Leonardo da Vinci


Leonardo fué un hombre amante de todas las facetas del saber. Sus manuscritos y dibujos nos enseñan su lado científico, sus escritos nos desvelan su saber en cultura clásica y sus obras de arte nos muestran su gran capacidad para la creación estética.

Pintor, escultor y arquitecto italiano, nacido en el castillo de Vinci, cerca de Florencia, en 1452 y muerto en el castillo de Clou, cerca de Amboise (Francia), el 2 de mayo de 1519. Fue hijo natural de Pedro de Vinci, que en 1484 era notario de Florencia. Se ignora el nombre de su madre. Mostró desde su niñez Leonardo singular aptitud para las artes del Dibujo, las Matemáticas y la Música.

Los dibujos que hizo a su antojo, libre de toda influencia, mostraban ya tal habilidad, que su padre hubo de enseñárselos a Verrocchio, quien, sorprendido, aceptó de buen grado la misión de dirigir a un discípulo de tales esperanzas. Lejos de imponer Verrocchio al joven sus procedimientos y su manera de ser las cosas, se limitó a darle ánimos para sus propias tentativas. Bien pronto Leonardo adquirió una seguridad de mano y una facilidad para el trabajo que le permitieron prescindir de las lecciones de su maestro, cuyo estudio había dejado sin duda en 1472.

Antes de esta fecha había producido ya algunas pinturas que se conservan. No mucho tiempo después ejecutó admirables obras: La adoración de los magos, de la Galería de los Uffici (Florencia), y la Virgen de las Rocas, del Museo del Louvre.

La adoración de los magos

Virgen de las Rocas

La primera no es en realidad más que un boceto la segunda una obra acabada con el mayor cuidado. Cediendo a los deseos de Luis el Moro , salió de Florencia para Milán . Vasari refiere que la primera vez que el artista apareció ante Luis Sforza fue en una fiesta que daba el duque, y agrega que Leonardo se presentó con una lira, obra de sus manos, de la que sacó sonidos tan melodiosos que obtuvo las felicitaciones de todos sus oyentes, entre los que había muchos músicos. Explícase la recepción espléndida que obtuvo de Luis teniendo en cuenta la variedad de su talento y su reputación, ya inmensa en aquella época. Una carta del artista, que hasta nosotros ha llegado, dirigida al duque de Milán, relata extensamente sus invenciones al declarar que sabe hacer pontones muy ligeros de fácil transporte ó incombustibles; destruir por completo una plaza fuerte si no está construida sobre la roca; fabricar bombardas de gran efecto; trazar hábiles caminos para llegar en silencio hasta el enemigo, etc., etc.

Se ha dicho que fue llamado a Milán para presidir una academia que comprendía todo lo referente a Ciencias y Bellas Artes. Es lo cierto que desde su llegada a dicha ciudad trabajó activamente a favor de aquella institución, y puede creerse que por la misma época redactó algunos de los manuscritos suyos que se conservan. Por encargo de Luis Sforza pintó una Natividad de Jesús, cuyo paradero se ignora. No se juzgan anteriores a 1490, varias de sus pinturas, como el retrato de la amante del duque, Cecili a Gallerani, del cual existe una copia en el Museo de Brera (Milán); una Virgen con el Niño Jesús, que hace pocos años en Inglaterra formaba parte de la colección Davenport -Bromley , y los retratos de Luis el Moro y de su mujer Beatriz, éste en la Galería Ambrosiana de Milán. Estuvo Leonardo encargado (1489) de las decoraciones hechas con motivo del casamiento de Juan Galeazo Sforza con Isabel de Aragón; trabajó (1491) en el Duomo de Milán, e hizo (1493) el segundo modelo para la estatua ecuestre de Francisco Sforza, importante trabajo destruido en 1499 por las tropas de Luis XII de Francia, y que dio al artista ocasión para redactar un Tratado completo de la anatomía del caballo, obra manuscrita que tuvo la misma suerte que la estatua.

Esta, si hemos de creer a varios biógrafos, necesitó para su fundición 200000 libras de bronce. Leonardo, después de haber trazado al pie del Calvario, que pintó Montorfani, las figuras, hoy ya borradas, de Luis el Moro , Beatriz de Este y sus hijos, emprendió la obra más importante de su vida, la Cena, del refectorio de Santa María de las Gracias, que es acaso, escribe Jorge Duplessis, la mejor obra de la pintura. Esta composición bien conocida por la célebre estampa de Rafael Morghen, preocupó al artista mucho antes de 1497, año en que empezó a pintarla. Queriendo expresar de un modo exacto en su obra las sensaciones diversas que experimentan los Apóstoles cuando el Maestro les anuncia que uno de ellos le hará traición, Leonardo estudió con calma todos los aspectos de la fisonomía humana, y trazó no pocos dibujos como preparación para su obra, en la que agotó los recursos de su peculio, y que se halla en bastante mal estado. La Cena produjo a su aparición el asombroso efecto de que da idea el hecho de conservarse aún más de 20 copias casi contemporáneas del original. Tal es el cuadro atribuido a Marcos d e Oggione, en la iglesia de San Bernabé de Milán . «El mérit o eminente de esta composición, ha dicho Delecluze, lo que le dio una importancia prodigiosa cuando apareció, es la profundidad y verdad con que se pintan las pasiones del alma en los semblantes de los Apóstoles, y la gradación delicada y reflexiva con que el pintor se elevó desde los rasgos bajos y repulsivos de Judas hasta la dulzura angélica de San Juan y hasta la divinidad de Cristo. Antes de Leonardo da Vinci, ningún artista moderno había expresado esta gama ascendente y descendente de la belleza en la forma, haciendo de ella el signo visible en que se manifiestan la inteligencia, los movimientos del corazón y la elevación del alma.»

La ultima cena

Las copias antiguas de la Cena dan imperfecta idea de esta original pintura que puede ser juzgada por algunos estudios del mismo artista conservados en el Museo del Ermitaje (San Petersburgo), y por el dibujo de la Cabeza de Cristo que posee el Museo de Brera. Otros dos dibujos de la misma cabeza se hallan en la Galería Ambrosiana. La Cena estaba terminada en 1499. Leonardo permaneció en Milán a la entrada de los franceses (septiembre de 1499); pero convencido de la indiferencia de los vencedores por su talento, regresó a Florencia (1500) con su discípulo favorito, Salai, y con su amigo Lucas Pacioli. Bien acogido por el gonfaloniero Pedro Sonderini, que le concedió una pensión anual, trazó varios proyectos para hacer navegable el Arno, y luego, volviendo a la Pintura, ejecutó tres obras admirables que en París se conservan el Museo del Louvre : Retrato de Mona Lisa , llamada vulgarmente La Gioconda ; Retrato de Ginevra de Amerigo Benci y La Virgen en las rodillas de Santa Ana . Madrid (Museo del Prado) , Munich, Londres, San Petersburgo, Roma, Florencia, guardan copias de La Gioconda , pintura cuya cabeza tiene indefinible encanto, y cuya reproducción es dificilísima para el más hábil artista.

Mona Lisa , La Gioconda

En el Museo de Parma hay un a Cabeza de la Virgen también atribuida a Leonardo. Este fue nombrado(1502) por César Borgia, arquitecto e ingeniero de sus Estados. Después de haber recorrido Toscana para inspeccionar los trabajos que se hacían por mandato del duque, especialmente la canalización del Arno en las cercanías de Pisa, volvió a Florencia, en la que permaneció algunos meses, durante los cuales perdió a su padre (1504). Muy poco después de este suceso, que le dejaba solo, se trasladó probablemente a la Italia central. Ninguna huella de su paso se descubre en Roma antes de aquel tiempo.

Ginevra de Amerigo Benci

Es, sin embargo, evidente que en la ciudad de los Papas residió una temporada, pues lo acreditó el soberbio fresco de La Virgen y el donatario , en San Onofrio. Célebre es también su trabajo de 1501 a 1505 para representar La batalla de Anghiari , trabajo que no terminó y hoy conocido en parte por un poco fiel grabado de Gerard o Edelinck, en el que se ve uno de los grupos principales llamado Los cuatro caballeros . A Vinci se debieron, no mucho más tarde, los modelos de las tres estatuas de la puerta septentrional del baptisterio de Florencia, fundidas en bronce por Francisco Rustici. No bien se terminó la obra, Leonardo pasó a Milán (1507), y entonces trabó amistad con el Mariscal Chaumont. Como Soderini le recriminase en sus cartas por no terminar La batalla de Anghiari, Vinci le devolvió las cantidades que a cuenta había recibido, las cuales el gonfaloniero no quiso tomar.

La Virgen en las rodillas de Santa Ana

En adelante Leonardo rara vez visitó Florencia. No obstante, en ella, de 1506 a 1507, pintó dos cuadros que tiene el Louvre: San Juan Bautista y Baco, y dos Madonas, que han desaparecido. Hizo (1507) su retrato, bellísimo lienzo que está en la Galería de los Uffizi, y que basta para apreciar su organización maravillosa. Escribió luego (1508) su tratado Sobre el Canal de Martesana, y no cogió los pinceles hasta haber acabado el depósito del Canal de San Cristóforo. Al año siguiente, en la casa de campo de su amigo Melzi, con la ayuda de éste, pintó (1509) un fresco muy notable, hoy en parte destruido, cuyo asunto era Virgen con el Niño Jesús . En la misma época, según una hipótesis muy aceptable, dibujó una Leda , encantadora figura popularizada en el siglo XIX por un grabado de Leroux. La pintura original de esta Leda no es conocida, pero sí un dibujo, que se halla en la colección particular de la reina de Inglaterra. Por efecto de la muerte de su tío, Francisco de Vinci, volvió a Florencia el artista 1511 para iniciar un pleito contra sus hermanos; pero marchó a Milán al cabo de pocos meses. Acaso entonces pintó en dicha última ciudad el retrato de Maximiliano Sforza. Estuvo en su patria después de la derrota de los franceses en Novara, y de Florencia partió (24 de septiembre de 1514) con Julián de Médicis, que iba presenciar la consagración de León X. Recibido con frialdad en Roma, sintió herido su amor propio y salió de Italia (1514). Asistió luego en Milán a las fiestas dadas en honor de Francisco I, con quien pasó a Francia, y con su amigo Melzi se estableció en el castillo de Clou, cerca de Amboise, consagrando sus últimos días a buscar el medio de dotar de un canal a Sologne, región francesa.

El testamento del gran artista, publicado por Amoretti, le muestra perfecto católico y lleno de gratitud para sus hermanos, amigos y servidores. Melzi heredó todos los manuscritos de su amigo, hoy en su mayor parte propiedad de Francia, y de los que se da noticia ya en la Memoria de J. R . Venturi (1797), ya en la Historia de las ciencias matemáticas en Italia (t. III), por Libri, ya en Le Cabinet d e l’Amateur , (1862, pág. 49 -66). Los sabios hallan en los manuscritos de Vinci un genio excepcional, múltiples conocimientos y el germen de descubrimientos muy posteriores. No está resuelta la cuestión de si Leonardo hizo o no grabados. Los mejores críticos están por la afirmativa. Se ha dicho que son suyos los grabados en madera de la Divina proportione de Lucas Pacioli. Se le atribuyen con más fundamento, y por otros a su maestro Verocchio, tres Cabezas de caballos , grabados que se guardan: uno en el Gabinete de Estampas de París, otro en l a Ambrosiana de Milán, y el tercero en la biblioteca particular de la reina de Inglaterra. He aquí ahora el titulo de la versión castellana de una obra de Leonardo : El tratado de la pintura, de Leonardo de Vinci, y los tres libros que sobre el mismo arte escribió León Bautista Alberti, traducidos e ilustrados con notas por D. Diego A. Rejón de Silva (Madrid, 1827, en fol. menor), con láminas.


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Miercoles 24/10/07

Desvelan los secretos de la Gioconda

La Mona Lisa tenía cejas y sonreía más abiertamente. El investigador Pascal Cotte ha llegado a esta conclusión tras analizar digitalmente el lienzo de Da Vinci

 

Leyendas del Priorato de Sión


Armas y Símbolos de los Templarios | Caballeros Templarios | Código Templario | Cruzadas | El Santo Grial | FrancmasoneríaLeyendas del Priorato de Sión | Monumentos Templarios | Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén | Regla de los Templarios


DE TODAS LAS ORGANIZACIONES QUE REIVINDICAN UN PASADO»TEMPLARIO», UNA DE LAS MÁS INTRIGANTES ES LA QUE SE DENOMINA PRIORATO DE SIÓN. A DECIR VERDAD, HABRÍA QUE CONSIDERARLA MÁS BIEN UNA ORDEN LIGADA AL TEMPLE Y AUTÓNOMA AL MISMO TIEMPO.

Entre la realidad y la leyenda

Fue a partir de 1960 cuando la opinión pública francesa se hizo eco de la existencia de una sociedad semi-secreta autodenominada Priorato de Sión. Desde esa fecha se han publicado sus estatutos y material procedente de las más diversas fuentes, no siempre contrastables, lo que implica andar con pies de plomo alrededor de todo lo que rodea a dicha organización. Entre sus presuntos afiliados nos encontramos con nombres como Leonardo da Vinci, Victor Hugo o Isaac Newton, entre otros más o menos conocidos. Es decir, que de ser ciertas las pretensiones del priorato, habría albergado en sus filas como grandes maestres a algunas de las mayores luminarias de la historia occidental, así como a miembros de las principales familias reales y aristocráticas de Europa. Aunque parece indudable la existencia actual de la organización, así como la de una antigua Orden de Sión en la época de las Cruzadas, el caso de una continuidad entre ambas a través de los siglos no está tan claro.

Cuentan las crónicas que en el año 1099, tras la conquista de Jerusalén, el gobernante de la ciudad Godofredo de Bouillon fundó una misteriosa Orden sobre la abadía de Notre Dame du Mont Sión, de la que poco se sabe. Sería más tarde dicha sociedad la que impulsaría la creación de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocidos como Templarios.

Si hacemos caso a los textos procedentes del Priorato, la Orden de Sión tendría en la época de su fundación un poder considerable, eso sí, siempre entre bastidores, llegando incluso a afirmar que los reyes de la ciudad santa debían su trono a esta enigmática sociedad. Así pues, ellos serían los verdaderos artífices de la extraordinaria progresión que experimentaron los Templarios en los años siguientes, obedeciendo todo ello a un plan previamente establecido.

De acuerdo con estas fuentes, al menos cinco de los nueve fundadores del Temple pertenecían a su vez a la Orden de Sión, y se podría decir que en principio el Temple era el brazo armado de la anterior o incluso que ambas órdenes eran una sola, puesto que según parece compartían el mismo Maestre. Sería el caso de André de Montbard, uno de los caballeros originarios de la orden templaria y que llegaría a ser el máximo dirigente de la misma. Pero el tío de San Bernardo consta asimismo como miembro de Sión, con lo que podemos hacernos una idea del hermanamiento entre ambas. Esta situación de confraternidad se prolongaría durante aproximadamente unos sesenta años, hasta que en 1188, un año después de la caída de Jerusalén en manos musulmanas, se produjo un cisma entre las dos órdenes que produjo su separación definitiva. Según el Priorato de Sión, de la pérdida de Tierra Santa sería en gran parte culpable la Orden del Temple, y más concretamente su Maestre Gérard de Ridefort, a los que los documentos «prioré» acusan de traición. Éste arrastró a los Templarios a combatir en la batalla de los Cuernos de Hattin, que significó un autentico desastre para los cruzados y propició la caída de Jerusalén. La situación derivaría en que la Orden de Sión se trasladaría a Francia, abandonando a los Templarios a su suerte, sus pupilos y protegidos hasta la fecha. La ruptura de relaciones se simbolizó mediante la tala de un olmo de ochocientos años, en la ciudad de Gisors. A partir de ese momento, la Orden de Sión cambió su nombre por el de Priorato y se dedicó a sus propios objetivos. Pero… ¿de que objetivos se trataba?

Supuestamente, la misión del Priorato consistiría en proteger un gran secreto relacionado con los descendientes de la dinastía de los reyes merovingios y restaurar en la monarquía de Francia a uno de sus miembros. Su legítima descendencia, que se cree extinguida, habría sido demostrada por unos pergaminos descubiertos en el pueblecito francés de Rennes-le-Château. Este descubrimiento, que constituye en si mismo un complejo enigma, lo trataremos ampliamente en una leyenda posterior. Para seguir conociendo al Temple, debemos profundizar ahora en la intrigante misión que se ha impuesto el Priorato de Sión.

La sangre real: la custodia de un gran secreto

El comportamiento del Priorato de Sión, por lo deja entrever en sus publicaciones, parece obedecer a un calendario cuidadosamente preciso y planificado desde hace largo tiempo. Dan a entender de que son los custodios de un secreto de importancia capital, del que tendrían pruebas irrefutables. Se trataría de algo que los hace sumamente especiales y que reviste su misión de un halo de atrayente misticismo. Hay tradiciones que dan gran importancia a María Magdalena, de quien se nos dice que tras la crucifixión de Jesús llega a las Galias escoltada por José de Arimatea y portando el Santo Grial. Según lo que podemos extraer de la concepción del Priorato, María Magdalena sería la esposa de Jesús, y cuando viajó lo hizo embarazada o acompañada de su progenie. Naturalmente aquí el término «Santo Grial» debe comprenderse en el sentido de Santa Sangre, es decir, como la descendencia física de Jesús, que se trasladó a las Galias y se continuó allí. La Iglesia omite toda mención en su propia tradición del Santo Grial pues, lógicamente, no le conviene. Es la lucha que hasta hoy subsistiría entre los herederos de Pedro y los de María Magdalena, los herederos de la fe y los herederos de la Sangre.

U na vez en la actual Francia, este linaje judío se unió matrimonialmente con el de los reyes francos, dando lugar a los merovingios. Alrededor del año 500 d.c., con el bautismo y conversión del rey Clodoveo, la Iglesia Romana se instauró como suprema autoridad espiritual de Occidente. Se podría decir que fue un pacto entre Roma y los merovingios, originando una alianza que debería engendrar un nuevo sacro imperio romano. Pero parece que la lealtad de los francos a la Iglesia no era muy intensa, ya que los merovingios seguían manteniendo simpatías por la religión arriana que practicaban antes de su conversión al cristianismo. Doscientos años después, el rey merovingio Dagoberto II fue asesinado junto con su familia por encargo de su propio mayordomo de palacio, Pipino de Heristal. La Iglesia, viendo peligrar su hegemonía, habría apoyado la conspiración. Con la muerte de Dagoberto y sus descendientes la dinastía merovingia llegó a su fin, y comenzó la de los mayordomos de palacio: los carolingios, que contaban con el apoyo eclesiástico. Éstos, que eran a fin de cuentas unos usurpadores, trataron de legitimarse casándose con princesas merovingias y continuaron con su reinado. Con Carlomagno llegaron a abarcar un imperio que se extendía por la totalidad de la Europa occidental y lo gobernaban al servicio de Roma.

Pero podría ser que la dinastía merovingia no se extinguiese con Dagoberto II. Según afirma el Priorato de Sión, los merovingios, la estirpe de Jesús, sobrevivieron a través de un hijo de Dagoberto que se habría salvado del asesinato de su familia. Se llamaba Sigisberto IV, y entre sus descendientes estaría más tarde Godofredo de Bouillon. Sabemos por los Evangelios que Jesús era de sangre real y de la estirpe de David. Es decir, Jesús era el heredero legítimo del trono de Jerusalén. Sus más incondicionales seguidores eran los nacionalistas zelotes, unos fanáticos integristas que aspiraban a expulsar al gobierno títere prorromano e reinstaurar el verdadero linaje real. En las Cruzadas, con la conquista de Jerusalén y la coronación de Godofredo de Bouillon, un heredero de Jesús recuperó su patrimonio legítimo volviendo a ser rey de la Santa Ciudad. Cráneo de Dagoberto II.

Es posible que dada la hegemonía de la Iglesia en la época, Godofredo nunca pudiera reivindicar como quisiera su linaje y su derecho. A fin de cuentas, Roma estaría detrás de la traición a su familia y aunque no sabemos si la Iglesia estaba al tanto o no del linaje del nuevo rey, una revelación pública podría haber sido muy peligrosa. Godofredo habría entonces, para proteger el secreto de ese linaje sagrado, creado la Orden de Sión y su brazo armado, la Orden del Temple. Curiosamente, las leyendas griálicas que surgieron en la Edad Media, presentan a los Templarios como los custodios del Santo Grial.

Así pues, el Santo Grial sí sería el portador de la sangre de Cristo, pero no en el sentido simbólico de un recipiente, sino de su descendencia: los portadores de su sangre. Y este sería el gran secreto del Priorato de Sión. Secreto compartido también por los Caballeros del Temple. Ahora se entiende porque los Templarios asociaron el culto de la Diosa Madre a la Magdalena (ver leyenda «El culto a las vírgenes negras»), pues ésta representaba la base de su existencia al identificarse con la madre del linaje perdido, la portadora del Grial.

El propio Priorato, los Templarios, o puede que ambos, desarrollando una estrategia a largo plazo, habrían protegido a los herederos del Rey de Israel con el objetivo de conseguir la dominación mundial bajo la égida de la dinastía davídica. No hace falta decir que las circunstancias históricas no permitieron que el objetivo se cumpliera. Tras la caída de Jerusalén y la pérdida de Tierra Santa el proyecto se fue a pique. Los herederos de David se vieron una vez más sin corona y la existencia de la Orden del Temple se hizo innecesaria. Algunos tratan de ver en esto una explicación de porque los Templarios no se resistieron cuando fueron apresados por las tropas de Felipe IV. Sin posesiones en Ultramar, separados de la Orden de Sión y con los descendientes de los merovingios nuevamente en la sombra, ya no tenían razón de ser.

El Priorato de Sión, que tras la desaparición del Temple se dedicó a manejar los hilos que rigen Europa desde la clandestinidad en pos de sus objetivos, asegura que pronto se producirá un vuelco en la situación política francesa que preparará el camino para la restauración de una monarquía. ¿Se cumplirán los objetivos de Sión y del Temple ocho siglos después? ¿Seremos testigos de cómo un descendiente merovingio recupera el trono de Francia? El tiempo lo dirá.

Aparece un perfil oculto de Leonardo en el Códice Atlántico, relacionado con la Mona Lisa


ABC.es

  • Los especialistas lo han hallado invertido bajo la axila de una aristócrata, dibujada en el folio 399 del manuscrito de la Biblioteca Ambrosiana

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Leonardo da Vinci está siempre bajo la lupa de los investigadores. Ahora se ha descubierto un Leonardo inédito: El perfil del genio del Renacimiento se descubre después de 500 años en el Codice Atlantico, que es una colección de dibujos y escritos de Leonardo da Vinci en 12 volúmenes. Ese perfil está en el folio número 399 de ese Codice, mimetizado o escondido en el rostro de una aristócrata.

Lo ha anunciado la investigadora italiana Carla Glori: «El maestro escondió su propio perfil bajo la axila de la joven que está dibujada de perfil». El diseño se encuadraría en la tendencia de Leonardo a la automímesis. La experta ha examinado el original llegando a esta conclusión: «Comparando ‘el perfil escondido’ con el de la joven se nota una extraordinaria semejanza; en la parte inferior de la cara existe además una coincidencia que se puede sobreponer, mientras la parte que va desde la base de la nariz hasta la frente solo difiere en lo justo para permitir caracterizar la inconfundible fisionomía del mismo Leonardo».

La semejanza de este perfil de la joven diseñada en el citado folio está verificada por la investigadora Carla Glori tanto en el autorretrato del maestro como en el diseño de perfil de Leonardo atribuido a Francesco Melzi.

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Pero hay más. En base a las similitudes de las imágenes publicadas, Carla Glori plantea la hipótesis de que, para pintar la Gioconda, Leonardo ajustó o casó el rostro femenino del primer cuadro –reconstruido por el investigador Pascal Cotte en el 2015 mediante una tecnología de luz reflexiva- con su propia cara.

Es decir, el experto francés Cotte descubrió que bajo el cuadro expuesto en el Louvre estaría la forma de otra figura femenina: «Sería la verdadera Lisa Gherardini, la mujer de Francesco del Giocondo, un comerciante de seda florentino; mientras que Mona Lisa, la mujer que aparece en la pintura final, es otra mujer».

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La verdad es que de teorías y misterios sobre la Mona Lisa de Leonardo se ha escrito muchísimo y se continuará haciéndolo. Sobre la teoría de Pascal Cotte hay escepticismo y la mayoría de los expertos cree la célebre Mona Lisa es Lisa Gherardini. En cualquier caso, la experta Carla Glori asegura que no hay ninguna duda sobre el descubrimiento de su perfil inédito de Leonardo. Pero tampoco hay duda de que la lupa de los investigadores sobre Leonardo seguirá, porque la vida del maestro del renacimiento y su obra encierran aún muchos misterios.

 

La tumba de la Mona Lisa se encuentra en un exconvento de Florencia


ABC.es

  • Lo revela con «muy alta probabilidad» el carbono 14. La fase definitiva de la investigación será «reconstruir a partir del cráneo su cara»
AFP | Excavaciones en el exconvento de Santa Orsola en Florencia

AFP | Excavaciones en el exconvento de Santa Orsola en Florencia

La tumba de la Gioconda está en Florencia. En la capital Toscana se anuncia que se habría resuelto muy probablemente el misterio que siempre ha rodeado al lugar de la sepultura de Lisa Gherardini del Giocondo, Mona Lisa, la modelo de Leonardo da Vinci para pintar, entre el 1502 y 1514, la Gioconda, el cuadro más célebre del mundo. «La absoluta seguridad de que algunos restos examinados sean de Lisa Gherardini no la damos, pero la probabilidad es altísima de que la tumba de la Gioconda se encuentre en el exconvento de Santa Orsola en Florencia». Así lo ha manifestado el investigador Silvano Vinceti, coordinador del Comité para la valorización de los bienes históricos.

Las excavaciones en ese exconvento, fundado en el 1309, comenzaron el 2011, encontrándose pocos meses después el esqueleto de una mujer fallecida justamente en la época de Lisa Gherardini del Giocondo. De acuerdo con documentos históricos, Lisa murió el 15 de julio de 1542, a los 63 años, y fue sepultada en la iglesia del convento habitado entonces por monjas benedictinas, en el mismo lugar donde había pasado los últimos meses de vida, asistida por una de sus hijas.

Silvano Vinceti, investigador conocido por sus estudios de Caravaggio, ha anunciado en rueda de prensa que uno de los restos sometidos al análisis del carbono 14 es compatible con el periodo de la muerte de Mona Lisa: «Hay elementos convergentes, además de los resultados del carbono 14, que nos indican que podríamos haber descubierto la tumba de Lisa. Hablo de estudios históricos, antropológicos y arqueológicos desarrollados con rigor. Hago notar que muchos historiadores habrían dicho que se trata de Mona Lisa con muchos menos elementos que nosotros hemos obtenido».

A la espera de confrontar el ADN

Paralelamente al descubrimiento en las excavaciones del exconvento de Santa Orsola, antropólogos forenses recogieron, en abril del 2014, muestras de ADN de los restos mortales de los miembros de Lisa Gherardini del Giocondo. En base a documentos históricos, en la tumba situada en la Capilla de los Mártires de la Basílica de la Santísima Anunciación de Florencia se encuentran los restos mortales del rico mercader florentino Francesco del Giocondo, marido de Lisa Gherardini, además del hijo de ambos, Piero, y de otro hijo, Bartolomeo, que Francesco del Giocondo tuvo con su primera mujer. El objetivo era confrontar el ADN de los restos del hijo Piero con los de su madre. Por el momento esta investigación no ha podido concluirse, según ha explicado el profesor de la Universidad de Bolonia, Giorgio Gruppioni: «Con las técnicas disponibles hasta el momento, no ha sido posible proceder al examen del ADN de los restos del hijo, porque se encuentran demasiado deteriorados a causa de las inundaciones del río Arno».

Así, pues, la investigación se para aquí momentáneamente. Pero Silvano Vinceti anunció que habrá una última fase: «Reconstruir a partir del cráneo la cara de Mona Lisa. Con ello, y con un error de solo el 5-7 %, podremos confrontar y dar una respuesta definitiva a una cuestión que desde hace siglos ocupa a los historiadores del arte de todo el mundo».

Mientras llega esa «nueva tecnología en los próximos años», prevista por el profesor Gruppioni, cierto enigma y misterio se mantendrá sobre la Gioconda, el retrato más famoso del mundo, emblema de la pintura y encarnación del arte tradicional, un cuadro que está siempre en el sueño y en la imaginación de los italianos. Fue el propio Leonardo da Vinci el que lo llevó desde Florencia a Francia, en 1516.

De palacio en palacio, desde Fontainbleu a Versailles y, después de haber decorado incluso el dormitorio de Napoleón Bonaparte, la Mona Lisa llegó al Museo del Louvre. Italia, que la considera parte de su patrimonio cultural, hubiera deseado que al menos hubiera regresado para montarle una gran exposición durante un mes. París jamás lo permitió. Los italianos se han tenido que conformar con investigar para descifrar su misterio.

Desvelan el misterio de la sonrisa de la Mona Lisa


ABC.es

  • Un nuevo estudio ha comparado este cuadro con el de «La bella principessa» y ha establecido que en ambos se utilizó el «sfumato» para lograr modificar el aspecto de su rostro
Archivo ABC El efecto resultante ha sido llamado la «sonrisa inalcanzable»

Archivo ABC | El efecto resultante ha sido llamado la «sonrisa inalcanzable»

La «sonrisa inalcanzable». Así es como han denominado Alessandro Soranzo y Michelle Newberry -de la Universidad Sheffield Hallam- el curioso fenómeno visual que se produce en cuadros como la Mona Lisa y que (generados mediante una técnica ancestral llamado «sfumato») logra que la boca de la protagonista esté sonriente o triste dependiendo del ángulo desde el que sea vista. A su vez, han contrastado dicha forma de pintar con la aplicada a otro cuadro de Leonardo da Vinci y han llegado a la conclusión de que también se utilizó en él.

Así lo afirma una investigación dirigida por estos dos expertos y que, hace algunas jornadas, se ha dado a conocer en la revista «Science Direct». Por lo tanto, parece que han logrado desvelar al fin el misterio de la Mona Lisa, cuyo rostro desconcertaba al mundo al mostrar una sonrisa o una tez seria atendiendo al lugar desde el que era mirada. Según explican, todo se debe a un truco visual muy ingenioso basado en el «sfumato», una técnica que se basa en la mezcla de una serie de colores y técnicas artísticas que engañan a nuestro cerebro.

Pero… ¿En qué consiste realmente la «sonrisa inalcanzable»? En palabras de los expertos, es un efecto que se sucede cuando, al mirar solo la boca de la dama de la pintura, esta parece sonreir. Mientras, si se fija la vista en sus ojos o cualquier otra parte de su cara, da la impresiób de estar seria.

La bella princesita

El hallazgo de este fenómeno y su relación con el «sfumato» ha podido descubrirse gracias a otro cuadro de da Vinci conocido como «La bella principessa». En él, el artista utiliza los mismos efectos visuales para modificar su rostro atendiendo al ángulo desde el que sea mirada. Con todo, en este caso la mujer del cuadro no es la Gioconda, sino Bianca, la hija ilegítima de Ludovico Sforza -Duque de Milán desde finales del siglo XV-. Al parecer, este hombre encargó al pintor el cuadro para honrar la boda de su pequeña (de 13 años) con un comandante del ejército milanés.

Tal y como explica la versión digital de la revista «Science Discover», el retrato fue realizado con la misma técnica por lo que, cuando se ve desde una distancia prudente, parece sonreír. Por el contrario, cuando se aprecia de cerca, su boca se torna en una mueca de desagrado. «La sonrisa desaparece a medida que el espectador se mueve, por mucho que quiera que se quede fija. Hemos llamado a esta ilusión óptica la “sonrisa inalcanzable”», señala Soranzo en su extensa investigación artística.

Las pruebas

Una vez descubierto el fenómeno, los expertos se propusieron averiguar cómo funcionaba. Para ello, solicitaron a una serie de voluntarios que disfrutaran de los rostros de los dos cuadros a una distancia considerable y, acercándose paulatinamente, valoraran del 1 al 7 los cambios que observaban en los lienzos (copias, por cierto, de los originales). Las imágenes eran, no obstante, borrosas en los bordes para asegurarse de que el centro de atención era la boca de las damas.

A continuación, repitieron el mismo experimento, aunque superponiendo de forma alternada rectángulos negros sobre los ojos y los labios de las mujeres. En el segundo caso, cuando se tapó la boca de las pinturas, los voluntarios no lograron discernir ningún cambio en sus facciones. Así pues, fue sencillo establecer que solo en la boca se hallaba el «truco maestro».

La bella principessa Wikimedia

La bella principessa | Wikimedia

Según el estudio, la «culpa» de esta ilusión óptica la tiene el «sfumato», una técnica que combina los colores para producir transiciones suaves y graduales en el ojo humano evitando usar los contornos claros. Esta curiosa forma de pintar fue utilizada en la «Mona Lisa» y en la«Bella Principessa», donde no hay una línea de separación clara entre los labios y el resto de la cara. «Tenuendo en cuenta el dominio de da Vinci de la técnica, y su posterior uso en la Mona Lisa, es perfectamente concebible que se hiciera de forma intencional.

El salero perdido de la Última Cena


ABC.es

  • León se preció de contar con la reliquia durante 500 años
wikimedia Judas derrama la sal con el brazo en el mosaico copiado por Giacomo Raffaelli de «La Última Cena» de Leonardo da Vinci

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Judas derrama la sal con el brazo en el mosaico copiado por Giacomo Raffaelli de «La Última Cena» de Leonardo da Vinci

«Es grandísima la devoción que toda la Ciudad tiene con esta Santa reliquia y el concurso que viene a nuestra Iglesia para adorarle el día de Jueves Santo». En la Semana Santa del siglo XIII a la que se refiere Fray Manuel Joseph de Medrano en la «Historia de la Orden de los Predicadores» (PP. Dominicos), el antiguo convento de Santo Domingo de León mostraba a sus fieles «el salero que sirvió la noche de la cena en la mesa de Nuestro Señor Jesucristo».

«Su materia es la preciosísima piedra de Calcedonia», la misma que la del Cáliz de Valencia, describía fray Joseph en 1727, basándose en datos antiguos de la orden. En la reliquia se leían las primeras palabras de la Salutación angélica y, en caracteres góticos, el testimonio de ser el salero de la Cena.

«Es la referencia más antigua que tenemos», apunta Carlos Taranilla de la Varga, quien en su «Breve historia de las reliquias leonesas y sus relicarios» (Didot) recuperó este dato olvidado desde el s.XVIII.

Al historiador leonés, autor de la adaptación al español actual del libro del Passo Honroso, le intrigaba esta reliquia que acompañó a don Suero de Quiñones en su famosa gesta en 1434. Así lo narró con todo lujo de detalles Pedro Rodríguez de Lena, escribano del rey Juan II de Castilla. Don Suero rezaba cada día ante un altar en el que, entre otros objetos, se encontraba el que «se dezía que era el salero en que Nuestro Señor Jesuchristo tenía la sal en su Sancta mesa en que el Sancto Jueves hizo su cena», una reliquia ilustrada con los doce apóstoles.

«Los dominicos, que asistieron a don Suero en su fecho de armas, llevaron el salero a la tienda del caballero leonés y después lo devolvieron al convento», explica Taranilla.

Ambrosio de Morales lo describió en su «Viage» (sic) de 1572 como «una escudilla algo lisa, aunque algo grande de Agata (…)», esmaltada en el centro, con una inscripción en latín tardío que rezaba: «Esta escudilla estuvo junto al seno de Nuestro Señor Jesucristo y fue adquirida por dinero al rey de Cila».

«La pieza era una escudilla, un pequeño plato del que se tomaba la sal con los dedos para espolvorearla sobre las comidas (e incluso sobre la estancia pues era señal de buenos augurios)», señala Taranilla. A su juicio, debió de ser comprada durante las Cruzadas en Asia Menor (de ahí la referencia al reino de Cila, de la región de la Eólida o Eolia).

La reliquia se conservó en un relicario de plata sobredorada en el convento de Santo Domingo de León, hoy desaparecido, durante más de cinco siglos. Allí se encontraba en 1752 cuando el jesuita Pedro Murillo Velarde anotó que estaba «en una caja de plata dorada» donde esta escrita «esta letra, bien antigua: «Ave Maria gratia plena» y en lengua y caracteres Góthicos, cómo sirvió en la última Cena».

«El salero es de Calcedonia, de lo mismo que el Cáliz que está en Valencia», añadió Murillo en su «Geographia histórica de Castilla la Vieja y Aragón».

reliquias-leon--146x220«Con la expresión «es de Calcedonia» se está refiriendo al material en el que se fabricó el objeto: un conglomerado de minerales de cuarzo en su variedad coralina -de color rojo cereza-, una especie de ágata u ónice, como también señalaba Ambrosio de Morales, denominación que proviene de su lugar de origen: Calcedonia», explica Taranilla de la Varga. Cerca de esta región se encontraba el reino de Cila a cuyo monarca le habría sido comprado quizá por un peregrino que lo regaló a la Orden en el siglo XIII, especula.

«Del salero que, según se dice, sirvió en la Última Cena consta documentación entre mediados del siglo XIII hasta 1752, unos 500 años, desconociéndose hasta el momento la suerte que pudo correr cuando la «francesada»», subraya el historiador leonés. Murillo fue el último en referirse a esta reliquia. El Padre Risco ya no la cita en su obra sobre las iglesias y monasterios de León en 1792, apenas 40 años después, y «resulta difícil que de haberla visto no la reseñara», según Taranilla.

La guerra de Independencia (1808-1814) causó graves daños a la ciudad de León. «Se saquearon las iglesias, donde estaban antes los tesoros. Si el salero seguía allí seguramente lo destrozarían», aventura Taranilla. El convento de Santo Domingo quedó en estado lamentable y acabó por ser derruido en el siglo XIX para reforzar las murallas durante las guerras carlistas, según recuerda el Ayuntamiento de León en su web. Del famoso salero no se conoce hasta el momento ni una ilustración, solo las referencias escritas hace más de 200 años.


El salero de Da Vinci

Leonardo da Vinci, la vida de un dandi


ABC.es

  • El genio del Renacimiento fue un hombre misterioso y con inagotables secretos, todavía por descubrir. Una nueva biografía viaja por algunos de los mitos del artista
Leonardo da Vinci, la vida de un dandi

Autorretrato de Leonardo da Vinci

Pintor sublime, escultor, ingeniero de vanguardia, inventor original, músico, arquitecto innovador, estratega audaz, escritor excéntrico, maestro exigente…Leonardo da Vinci (Vinci, 1452 – Amboise, 1519) está considerado uno de los más grandes genios de la humanidad, el autor del cuadro más famoso del mundo (la Gioconda), el precursor de numerosas invenciones modernas, pero sigue siendo uno de los personajes más enigmáticos de la historia.

Se hacen aún muchas preguntas sobre su figura, a las que intenta responder Costantino D’ Orazio, historiador del arte, en el libro «Leonardo secreto», que se acaba de publicar, en coincidencia con el 500 aniversario de la llegada de Leonardo a Roma y la gran exposición que se le prepara en Milán con motivo de la Exposición Universal 2015.

El autor hace un viaje al lado del genio del Renacimiento, quien escribió 13.000 páginas (muchas aún no descifradas), en las que ha indicado sus investigaciones, sus hipótesis y también sugerencias para pintar o construir mejor.

Pintura de vanguardia. Todavía hoy existen muchas cosas que no se pueden explicar, para empezar el hecho de que sus grandes obras maestras llegan después de sus cuarenta años. Su pintura anterior fue en parte rechazada, porque eran demasiado innovadoras para su tiempo.

Maestro de elegancia. ¿Era ceñudo y severo Leonardo como se refleja en su célebre autorretrato? Todo lo contrario. «Era una bella persona, proporcionada, agraciada y de bello aspecto», escribe Giorgio Vasari en su célebre libro «Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos» (1550). Era también un maníaco del cuidado de los cabellos, que los tenía largos hasta el pecho. Leonardo hizo perder la cabeza a muchos por su belleza, fue un gran seductor de duques y duquesas, una personalidad con mil caras. Pero la imagen que nos ha dado la historia es la de un anciano con el ceño fruncido y un pelo largo que se mezcla con la barba.

Elogio de la fealdad. Parece algo paradójico, pero Leonardo, que reflejó la belleza del mundo en cualquiera de sus formas, se sentía atraído por lo opuesto. Si se cruzaba casualmente en la calle con una cara particular lo seguía para anotar los detalles. Después en su casa «lo diseñaba como si lo tuviera presente», señala Vasari.

Sexualidad. Leonardo se rodea de jóvenes, escogidos por su belleza. Freud llega a la conclusión que la homosexualidad, que el artista vivió de forma problemática, se debía a la ausencia de la madre. En 1476 fue acusado de sodomía pero fue absuelto. En esa época era muy frecuente la homosexualidad en Florencia (los alemanes usaban la palabra «florenzer» para indicar un gay). Leonardo pasó miedo con la denuncia, hasta el punto de que llegó a proyectar un curioso «instrumento para abrir una prisión desde dentro».

Leonardo da Vinci, la vida de un dandi

 La búsqueda del equilibrio. El «Hombre de Vitruvio». El interés obsesivo de Leonardo por el cuerpo humano abraza la reflexión filosófica. El artista no se limita a describir lo que observa, sino que también se interroga sobre el papel del hombre en el universo. Este famoso diseño de Leonardo es considerado el icono del Renacimiento, un elogio de las proporciones y la demostración de que el universo gira alrededor del ser humano.

Gioconda. Es una persona que existió porque Leonardo pintó retratos solo por encargo. Lo extraordinario y fascinante de este cuadro es que nunca lo entregó a quien se lo ordenó y lo llevó siempre consigo, incluso a Francia. Continuará pintándolo hasta el final: lo llegó así a transformar en una figura ideal, diferente de la inicial, como demuestra la radiografía publicada en el libro.

«La última cena». Es una obra maestra frágil porque no es un fresco. Leonardo, como Caravaggio, no amaba los frescos porque ésta es una técnica que exige una gran programación y mucho método, y no permite dudas ni correcciones. Por esto Leonardo experimento otra técnica, la témpera y óleo sobre una preparación de yeso. Diez años después de terminar la obra comenzó su deterioro.

Invenciones de Leonardo. Se le atribuyen decenas de invenciones. Seguramente son demasiadas. En realidad se trata de intuiciones excepcionales que Leonardo diseña y analiza en los mínimos detalles, indicando con precisión incluso todos los materiales a utilizar. Muchos son irrealizables, porque tienen un peso excesivo, son demasiado grandes e imposibles de maniobrar, pero aún así sorprenden por su modernidad. Algunas de las «invenciones» de Leonardo se basan en ideas concebidas por otros ingenieros: él las estudia y logra mejorarlas con su excepcional intuición y espíritu de observación. Estás son las más curiosas: Helicóptero, paracaídas, equipo de buceo, flotadores para caminar sobre el agua (el artista estaba fascinado por el milagro de Jesús que camina sobre el lago Tiberiades), automóvil, puente colosal de 660 metros de largo sobre el Bósforo, bicicleta, autómata o especie de hombre mecánico (es el primer robot de la historia).

El viaje sobre el mundo de Leonardo es muy largo. Aquí están recogidos solo unos apuntes de su última biografía, pero, como escribe el autor, cabe esperarse todavía muchas novedades.

Canal Historia demuestra que todo está conectado en su nueva superproducción «Big History»


Canal Historia

BIG HISTORY

Esta nueva serie relaciona hechos significativos de la Historia con nuestra vida diaria desde una perspectiva científica. Un ejemplo: ¿sabías que el legado del ‘Titanic’ lo llevamos a diario en nuestros bolsillos? Cada vez que llamamos con el teléfono móvil utilizamos ondas de radio que se implantaron a raíz de que fracasaran las peticiones de rescate del emblemático transatlántico a través del telégrafo. También este aparato está relacionado con el Big Bang, puesto que aquella gran explosión…

Historia demuestra que todo está conectado en su nueva superproducción «Big History»

Esta nueva serie relaciona hechos significativos de la Historia con nuestra vida diaria desde una perspectiva científica. Un ejemplo: ¿sabías que el legado del ‘Titanic’ lo llevamos a diario en nuestros bolsillos? Cada vez que llamamos con el teléfono móvil utilizamos ondas de radio que se implantaron a raíz de que fracasaran las peticiones de rescate del emblemático transatlántico a través del telégrafo.

También este aparato está relacionado con el Big Bang, puesto que aquella gran explosión dio origen al tantalio, un elemento escaso y misterioso empleado en pequeñísimas cantidades en la fabricación de los teléfonos móviles. Sin él, estos dispositivos serían 12 veces más grandes. Otros episodios abordarán temas como el de los padres fundadores de EE UU, la guerra de Secesión o la revelación de misterios de la antigüedad, todos ellos salpicados de píldoras de ciencia sorprendentes protagonizadas por la sal, el hielo, los proyectiles, etc.

Cada capítulo de la serie está contado de una forma totalmente novedosa, derribando los muros que separan la ciencia de la Historia y convirtiendo incluso a la Gran Historia en una disciplina emergente en las universidades de Estados Unidos.

EPISODIOS

«La sal»

Es evidente que el hombre no puede vivir sin aire, comida, agua y, aunque no sea tan reconocida, sin sal. Este compuesto ha sido el sostén de nuestra civilización: en la agricultura, en la tecnología e incluso en la construcción de la Gran Muralla china. Pero la sal también provocó guerras e hizo estallar revoluciones. Se trata de un elemento clave para descubrir Big History y comprender todo lo que hay en el universo, porque, desde un punto de vista molecular, nuestros pensamientos están hechos de sal.

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«El oro»

La fascinación del hombre por el oro se debe a un capricho de la evolución. Se convirtió en la moneda del mundo por una anomalía en la tabla periódica. Y solo existe en la superficie terrestre por una peculiaridad en las antiguas órbitas de Júpiter y Saturno. Este preciado metal ha representado siempre la estabilidad y, aun así, ha derribado imperios. Se ha transformado en todo tipo de objetos, desde dinero a anillos de boda, y se encuentra en cualquiera de los ordenadores y teléfonos móviles que utilizamos. Pero la verdadera razón por la que codiciamos el oro se halla en nuestro cerebro.

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«El caballo»

Puede que el perro sea el mejor amigo del hombre, pero es el caballo el que levantó imperios. Por encima de cualquier otro animal del planeta, el caballo ha sido la fuerza impulsora detrás de la expansión del comercio, la innovación y la industria. Se trata de una pieza clave para descubrir la gran historia de la civilización.

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«El frio»

El frío provocó extinciones masivas, pero sin él la humanidad no hubiera evolucionado hasta caminar sobre dos piernas. El frío dividió el mundo antiguo en granjeros y nómadas y provocó guerras interminables, aunque también acabó con Napoleón y Hitler. El frío hundió el ‘Titanic’, pero a su vez levantó rascacielos. Es tanto un perjuicio como un beneficio y un aspecto ineludible de nuestra historia.

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«Mega estructuras»

Llevamos 5.000 años construyendo edificios gigantescos: desde la pirámide de Giza hasta la torre Burj Khalifa, en Dubái. ¿Por qué unas culturas han creado megaestructuras y otras las han evitado? ¿Cómo afecta el tamaño de un imperio al de sus construcciones? ¿Y en qué punto una estructura es demasiado grande para su propia infraestructura… y se derrumba?

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«La armas»

De todos los mamíferos, el hombre es la única especie que utiliza armas para matar a distancia. Y no sería así si no tuviéramos una muñeca única que nos permite disparar con precisión. La invención del arco, el descubrimiento accidental de la pólvora por un alquimista chino o el diseño de una ametralladora a cargo de Leonardo da Vinci demuestran que la historia se ha definido por la búsqueda continua del poder sobre los demás. El mismo imperativo ha moldeado a otras especies, motivo por el cual los biólogos dicen que la evolución es, en definitiva, una carrera armamentista.

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«La vaca»

En algunas sociedades las vacas son sagradas; en otras van directas a la barbacoa en forma de hamburguesas. Este mamífero es clave para descubrir la gran historia de cómo la humanidad migró por el globo y cómo vive actualmente. Gracias a su carne y su leche, ningún otro animal doméstico ha alimentado al hombre como lo ha hecho la vaca, y desde el primer rebaño amansado en el año 8500 a. C., nuestra relación con el ganado bovino ha proporcionado al ser humano la ventaja que necesitaba para sobrevivir.

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«Las montañas»

Las montañas forman defensas y fronteras naturales, trazan las rutas del comercio y afectan de manera sensible al clima. Han sido además hogar de los dioses, como el monte Sinaí, el monte Olimpo o el Tíbet, pero también han fragmentado pueblos y provocado guerras, como las cordilleras de los Balcanes, del Cáucaso o los valles de Afganistán. La vida incluso pudo haber surgido de un volcán submarino y podría estar en serio peligro si mega volcanes como Yellowstone, en EE UU, entraran en erupción.

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«La exitación»

A medio mundo le gusta comenzar el día con una taza de café o té que contenga una buena dosis de cafeína. Pero ¿cómo hemos llegado a engancharnos a estas sustancias excitantes y por qué las consideraron tan destructivas en Suecia o Prusia como para prohibirlas? Estos simples productos contribuyeron a transformar nuestra civilización como impulsores de la exploración, la revolución y el movimiento ilustrado.

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«El vuelo»

Los árboles y las plantas de nuestro planeta solo existen porque los animales adquirieron la capacidad de volar. Desde Leonardo da Vinci hasta los hermanos Wright, el hombre ha invertido siglos persiguiendo el sueño de desplazarse por el aire, pero, para alcanzarlo, primero tuvimos que comprender el concepto de Big History y las características únicas de la Tierra que nos permiten desafiar a la gravedad.

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«El teléfono móvil»

Busca en los bolsillos de cualquier persona que conozcas y encontrarás un vínculo entre todas ellas: el teléfono móvil. Es la pieza pequeña de tecnología más extendida en el planeta, y aunque es un aparato muy moderno, en realidad lleva miles de millones de años fabricándose. La historia de cómo se creó y cómo funciona el teléfono móvil conecta acontecimientos aparentemente aislados a lo largo del espacio y el tiempo: desde el Big Bang al hundimiento del ‘Titanic’ o la II Guerra Mundial.

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«Los meteoritos»

Los meteoritos trajeron agua y minerales a la Tierra, y de esta forma hicieron la vida posible. El impacto de un asteroide acabó con los dinosaurios y permitió al ser humano evolucionar, aunque un futuro choque podría exterminarnos a nosotros también. En un sentido amplio se puede decir que vivimos en un planeta formado en su origen por miles de millones de meteoritos, asteroides y cometas.

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«Los códigos secretos»

El hombre ha confiado desde siempre en los códigos: los primeros signos del lenguaje se remontan 100.000 años atrás. Julio César inventó códigos secretos para la guerra, mientras que el ‘Kamasutra’ lo hizo para el sexo. Los descifradores de la II Guerra Mundial allanaron el camino para la creación del sistema binario de los ordenadores modernos y, hoy día, los códigos de la física digital parecen controlar la estructura de la realidad. No hay que olvidar que todo ser vivo sobre la Tierra se desarrolla a partir de un código que hasta hace muy poco era secreto, el del ADN.

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«La plata»

La plata es el ingrediente secreto de Big History. Es fundamental en la construcción de espejos y sin ella no habría ni fotografía ni cine. Este metal propició que los antiguos griegos derrotaran a los persas y salvaran a la civilización occidental y que el Imperio británico convirtiera a China en un país de adictos al opio. Gracias a la plata se creó la primera moneda mundial y surgió el movimiento populista moderno. Podemos llevarla en los bolsillos en forma de monedas, pero el verdadero origen de la plata está en las estrellas supernovas.

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«El sol»

Los ciclos solares han marcado el devenir de las civilizaciones. Sirvan como ejemplos el desarrollo de la agricultura que tuvo lugar hace 12.000 años o la hambruna que golpeó a Europa durante la pequeña edad del hielo del siglo XIV. Los antiguos sacerdotes intentaron controlar el Sol a través de sofisticados calendarios, mientras que los científicos modernos vigilan el astro a través de docenas de satélites. El objetivo es proteger al planeta de una explosión solar que podría destruir la civilización.

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«El agua»

Una molécula formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno es la clave de la vida en sí misma. En este episodio recorremos la historia del agua desde el inicio de los tiempos hasta la actualidad. Las civilizaciones surgieron en los valles de los ríos, el retiro de los glaciares abrió Europa a la supervivencia humana, y los proyectos de arquitectura hidráulica han sido el sello de imperios, como los acueductos romanos o la presa Hoover de EE UU. La vida se inició en el agua y se nutre de ella, pero hoy día la escasez mundial de este recurso podría suponer una amenaza para la civilización tal como la conocemos.

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INFOGRAFIAS

Leonardo da Vinci, un anatomista del siglo XXI


ABC.es

  • Una exposición evidencia la impresionante precisión de los dibujos del artista realizados en 1510, en comparación con escáneres médicos de la actualidad

Leonardo da Vinci, un anatomista del siglo XXI

Er Majesty Queen Elizabeth II 2013
Los músculos, huesos y tendones de la mano y los músculos y tendones de la pierna y pie izquierdo

Hace más de 500 años, un joven florentino de insaciable curiosidad y genio polifácetico era capaz de imaginar ideas muy adelantadas a su tiempo. Además de su condición de pintor y escultor, Leonardo da Vinci sintió la profunda necesidad de descubrir los entresijos del funcionamiento del cuerpo humano. Sus dibujos anatómicos, además de auténticas obras de arte, destacaron por su exactitud y minuciosidad.

La precisión médica que Leonardo derrochó en sus ilustraciones ha quedado evidenciada de nuevo, después de que un grupo de científicos haya realizado una exhaustiva investigación médica que revela que los dibujos del artista coinciden con los escáneres y resonancias magnéticas realizadas en la actualidad, según informa el diario inglés The Telegraph.

El proyecto, que se presentará en el Festival Internacional de Edimburgo en agosto, compara por primera vez el trabajo del maestro con pruebas realizadas gracias las últimas tecnologías, revelando los detalles minuciosos que Leonardo fue capaz de captar. En una serie de 30 fotografías, la Royal Collection Trust expondrá diferente dibujos anatómicos de Da Vinci junto a una tomografía o un escáner. La comparación pretende mostrar el acusado nivel de precisión que alcanzó da Vinci, a pesar de las limitaciones tecnológicas de aquella época y la escasez de conocimiento médico contemporáneo.

Los dibujos datan en su mayoría del invierno de 1510 a 1511 cuando el pinto completó alrededor de 20 disecciones, mostrando los músculos, huesos y tendones del cuerpo humano. El artista también reprodujo la primera imagen exacta de la columna vertebral, así como la formación de un feto en la matriz en la posición correcta.

La intención de Leonardo

La intención de Da Vinci era publicar esas investigaciones en un tratado sobre anatomía, pero en el momento de su muerte, en 1519, sus trabajos anatómicos aún figuraban entre los documentos privados, y desorganizados, por lo que permanecieron ocultos durante 300 años. En el caso de que hubieran visto la luz en su momento, probablemente se hablaría hoy de Da Vinci como el padre de la anatomía humana, según aseguran los responsables del proyecto.

«Por primera vez vamos a mostrar las obras del artista junto con ejemplos impresionantes de imágenes médicas, que muestran cómo las preocupaciones y los métodos de los anatomistas más importantes del mundo han cambiado poco en 500 años», sostiene Martin Clayton, comisario de la exposición.

La relevancia actual de la obra de Leonardo es sólo uno de los proyectos que se expondrán durante la celebración del festival, en el palacio de Holyroodhouse de Edimburgo, que en esta edición se adentra en la influencia que la tecnología ha ejercido en el arte. «En un año en que la celebración del Festival Internacional de Edimburgo se centra en la miríada de formas en que la tecnología cambia y se apodera de la imaginación de los artistas, no hay mejor ejemplo de ello que el genio de Leonardo da Vinci y su comprensión profunda y poética de la condición humana», declaró Jonathan Mills, director del Festival Internacional de Edimburgo.

‘Leonardo punto net’


El Mundo

  • La Biblioteca Nacional digitaliza los códigos ‘Madrid I’ y ‘Madrid II’

Los códices ‘Madrid I’ y ‘II’ de Leonardo Da Vinci, la única obra del genio renacentista en España, son a partir de hoy accesibles desde cualquier lugar del mundo gracias al proyecto ‘Leonardo interactivo’ puesto en marcha por la Biblioteca Nacional de España (BNE).

 

«La tecnología del siglo XV se encuentra con la del siglo XXI» con ‘Leonardo interactivo’, según Isabel Bordes, coordinadora de esta iniciativa presentada en la Biblioteca Nacional, institución encargada de la custodia de los originales de ambos códices, a los cuales se podrá acceder ahora en la página del proyecto.

La nueva web, fruto de la colaboración entre la BNE y Telefónica, es una respuesta a la buena acogida que ha tenido ‘El Quijote interactivo’, puesto en marcha a finales de octubre de 2010 y que ha recibido ya más de 2.300.000 visitas.

Precisamente han sido los seguidores de la BNE a través de una encuesta en Facebook quienes han elegido los códices de Da Vinci como siguiente libro interactivo tras el Quijote, lo que da idea del interés que sigue despertando la obra del genio del Renacimiento italiano.

‘Leonardo interactivo’ permite al usuario el acceso a 718 páginas digitalizadas, tras la restauración realizada recientemente en la BNE a ambos códices, así como la posibilidad de enlazar con más de 120 obras de la época, 42 animaciones en 3D, casi cien citas extraídas de los códices del Leonardo más personal y un mapa cronológico que recoge pasajes de su vida.

El proyecto de estos manuscritos encontrados en los archivos de la BNE en 1964, tras permanecer 150 años extraviados, también incluye el acceso a 11 pistas de música de la época, dos de ellas con reconstrucciones de instrumentos mejorados por Da Vinci como la viola organista.

Los ‘Códices Madrid’ se encuadran en el periodo más fructífero de la vida de Leonardo. El primero de ellos es un tratado de mecánica y estática el segundo está relacionado con la fortificación, la geometría y la estática. Así, el ‘Códice Madrid I’ es el más homogéneo de los dos en cuanto a su contenido, de gran riqueza visual, descriptiva y técnica, por lo que ha permitido la inclusión de animaciones en 3D de algunos de los mecanismos inventados por Da Vinci que siguen teniendo aplicación práctica hoy día.

Este tratado permitirá, a través de juegos, un acercamiento más lúdico a la vida y obra de Leonardo, aplicaciones a las que también se podrá acceder desde las nuevas plataformas tecnológicas, como móviles o tabletas.

El códice ‘Madrid II’ contiene una sección con un breve inventario de la biblioteca personal del italiano, algunas de las cuales servirán en este libro interactivo para enlazar con algunos fondos ya digitalizados de la institución gracias al proyecto Biblioteca Digital Hispánica.

Ambos tratados contienen anotaciones y dibujos diferentes entre sí en cuanto a contenido y época, y los temas se mezclan en los mismos de manera arbitraria, motivo por el cual se ha incluido en ‘Leonardo interactivo’ un índice que agrupe las páginas que contengan información acerca de un tema específico.

Considerado como una completa radiografía de los textos de Da Vinci, se ha invertido en su elaboración interactiva más de 20.000 horas de trabajo por parte de un equipo multidisciplinar integrado 40 profesionales entre bibliotecarios, investigadores, informáticos, diseñadores y gestores.

Para el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, iniciativas como ésta abren «una ventana de esperanza e ilusión» en «tiempos difíciles», y ha recordado que con la misma la BNE, una institución con tres siglos de historia, realiza «una valiosa labor de innovación que logra situar la cultura al alcance de todos».

La directora de la institución, Gloria Pérez-Salmerón, ha recordado que la Biblioteca cuenta a día de hoy con más de cien mil obras digitalizadas, y ha señalado que la selección de la obra de Leonardo a través de Facebook se realizó el verano de 2010.

Por su parte, Juan Gili, director de Marketing digital de Telefónica, empresa que aporta diez millones de euros para la digitalización de los fondos libres de derechos de autor de la BNE, señaló que en los cuatros años y medio que dure el convenio la institución contará con más de 250.000 obras digitalizadas.