobre un país que en aquella época estaba habitado por ochenta millones de personas. Estas han desaparecido. Apenas sabemos algo sobre los encargos artísticos de sus emperadores y la vida de lujo y relax de la que disfrutaron esos mismos gobernantes y sus generales durante los 50 años que abarca la muestra. Pero todo eso también puede aprenderse si uno visita gratuitamente la colección del British Museum dedicada a la historia de China. ¡Y sin pagar los veinte euros que cuesta esta exposición!

Dos pinchazos

Vikingos: vida y leyenda, el anterior blockbuster del British Museum, estuvo aquejada de los mismos síntomas: una amplia colección de objetos, algunos ni siquiera reales –como un gran barco vikingo que ocupaba media sala y en realidad sólo tenía algunos pedazos de madera de la época vikinga- que a duras penas daba una idea de cómo vivía en realidad este pueblo, hoy tan de moda gracias a la serie Vikingos.

Quizás en esta nueva exposición dedicada la dinastía Ming, teniendo en cuenta la belleza de algunas de las piezas que se han reunido, -desde muebles a joyas, pasando por textiles de sedas refinadas, pinturas, esculturas y por supuesto cerámica-, la descontextualización histórica se pueda perdonar algo más que con los vikingos. Los brazaletes o armaduras de éstos eran piezas de museo curiosas, pero difícilmente comparables a la sofisticación estética de la familia que dirigió el que entonces era el imperio más grande del mundo. Y si la belleza se presenta como una de las varas de medir, entonces esta exposición gana por goleada a la de los vikingos, que parecía simplemente una larga colección de objetos inanimados colocados en fila.

Poco se llega a saber y a profundizar sobre la vida en aquella época. Tampoco hay información sobre la vida de las mujeres

La muestra está dividida en cinco grandes apartados: religión, vida en la corte, guerra, paz, y diplomacia, comercio. Deberíamos salir de ella sabiendo más sobre “los grandes cambios sociales y culturales que ocurrieron en China cuando Pekín se convirtió en la capital y cuando se construyó la Ciudad Prohibida”, reza el dossier de prensa.

Sin embargo, más allá de admirar las delicadísimas vasijas blancas y azules que caracterizan la porcelana ming, o los muebles lacados en rojo-dragón y tallados con extrema delicadeza, o admirar los abanicos gigantes pintados a mano que se popularizaron durante los casi trescientos años de vida que los Ming se mantuvieron en el trono –la exposición se centra sólo en cinco décadas, la llamada edad de oro ming-, poco se llega a saber en realidad sobre la vida en aquella época. Se echa de menos información por ejemplo sobre la vida de las mujeres, aunque se nos hace saber que los emperadores eran polígamos y que la somera educación que recibían sus esposas era impartida por eunucos.

Las excepciones

Hay piezas realmente extraordinarias como la pintura de Chen Lu Flores de ciruelo a la luz de la luna, dibujados en tinta en un papiro gigante con el talento de un genio. También dos esculturas talladas en mármol que pertenecían a la entrada de una tumba de un miembro de la familia real, o el set de pinturas Luohan realizadas sobre tela tibetana y procedentes de un monasterio de monjes budistas y que fue parte de uno de los muchos regalos que recibió la dinastía Ming. Todas ellas harán las delicias de los admiradores del mejor arte chino, como por otra parte ya lo hace la propia colección del museo.

Pero si la clave de toda exposición dentro de una gran institución con colección propia es darle valor añadido a lo que ofrece habitualmente, en este caso parece que el British Museum ha vuelto a fallar. Ming significa “brillante”, “radiante”, “luminoso”. Sin duda el arte que aquí se muestra lo es. El cómo se ha optado por mostrarlo no.

Mengs, el embajador del clasicismo


ABC.es

  • Mañana se inaugura en la Real de San Fernando la exposición «Anton Raphael Mengs y la Antigüedad»

ABC | Obras de Mengs, publicadas por Azara

Anton Raphael Mengs (1728-1779), pintor de cámara de Carlos III, puso su corazón y casi toda su vida al servicio de la Antigüedad. Representante muy principal de la estética neoclásica en Europa, fue, además de pintor, pedagogo, teórico, coleccionista e incluso arquéologo. Para él, todo estaba en la Grecia clásica y solo volviendo a ella el arte tenía sentido.

Para Mengs, los artistas griegos habían alcanzado la perfección, y la imitación de sus obras era el único camino para la excelencia absoluta. En 1761 llegó a Madrid, y colaboró en la decoración y embellecimiento del Palacio Real y del Palacio de Aranjuez, a la vez que su voz era muy tenida en cuenta en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que sería miembro honorario.

Su pasión por el clasicismo le llevó a realizar una auténtica cruzada. Trató con cortes y con gobiernos, con las autoridades eclesiásticas, con ducados y con condes, con nobles de aquí y de allá (principalmente italianos), para conseguir las licencias que le permitieran realizar los vaciados en yeso de toda escultura de origen griego que se encontrara a mano.

Gran donación

Reunió una gran cantidad de vaciados y los trajo a España, y se los donó a la de Real de San Fernando para que sirvieran de ejemplo pedagógico para los alumnos que aquí se entregaban al estudio de las bellas artes. Esa colección, además de algunos bocetos del propio pintor, es el eje de la exposición «Anton Raphael Mengs y la Antigüedad» que, organizada por la Fundación Mapfre y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se inaugura este miércoles en la propia sede de la Academia.

Según Almudena Negrete, comisaria de la muestra, Mengs «invirtió en este proyecto casi todas sus energías físicas y económicas para conseguir esas licencias que hicieran posible la realización de los vaciados». Incluso, se estableció un plan, coordinado por el pintor Francisco Preciado de la Vega, para que los vaciados viajasen de la mejor manera posible entre el puerto de Civitavecchia, situado a ochenta kilómetros al noroeste de Roma, y el puerto español de Alicante. Primero se pensó en usar buques de la Armada Real que hacían el viaje entre Italia y España pero, finalmente, hasta se eligió un barco, el Santísima Concepción, elegido a propósito para la singular empresa.

Estos vaciados, hoy por hoy muy frágiles y vulnerables, responden, según los organizadores, « los ideales estéticos y las teorías del Neoclasicismo que tanto Mengs como su amigo Winckelmann, exponían en sus obras y escritos», como el propio Mengs plasmó en su libro «Reflexiones sobre la belleza».

Los artistas griegos fueron, como dijo Diderot, los apóstoles del buen gusto, y Mengs se convirtió mediante esta singular colección de vaciados, en su mejor embajador ante la España de Carlos III que se asomaba intensamente a la Ilustración.

Bilbao, con el Ejército y su «Garellano» (exposición 1-9 diciembre)


ABC.es

Triptico de la exposición

¿Un buen plan para el Puente de la Inmaculada o quizás para el fin de semana del 1-2 de diciembre? Pues entonces sepa que la Villa de Bilbao es el destino militar y su Regimiento de Infantería Ligera «Garellano» 45 el anfitrión.

Y es que en una excepcional iniciativa, el Ayuntamiento de Bilbao y el Regimiento «Garellano» han organizado una exposición que, del 1 al 9 de diciembre, recorrerá la Historia y los hitos más señalados de esta unidad militar (más antigua que el Athletic Club) que cumple este año 125 años desde que se enraizó en Bilbao.«Soy soldado en Garellano. Regimiento bilbaíno, por el amor a la villa y Español por su destino», reza la primera estrofa del himno de la unidad que puede leerse en el reverso del tríptico informativo de una exposición que se celebrará en el Centro Municipal de «Basurto» (calle Zankoeta,1). ¿El horario? De 10 a 14h., y de 16 a 20h, domingos incluidos, por supuesto.

La exposición recoge diversas áreas temáticas como la llegada del regimiento a tierras de Vizcaya (Orduña y Bilbao); el convulso periodo de 1896-1921 con la Guerra de Cuba como protagonista y el restablecimiento del orden en la provincia vasca; la Guerra de Marruecos (1921-1926); II República, Guerra Civil española y Régimen de Franco (todas ellas por separado), así como el Reinado de S. M. Juan Carlos I y las misiones internacionales en las que el regimiento ha participado.

También habrá una exposición de vehículos y una sala de proyección. «Bilbao y su Regimiento Garellano. 125 años juntos», es el título oficial de la exposición que cuenta con fondos del propio regimiento, de colecciones privadas particulares, de la asociación Retogenes (amigos de la Historia Militar) y del Museo del Ejército.

«La exposición no genera gasto alguno al Ejército ya que se cuenta con patrocinadores locales (empresas)», quieren destacar desde el Ejército, sobre todo en estos tiempos de optimización de recursos.

La inauguración será presidida por una autoridad civil del Ayuntamiento de Bilbao y por una autoridad militar. Hoy el Regimiento de Infantería Ligera «Garellano» 45 tiene su sede en el acuartelamiento de Soyeche, en Munguía.

El tríptico anverso recoge unas palabras del actual coronel jefe del Regimiento, Luis San Gil Cabanas: «Los actuales miembros del Regimiento queremos celebrarlo con todos los Bilbaínos, con los que un día fuisteis «Sortxis» del Garellano y con los que queréis al Regimiento como si lo hubierais sido».

El Regimiento de Infantería Ligera «Garellano» 45, cuyos integrantes reciben el sobrenombre de «Bizarros», debe su nombre a un río italiano donde las huestes del «Gran Capitán» libraron una segunda decisiva batalla, tras la de Ceriñola, en el contexto de la II Guerra de Nápoles contra Francia (1503).

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Pues lo dicho, el primer fin de semana de diciembre, o durante el Puente de la Inmaculada, hay cita histórico-militar, y de la buena, en la Villa que fundara Don Diego López de Haro allá por el 1300. Y después… pues a disfrutar de su Guggenheim, sus «pintxos», sus «txakolis» (u otros vinos españoles) y su buen comer.

PD- Vayan desde aquí los parabienes oportunos al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (PNV), por ceder las instalaciones municipales a esta institución tan bilbaína como la que más.

Pequeña gran historia del mundo


El Mundo

‘La historia del mundo en 100 objetos’

La historia, ya se sabe, la escriben siempre los ganadores, que por lo general han sido europeos. El Museo Británico está lleno de muchos de esos ‘tesoros’ de lejanas conquistas, que salen prodigiosamente al encuentro de los visitantes en un centrifugado de antropología, cultura e historia único en el mundo, y sorprendentemente gratis (se admiten donaciones).

«Desde 1753, ésta ha sido siempre una colección de todo el mundo para todo el mundo», presume el director del British, Neil McGregor. «Y cada cual tiene la oportunidad de crear aquí su propia historia de la historia, a través de pequeños objetos que tal vez nos pasan desapercibidos, pero que nos dicen mucho de todo lo que ha sido hasta ahora la humanidad».

El escocés Neil McGregor ha escrito ahora su propia versión –‘La historia del mundo en 100 objetos’ (Debate)- siguiendo los pasos del programa que marcó un hito en la BBC y que traza un recorrido insólito por las vitrinas del tiempo, con cuatro elementos que se repiten en cualquier lugar y cualquier época: sexo, dinero, religión y política.

Las historias que nos cuenta McGregor empieza simbólicamente con la momia de Hornedjitef (¿qué sería del British sin las momias?), pero se remonta cronológicamente al canto tallado bifacial de Olduvay –dos millones de años- y culmina con una lámpara solar «made in China», aunque pudo haber terminado con una camiseta de Drogba (por todo lo que simboliza globalmente el fútbol en el siglo XXI).

McGregor no entra en el debate sobre las momias, las esfinges y los frisos (hablamos del Partenón) deberían volver a su lugar de origen en aras de la justicia histórica. De momento, aquí están, en el British Museum, posiblemente el mejor lugar del mundo donde se pueden mirar, admirar y comparar…

  1. Los amantes de Ain Sakhri. «Cuando la última era glacial tocó a su fin, alguien cogió un guijarro no lejos de Belén»… Y el guijarro, modelado hace 11.000 años por una mano humana, dio forma a la que se considera como la representación más antigua de una cópula. Ahí está la pareja de amantes, precursores de John Lennon y Yoko Ono, fundidos en un abrazo inequívoco. El mundo estaba cambiando, advierte McGregor. El nomadismo y la caza estaba dejando paso al sedentarismo y la agricultura.
  2. La piedra Rosetta. Todos los días, una interminable Babelia de lenguas y culturas se congrega ante la vitrina que contiene la pieza más ‘gastada’ del British. «Quien labró esa piedra no era sin duda consciente de su importancia», sostiene McGregor. «Tampoco imaginaba que iba a convertirse en la proyección del poder, en objeto codiciado por los invasores europeos. Una vez en Londres, iba a simbolizar uno de las mayores colaboraciones entre investigadores de todo el mundo para desentrañar el misterio de los jeroglíficos egipcios».
  3. El cristal de Lotario. En este disco plano de cristal de roca de apenas 18 centímetros de diámetro está contenido de alguna manera el nacimiento del ideal de Europa. Lotario, rey de los franceses, me mandó hacer», puede leerse en una pequeña inscripción. El cristal es una obra maestra de la talla en miniatura, y también una de «las primeras imágenes europeas que representan el imperio de la ley» (el cristal, por cierto, está rayado, lo que añade aún más simbolismo al pasado y futuro del viejo continente).
  4. Reales de a ocho. Las vueltas que da el mundo: la primera moneda global fue española. El ‘dólar’ que circulaba por doquier en aquellas fechas (1573-1598) era el real de a ocho, acuñado con plata de Potosí. La expresión ‘vale un potosí’ ha sobrevivido incluso a la llegada del euro. Y la historia detrás de la moneda, la salvaje explotación de los indígenas y de los esclavos en las minas de plata, dice también mucho del alto coste humano de eso que llamamos dinero.
  5. El Bi de Jade. China también tuvo su propia Ilustración, como lo demuestra este disco de Jade, producto de la curiosidad intelectual del emperador Qianlong, que en 1756 envió a un equipo multicultural (integrado por sacerdotes jesuitas, lamas tibetanos y astrónomos chinos) para cartografiar sus territorios anexionados en Asia. Gracias a las inscripciones, Qianlong dio una finalidad esencialmente cultural al bi, usado hasta entonces como objeto de decoración en las tumbas.
  6. Torno de armas. «Por primera vez en la historia estamos ante un objeto que es un fenómeno bélico, pero que no glorifica las guerras ni al gobernante que las libró», escribe Neil McGregor. Se trata de una silla hecha hace once años en Maputo (Mozambique) y fabricada artesanalmente con fusiles, rifles, cargadores, culatas y metralletas. La «lucha por África» del siglo XIX, las guerras de independencia del siglo XX y las guerras tribales del siglo XXI se funden dramáticamente en este «trono» que tiene algo de herrumbrosa proclama antibélica.

Un paseo por la carrera espacial


El Mundo

  • ‘NASA, la aventura del espacio’ reúne cientos de objetos de la carrera espacial
  • Muestra réplicas a tamaño real y a escala de las naves más emblemáticas
Réplica de la cápsula 'Mercury'.

Réplica de la cápsula ‘Mercury’.

Las hazañas de los astronautas hicieron soñar a muchos ciudadanos con viajar algún día al espacio. La mayoría, sin embargo, tuvo que conformarse con seguir las misiones espaciales a través de la televisión y sólo algunos privilegiados han podido asistir a algún lanzamiento o contemplar de cerca las naves en museos de EEUU.

A partir del 16 de diciembre, una exposición en Madrid permitirá a los aficionados al espacio ver de cerca una colección de objetos originales utilizados en misiones de la NASA y reproducciones de las naves espaciales más emblemáticas.

‘NASA, la aventura del espacio’ reúne alrededor de 300 piezas que ofrecen un completo recorrido por historia de la conquista espacial, desde los primeros visionarios que imaginaron hace varios siglos cómo sería el cosmos a los planes futuros para viajar a Marte. Sin embargo, el objetivo de la exposición no es sólo mostrar los objetos, sino «poner de manifiesto el elemento humano que hubo detrás de la aventura espacial», explica Jose Araujo, el organizador de la muestra.

Una de las estrellas es una copia exacta de la parte frontal del transbordador ‘Atlantis’, de su cabina de mandos, del retrete y de la zona que usaban para dormir. También se ha reproducido uno de los módulos del ‘Apollo 11’, la primera misión tripulada a la Luna.

Las naves más emblemáticas

Los visitantes podrán ver de cerca una copia de la cápsula ‘Mercury’, la primera en la que volaron los astronautas de la NASA. Tan estrecha era que sus tripulantes solían bromear diciendo que, en vez de pilotarla, tenían la sensación de llevarla encima. También se exhibe un ‘rover’ marciano y una réplica de 11 metros del cohete ‘Saturno’, utilizado en las misiones a la Luna (el original mide unos 112 metros).

Entre las piezas originales destaca un cohete ‘Agena’, el paracaídas que usaron los tripulantes del ‘Apollo 17’ para volver a la Tierra, la cápsula en la que viajó el chimpancé Ham -el primer estadounidense en ir al espacio-, los motores del cohete ‘Titán’ y varios trajes de astronautas.

Aunque la mayor parte de los artilugios son de la NASA, también hay un espacio dedicado al programa espacial ruso. Una réplica del ‘Sputnik’, el primer satélite enviado al espacio, y objetos sobre la gesta del cosmonauta Yuri Gagarin, el primer hombre que voló al espacio, recuerdan los primeros éxitos de los soviéticos y su rivalidad con EEUU.

España, en la carrera espacial

Madrid será la segunda ciudad que acoge esta exposición tras el éxito cosechado en Estocolmo, donde la visitaron 280.000 personas. Hay varias razones por las que la capital española ha sido elegida como la segunda ciudad que acogerá esta muestra. Una de ellas ha sido elimportante y relativamente desconocido papel que España jugó en el seguimiento de misiones históricas. Fue en el Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid de la NASA (MDSCC), en Robledo de Chavela, donde se recibió en 1965 la primera foto de Marte que llegó a nuestro planeta.

Pero la contribución más significativa de España fue en las misiones ‘Apollo’. Una de las antenas de la estación de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) sirvió de apoyo a la histórica llegada del hombre a la Luna. Carlos González Pintado, asesor científico de la muestra y ex jefe de Operaciones de la NASA en el centro de Madrid, fue el único español del equipo de 30 personas que el 20 de julio de 1969 siguió desde Fresnedillas el alunizaje del ‘Apollo 11’: «Podíamos oír la comunicación directa entre los astronautas«, recuerda. Desde Robledo de Chavela se realizaron los seguimientos de prácticamente todas las misiones ‘Apollo’, en las que González participó.

Sobrevivir en el espacio

Una de las novedades de la muestra de Madrid respecto a la de Estocolmo es un traje de astronauta abierto que muestra los materiales y las complejas capas que lo componen. Junto a él se podrán ver otros trajes que muestran cómo el equipamiento de los astronautas ha evolucionado de forma espectacular. En la zona dedicada a la supervivencia se muestran también pañales y raciones de comida deshidratada.

Pero no todo han sido éxitos en la carrera espacial. La muestra recuerda los accidentes de los transbordadores ‘Challenger’ y ‘Columbia’, en los que murieron todos sus tripulantes, y explica cómo se produjeron.

Más suerte tuvieron James Lovell, Jack Swigert y Fred Haise, los tres hombres que participaron en la misión del ‘Apollo 13’. Aunque la explosión de un tanque de oxígeno obligó a abortar el alunizaje y puso su vida en grave peligro, la NASA consiguió traerlos de vuelta a casa sanos y salvos. Un ejemplo de supervivencia e ingenio ante una situación extrema que refleja bien cómo la imaginación y el esfuerzo humano han logrado en estos cincuenta años aumentar de manera espectacular nuestro conocimiento del cosmos y seguir soñando con explorar nuevos planetas.


La exposición ‘NASA, la aventura del espacio’ podrá visitarse desde el 16 de diciembre al 15 de junio de 2012 en el Pabellón XII del Recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid

El ‘Vellocino de oro’ desembarca en Atenas


EFE – El Pais

Una exposición reúne 140 objetos procedentes de Cólquida, donde los argonautas buscaron el mítico tesoro según la leyenda

Una exposición en Atenas de 140 objetos preciosos permite conocer los tesoros de Cólquida, la región del Mar del Negro en la que Jasón y sus Argonautas buscaron el Vellocino de Oro, una prenda de atributos mágicos custodiados por seres monstruosos. La exposición El Oro de Cólquida, abierta en Atenas hasta el próximo seis de abril, «ofrece la oportunidad de probar que la hazaña de Jasón y los Argonautas no fue un mito y que conecta el pasado al presente y al futuro», según David Lordkipanidze, director del Museo Nacional de arqueología de Georgia.

El mito cuenta que Jasón, príncipe de Yolcos (actual Volos) viajó a su tierra para recuperar el trono y fue enviado por su tío traidor, Pelías, en busca del Vellocino de Oro a Cólquida (en la actual Georgia) para mantenerle alejado. A Atenas viajaron un centenar de piezas encontradas en cuatro de las 28 tumbas excavadas desde 1969 y en 2003 y 2004 en los entornos de Vani, un centro religioso de la antigua Cólquida. Los collares, pendientes, horquillas, pulseras, cinturones y adornos de las telas en que estaban envueltos los nobles fallecidos están hechos con oro y están datados entre el siglos II al V a. de C.

El tesoro de una sociedad rica

Se trata del mismo tipo de oro que, según el mito, cubría el toisón mágico buscado por Jasón, acompañado de unos cincuenta príncipes griegos, incluido Hércules, Orfeo y Atalanta, la única mujer. Las piezas arqueológicas descubiertas revelan una sociedad rica fundada en el siglo VIII a de C. y que floreció entre los siglos V al III.

Se destacan un torso de bronce del siglo II a. C. y estatuillas del siglo V a.C., que fueron hallados en ruinas de templos y que tras ser examinadas demuestran que fueron creadas en el lugar con influencia griega. Los objetos de cobre en honor al culto al dios griego del vino, Dionisos, que fueron encontrados en excavaciones entre 1960 y 1970 en Vani, permiten ver la importancia de ese caldo en la sociedad.

Exposiciones navideñas en Madrid


Munimadrid

  • Rembrandt. Pintor de historias

madrid-belen-napolitano-ayuntamiento-navidad-2014-001El Museo del Prado rinde homenaje a uno de los grandes maestros de la pintura europea y lo hace por un motivo: el museo cuenta en su colección con sólo una obra del maestro holandés (Artemisia -1634-). Para compensar esta carencia, el Prado ha decidido organizar una exposición que permite a su público acercarse a la obra de este artista. Compuesta por alrededor de treinta pinturas y cinco estampas procedentes de los principales museos de Europa y Estados Unidos, la muestra se centra en torno al tema de Rembrandt como pintor narrador y en su comparación con las obras de Tiziano, Rubens y Velázquez.Hasta el 6 de enero.

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1914! La vanguardia y la Gran Guerra

El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación CajaMadrid repasan el arte nuevo internacional entre 1913 y 1917, un periodo que coincide con el máximo esplendor de los movimientos de vanguardia y con el inicio de la Primera Guerra Mundial. La exposición la componen cerca de 180 obras que permiten disfrutar de los genios del expresionismo, el cubismo, el futurismo, el vorticismo o la primera abstracción, ver las conexiones entre las diversas manifestaciones del panorama internacional y la capacidad de los nuevos lenguajes culturales como representación de actitudes belicistas o de denuncia ante el disparate de la guerra. Hasta el 11 de enero.

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Exposición. Titanic: Objetos reales, historias reales


Exposición

actu081126tit.jpgLa historia del Titanic se ha contado una y otra vez, pero jamás de manera tan conmovedora y apasionada como lo hacen los objetos que se presentan en esta exposición. Recuperados con enorme esfuerzo del área de escombros que rodea los restos del naufragio y cuidadosamente conservados, estos objetos reales, mejor que las palabras y las imágenes, representan al buque y a las 2.228 personas que pasaron junto a él a formar parte de la historia. Los objetos que se presentan en esta exposición estuvieron allí. Pertenecieron al buque y a las personas que navegaron en él. Nosotros, como custodios, los exhibimos no para borrar el dolor de la pérdida sino para manifestar la importancia que tiene recordar y honrar a todos cuyas vidas se vieron, y seguirán estando, inexorablemente alteradas por su asociación con el legendario Buque Correo Real Titanic (RMS Titanic).

Los restos del naufragio del Titanic descansan a aproximadamente 400 millas náuticas (740 kilómetros) al sudeste de Newfoundland, bajo 3.800 metros de agua. Fueron descubiertos el 1 de septiembre de 1985 por un equipo de científicos liderado por el Capitán Jean-Louis Michele del IFREMER, el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar, y el Dr. Robert Ballard, perteneciente en aquel entonces al Instituto Oceanográfico Woods Hole.

Desde 1987, RMS Titanic, Inc. ha llevado a cabo siete expediciones de investigación y recuperación al lugar del naufragio, habiendo recuperado más de 5.500 objetos. En calidad de compañía designada como recuperadora de los restos del buque, de los cuales conserva la propiedad, su objetivo es preservar y exhibir estos objetos en memoria de aquellos que perecieron con el Titanic.

Las expediciones de RMS Titanic, Inc. son una colaboración de científicos, buzos, historiadores, arqueólogos y ingenieros marinos, ingenieros navales y conservadores de todo el mundo. A través de este esfuerzo plurinacional ha aumentado el conocimiento sobre el barco y sus pasajeros, ha avanzado la metodología para la recuperación en aguas profundas y la arqueología, y se han desarrollado nuevas técnicas de conservación de objetos.  La exposición Titanic es más que una epopeya de vapor y acero. Es la historia de sus pasajeros, desde el millonario de primera clase hasta el emigrante de tercera, que realizaron increíbles actos de valor, sacrificio personal y heroísmo, y que tuvieron que soportar pérdidas extraordinarias.

Los objetos de la exposición Titanic, recuperados y conservados, permanecerán como recordatorio del espléndido transatlántico, de la fragilidad de la vida y de la imperecedera fortaleza del espíritu humano.

La exposición Titanic estará abierta todos los días a partir del 20 de noviembre de 2008.

Abierto todos los días de 10:00 a 20:30
La exposición cerrará las puertas a las 22:30 para los visitantes de la última sesión.

Plaza de Colón, C/ Goya Nº 5-7, Madrid