Confirmado: Encelado tiene un océano subterráneo global


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  • La sonda Cassini ha aportado nuevos datos que muestran que existe una gran masa líquida bajo la capa de hielo del satélite de Saturno
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NASA/JPL | Ilustración que muestra la estructura interna de Encelado. El tirón gravitarorio de Saturno deforma su superficie

Ahora es seguro del todo. Encelado, la enigmática luna de Sarurno, cuenta con un océano subterráneo global, es decir, que ocupa todo el planeta y que permanece oculto bajo una gruesa capa de hielo. Los datos definitivos proceden de la sonda Cassini, de la NASA, que lleva años estudiando a fondo el sistema de satélites de Saturno y que ha hecho ya varias «visitas» a Encelado.

Hace ya tiempo que los investigadores se dieron cuenta de que Encelado, a medida que giraba alrededor del gigantesco planeta anillado, mostraba un extraño abultamiento. Una «deformidad» que sólo podía explicarse con la existencia de una masa líquida y en movimiento bajo la superficie. Una masa capaz de «abombar» el satélite debido a la enorme fuerza gravitatoria de Saturno.

El hallazgo confirma que los géiseres detectados en varios puntos de Encelado, formados por vapor de agua, partículas de hielo y moléculas orgánicas sencillas, proceden, sin duda alguna, de fracturas en la superficie helada cerca del polo sur, que permiten escapar a una pequeña parte del agua que se almacena debajo. La investigación acaba de publicarse en la revista Icarus.

El análisis de datos anteriores de la Cassini ya sugerían la presencia de una gran cantidad de agua líquida bajo la corteza helada de Encelado, aunque al principio se suponía que el mar subterráneo solo ocupaba una porción del satélite y alrededor de su polo sur.

Gravedad para detectar el océano

Sin embargo, los datos gravitatorios obtenidos durante las numerosas «pasadas» de la Cassini por Encelado sugerían que ese mar podría ser mucho mayor, incluso todo un enorme océano subterráneo y global. Los nuevos resultados confirman que, efectivamente, es así.

«Era un problema que necesitaba de años de observación y cálculos en diversas disciplinas -explica Peter Thomas, investigador de la misión Cassini y primer firmante del artículo-, pero ahora sabemos que estábamos en lo cierto».

Durante más de siete años, los científicos han analizado miles de imágenes de Encelado procedentes de las cámaras de la Cassini. Y sobre ellas han calculado detalladamente la posición exacta de muchas de sus características geográficas, la mayoría de ellas cráteres de impacto de meteoritos. Con esos datos, lograron medir con extraordinaria precisión cómo variaba la posición de esos cráteres durante la órbita de Encelado alrededor de Saturno.

Así es como se dieron cuenta de que, a medida que la luna completa su órbita, su superficie muestra un ligero, aunque detectable, abultamiento. Además de ligeros movimientos del planeta entero hacia delante y hacia atrás, causados por los movimientos de la enorme masa de agua subterránea durante su periplo orbital.

Mareas gravitatorias

Encelado cuenta, pues, con un núcleo y una corteza sólidas, pero entre ambas existe una enorme masa de agua liquida que envuelve por completo al satélite.

El mecanismo que ha permitido a este gran océano global mantenerse líquido es aún un misterio. Thomas y sus colegas sugieren varias ideas para llevar a cabo nuevos estudios sobre la cuestión, como por ejemplo que las propias mareas gravitatorias de Saturno sean capaces de generar mucho más calor del que se creía.

«Es un gran paso hacia la comprensión de este mundo, y demuestra la clase de descubrimientos inesperados que podemos hacer con misiones de larga dirección a otros planetas», asegura por su parte Carolin Porco, coautora de la investigación.

Desvelar la historia y los secretos de Encelado es, en efecto, uno de los mayores logros de la misión Cassini, que lleva estudiando el sistema de Saturno desde 2004 y que volverá a acercarse a Encelado el próximo 28 de octubre, día en que pasará a solo 49 kilómetros de su superficie.

El baile de las lunas de Saturno


El Mundo

Las lunas Rhea y Titán de Saturno.

Como dos hermanos, las lunas Rhea y Titán de Saturno están hechos de la misma pasta, pero en apariencia son muy distintos. En esta insólita imagen lograda por la sonda Cassini de la ESA y la NASA se pueden ver estos dos satélites, los más grandes del planeta de los anillos: Rhea, con un diámetro de unos 1.528 kilómetros, y su gran compañero Titán, de 5.150, un 50% más grande que nuestra Luna.

Así, aunque los dos satélites son muy similares en su composición de roca y hielo de agua, Rhea se muestra repleto de cráteres, ensombrecido por la magnitud y el resplandor dorado de Titán.

Las investigaciones de Cassini han hecho posible que los astrónomos estudien a estos satélites. Así, creen que Rhea comprende tres cuartas partes de hielo y una cuarta parte de roca. Además, las observaciones de la sonda han determinado que esta luna no contiene un núcleo rocoso, sino que se trata de una mezcla de hielo y roca, lo que le da la apariencia de «bola de nieve sucia».

Por su parte, el tono anaranjado de Titán es producto de su atmósfera densa, rica en nitrógeno y con sustancias como el metano, hidrógeno e hidrocarburos, formados por reacciones con la luz del Sol que, con el tiempo, forma una niebla de humo anaranjado.

En algunas imágenes, la atmósfera superior de Titán adquiere un aspecto a modo de capas de cebolla, con ‘rayas’ de neblina apiladas una encima de otra. En esta imagen se muestra una de estas capas:una banda azul nebulosa que rodea Titán. Esta neblina se extiende alrededor de la luna e ilumina en dos zonas en forma de media luna formando ‘capuchas polares’. En la parte derecha de la imagen se distingue el polo norte, mientras que el sur se encuentra a la izquierda.

Así como la misión Cassini ha dedicado mucho tiempo a estudiar Titán, también ha realizado numerosos sobrevuelos de Rhea parasondear sus características de la estructura interior, la atracción gravitacional y de superficie.

Estos encuentros demostraron que este satélite es un cuerpo antiguo y lleno de cráteres. Además, guarda numerosas cicatrices de impactos pasados, algo que los astrónomos quieren explorar. Para saber más acerca de la tasa de choques y la cantidad de deshechos cósmicos que llueven sobre el sistema de Saturno, los científicos se valdrán del sobrevuelo de Cassini sobre de la superficie de Rhea.

La extraña isla «intermitente» de Titán desconcierta a la NASA


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  • La formación aparece y desaparece en las distintas observaciones realizadas por la nave Cassini de la agencia espacial
La extraña isla «intermitente» de Titán desconcierta a la NASA

NASA/JPL | La extraña formación geológica en el mar de Titán, vista por la nave Cassini

La nave espacial Cassini de la NASA está siguiendo la evolución de una misteriosa formación geológica en Ligeia Mare, uno de los grandes mares de hidrocarburos de Titán, la mayor de las lunas de Saturno. El lugar tiene una superficie de unos 260 km cuadrados y ha sido observado en dos ocasiones, pero con una apariencia distinta. Ha sido apodado por los astrónomos «isla mágica» porque aparece y desaparece repentinamente.

La extraña formación, que aparece brillante en las imágenes de radar contra el fondo oscuro del mar líquido, fue vista por primera vez en julio 2013 durante un sobrevuelo de la Cassini sobre Titán. Las observaciones anteriores no habían detectado nada semejante en esa parte de Ligeia Mare.

Los científicos se quedaron perplejos al encontrar que la isla se había desvanecido cuando miraron de nuevo, durante varios meses, con el radar de baja resolución y de imágenes de infrarrojo de la Cassini. Esto llevó a algunos miembros del equipo a sugerir que podría haber sido algo transitorio. Pero durante el sobrevuelo de la Cassini el 21 de agosto de 2014, la formación fue visible de nuevo, y su aspecto había cambiado durante los once meses desde que había sido visto por última vez.

No es un defecto

Los científicos del equipo de radar están seguros de que esa formación no es un defecto en sus datos, lo que habría sido una de las explicaciones más simples. Tampoco ven evidencias de que sea el resultado de la evaporación en el mar, ya que la costa general de Ligeia Mare no ha cambiado notablemente.

El equipo cree que la formación podrían ser ondas en la superficie, el aumento de burbujas, sólidos flotantes, sólidos suspendidos justo debajo de la superficie, o tal vez algo más exótico.

Los investigadores sospechan que la aparición de esta formación podría estar relacionada con el cambio de estaciones en Titán, al tiempo que el verano se acerca en el hemisferio norte de la luna.

«La ciencia ama el misterio, y con esta formación enigmática, tenemos un ejemplo emocionante de los cambios en curso en Titán», ha dicho Stephen Wall, líder del equipo adjunto del equipo de radar de la Cassini, con base en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. «Tenemos la esperanza de que vamos a ser capaces de seguir viendo desplegarse los cambios y hacernos una idea acerca de lo que está pasando en ese mar extraterrestre».

 

El misterioso hexágono de Saturno, visto como nunca


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  • Nuevas imágenes de la sonda Cassini pueden ayudar a esclarecer los orígenes de esta estructura de 30.000 km de longitud, una de las más enigmáticas del Sistema Solar
El misterioso hexágono de Saturno, visto como nunca

NASA | El hexágono de Saturno, en la última y mejor imagen en color de la sonda Cassini

El gigantesco hexágono de Saturno es una de las estructuras más misteriosas del Sistema Solar. Situado en la atmósfera del polo norte del planeta, su origen todavía no ha sido esclarecido del todo. Lo que sí se sabe es que esta fortísima corriente de aire es gigantesca -30.000 km de longitud, en su centro caben cuatro Tierras- y responde a un patrón regular del círculos concéntricos, espirales y figuras serpenteantes. Además, es extraordinariamente longevo, ya que se conoce desde hace tres décadas. Ahora, la nave espacial Cassini de la NASA ha obtenido las imágenes en más alta resolución conseguidas hasta ahora de este raro fenómeno de seis lados.

Este es el primer vídeo del hexágono en utilizar filtros de color y que muestra una visión completa de la parte superior de Saturno a unos 70 grados de latitud. La imagen comprende aproximadamente 30.000 kilómetros de ancho. El hexágono es una corriente en chorro ondulante con los vientos de unos 300 kilómetros por hora, con una enorme tormenta que gira en el centro. No hay nada parecido en otro lugar del Sistema solar.

Siglos de duración

«El hexágono es solo una corriente de aire, y las características climáticas comparten similitudes con un sistema turbulento e inestable», explica Andrew Ingersoll, miembro del equipo de imágenes de Cassini en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena. «Normalmente, un huracán en la Tierra dura una semana, pero esto ha estado aquí durante décadas -y quién sabe- tal vez siglos».

Los patrones del clima en la Tierra se interrumpen cuando se encuentran con la fricción de las formas terrestres o de las capas de hielo. Los científicos sospechan que la estabilidad del hexágono tiene algo que ver con la falta de accidentes geográficos sólidos en Saturno, que esencialmente es una gigantesca bola de gas.

Estas estupendas imágenes del hexágono son posibles porque el Sol comenzó a iluminar su interior a finales de 2012. Cassini capturó imágenes del hexágono en un lapso de tiempo de diez horas con cámaras de alta resolución, dando a los científicos una buena oportunidad para observar el movimiento de las estructuras de nubes en su interior.

De esta forma, pudieron ver la tormenta y pequeños vórtices que giran en la dirección opuesta del hexágono. Algunos de los vórtices son arrastrados junto con la corriente de chorro como si estuvieran en una pista de carreras. El mayor de estos vórtices se extiende por alrededor de 3.500 kilómetros, aproximadamente el doble del tamaño del mayor huracán registrado en la Tierra.

Los científicos analizaron estas imágenes en falso color, un método de representación que hace que sea más fácil distinguir las diferencias entre los tipos de partículas en suspensión en la atmósfera -partículas relativamente pequeñas que forman la neblina- dentro y fuera del hexágono.

«En el interior del hexágono, hay menos grandes partículas de neblina y una concentración de pequeñas partículas, mientras que fuera del hexágono ocurre todo lo contrario», apunta Kunio Sayanagi , del equipo de imagen de Cassini en la Universidad de Hampton, Virginia. «La corriente en chorro hexagonal está actuando como una barrera, que se traduce en algo así como el agujero de ozono antártico de la Tierra».

Solsticio de verano en 2017

El agujero de ozono de la Antártida se forma dentro de una región delimitada por una corriente en chorro con similitudes con el hexágono. Las condiciones invernales permiten que los procesos químicos que destruyen el ozono se produzcan, y la corriente en chorro impide un reabastecimiento de ozono desde el exterior. En Saturno, las grandes partículas no pueden cruzar la corriente en chorro hexagonal desde el exterior, y las partículas de gran tamaño se crean cuando la luz del Sol brilla en la atmósfera. Solo recientemente, con el inicio de la primavera del hemisferio norte de Saturno en agosto de 2009, la luz solar comenzó a bañar el el hemisferio norte del planeta.

«A medida que nos acercamos solsticio de verano de Saturno en 2017, las condiciones de iluminación en su polo norte van a mejorar, y estamos emocionados de realizar un seguimiento de los cambios que se producen tanto dentro como fuera de los límites del hexágono», afirma Scott Edgington, subdirector científico del proyecto Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California

La Tierra, un punto azul diminuto tras los anillos de Saturno


El Mundo

  • Es la primera imagen en las que son visibles a la vez
Imagen tomada desde Saturno el pasado 19 de julio. |

Imagen tomada desde Saturno el pasado 19 de julio. | NASA/JPL/SSI

Visto desde Saturno, como hubiera dicho Carl Sagan, nuestro hogar planetario es un diminuto punto azul en el inmenso océano del Cosmos. Así lo demuestra la espectacular imagen tomada por la sonda espacial Cassini, la primera en la que se ve simultáneamente al planeta de los anillos y sus lunas, junto a la Tierra, Venus y Marte, son visibles a la vez.

La nueva panorámica del majestuoso sistema de Saturno se acaba de presentar en el Newseum, en Washington. El equipo técnico de la Cassini tuvo que procesar hasta 141 fotos de gran ángulo para crear esta imagen panorámica, que abarca 651.591 kilómetros.

«En esta magnífica imagen, Cassini nos ha dado un universo de maravillas , afirmó Carolyn Porco, directora del equipo de imagen de la nave en el Instituto de Ciencia Espacial en Boulder, Colorado. «Y lo hizo en un día en el que personas de todo el mundo, simultáneamente, aplaudían por la profunda alegría de estar vivos en un pálido punto azul».

Esta imagen es fruto de la campaña «Salude a Saturno«, que consistía en hacer una foto a la Tierra desde Saturno el pasado 19 de julio. Entonces, la NASA instó al público a buscar el planeta de los anillos en el firmamento para saludarle en el momento de la foto.

Otros puntos de interés que señala el mosaico obtenido es que la Tierra es un punto azul en el lado inferior derecho de Saturno y Venus es otro punto brillante, pero en la parte superior izquierda. Marte también aparece, como un punto rojo claro, sobre Venus. Las siete lunas de Saturno son visibles, incluso Encélado, que aparece en el lado izquierdo. Acercándose más a la imagen se puede ver a la Luna y la chorro de humo gélido que emana de su polo sur.

Cassini no toma muchas imágenes de la Tierra debido a que el Sol está demasiado cerca de nuestro planeta, lo que provoca que los detectores sensibles de la nave se obstruyan. El equipo de Cassini estaba esperando el momento en que el Sol se colocara detrás de Saturno. Esa oportunidad llegó el 19 de julio, y es la imagen que se ha difundido ahora.

El ‘comecocos’ de una luna de Saturno


El Mundo

Los ‘comecocos’ de las lunas de Saturno (el último hallado ha sido Tethys). | NASA

‘Comecocos, la secuela’, así podría llamarse el nuevo descubrimiento de la sonda Cassini de la NASA. La nave ha captado una imagen muy similar al icono del famoso videojuego, que se hizo celebre en los años 80, en su análisis de Tethys, una de las lunas de Saturno.

Es una secuela, puesto que no es la primera vez que sucede. En 2010, identificaron una imagen similar en Mimas, otra luna de Saturno.

Este curioso ‘comecocos’ espacial ha sido obtenido gracias a los datos térmicos que ha arrojado el espectómetro infrarrojo de Cassini, en el que las zonas más cálidas forman la boca de esta curiosa silueta.

«Encontrar el segundo Comecocos en el sistema de Saturno, nos indica que los procesos que crean estas formas están mucho más extendidos de lo que pensábamos», ha dicho Carly Howett, el autor líder del estudio publicado en la revista online ‘Icarus’. «El sistema de Saturno – e incluso el sistema de Júpiter – podría llegar a ser una verdadera galería de estos personajes».

Según los científicos, los ‘comecocos’ se forman por el bombardeo de electrones de alta energía en el lado de la luna que mira hacia Saturno a medida que lo orbita. El bombardeo convierte además la superficie esponjosa de la luna en un suelo de hielo liso. De esta manera, la superficie alterada no se calienta tan rápidamente con el Sol ni se enfría tan rápidamente por la noche como el resto de la superficie de la luna. De esta manera, sus datos termales se alteran formando los comecocos. El ‘comecocos’ de Tethys ha terminado de confirmar esta explicación.

Los científicos vieron el nuevo ‘comecocos’ en Tethys en los datos obtenidos el 14 de septiembre de 2011, cuando se observó que las temperaturas en la boca del mítico icono del videojuego eran ligeramente inferiores. La temperatura má bajas que se captó fue de unos -150 ºC aproximadamente.

Para la captación de esta forma, por tanto, son esenciales los estudios infrarrojos: «nos dan una cantidad tremenda de información sobre los procesos que forman los planetas y las lunas», ha explicado Mike Flasar, el investigador principal de espectómetros en la NASA. «Un resultado como este pone de relieve la importancia de este tipo de observaciones».

n este último estudio parece claro que en un futuro se observarán nuevos fenómenos sorprendentes como éste. Los científicos esperan noticias del próximo ‘comecocos’ espacial.

El impacto de la ‘súpertormenta’ que azotó Saturno


El Mundo

Las tormentas pueden dejar importantes secuelas en la Tierra… y en el espacio. Precisamente, la sonda internacional Cassini y dos telescopios en tierra han detectado los ‘restos’ de una supertormenta que azotó Saturno entre 2010 y 2011.

Los dos telescopios, el VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), en Chile, y el Telescopio Infrarrojo de la NASA, ubicado en la cima del Mauna Kea en Hawái han captado un enorme vórtice oval, oculto en la luz visible.

Este persiste pese a que las estructuras nubosas que causaron estragos a lo largo de una amplia franja de la atmósfera de Saturno se produjeron desde diciembre de 2010 hasta bien entrado el 2011.

Pero los científicos, basándose en los perfiles de temperatura, viento y composición de la atmósfera de Saturno, han descubierto que esas espectaculares formaciones nubosas eran sólo la punta del iceberg.

Una gran parte de la actividad asociada con la tormenta se desarrolló a escondidas de las cámaras ópticas, y sus secuelas todavía permanecen activas a día de hoy.

Fenómeno extremadamente inusual

«Es la primera vez que vemos algo así en cualquier planeta del Sistema Solar, es un fenómeno extremadamente inusual«, explica Leigh Fletcher, de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y autor principal del artículo publicado en Icarus.

Cuando se desató la tormenta en la agitada cubierta nubosa de la troposfera de Saturno, las perturbaciones viajaron cientos de kilómetros aguas arriba,acumulando toda su energía en dos enormes ‘bolsas’ de aire caliente.

Se pensaba que estas bolsas se enfriarían en poco tiempo y se acabarían disipando, pero a finales de abril de 2011 – cuando ya habían dado una vuelta completa al planeta – los dos puntos calientes se fusionaron para generar un enorme vértice que durante algún tiempo llegó a ser más grande que la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter.

La temperatura de este vórtice también era mucho mayor de lo esperado: el aire en su interior se encontraba unos 80°C más caliente que su entorno. Así mismo, en el interior del vórtice se detectaron fuertes picos en la concentración de ciertos gases, como el etileno o el acetileno.

La gran incógnita ahora es saber si la energía que provocó la súper tormenta se ha disipado completamente o si se producirán réplicas en un futuro cercano.

La extraña cruz gigante de Titán


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  • La NASA descubre una enorme estructura que parece «cocerse» sobre la superficie de la luna de Saturno y dos nuevos mares secos
La extraña cruz gigante de Titán

La sonda Cassini de la NASA ha descubierto sobre la superficie de Titán, la misteriosa luna de Saturno, una gigantesca estructura casi circular que se asemeja a un pan de cruz y que, como si estuviera dentro de un horno, se infla de la misma forma. La nave también ha observado las costas de dos mares antiguos, ahora secos, que pudieron haber estado llenos de agua hace tan solo 50.000 años. Estos resultados han sido expuestos en un encuentro de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana que se celebra estos días en Reno, Nevada

Todo el mundo ha visto alguna vez cómo la cocción hace que la parte superior del pan se levante y se agriete. Los científicos piensan que algún proceso similar de calor puede estar ocurriendo en Titán. El pasado mayo, el radar de la Cassini obtuvo una imagen que mostraba un montículo con forma de bollo. Los investigadores ya habían visto algo similar en Venus, donde una región con forma de cúpula de unos 30 kilómetros cruza la cumbre de un gran volcán llamado Kunapipi Mons. Creen que la cruz de Titán, de unos 70 kilómetros de longitud, también es el resultado de fracturas causadas por levantamientos desde abajo, posiblemente resultado del ascenso de magma.

Los mares del sur

«El ‘pan de cruz caliente’ es un tipo de estructura que no habíamos visto antes en Titán, lo que demuestra que esta luna nos sigue sorprendiendo incluso después de ocho años de observaciones de la Cassini», afirma Rosaly Lopes, del equipo del radar de la sonda en en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en Pasadena (California). El «pan» puede ser el resultado de lo que se conoce en la Tierra como un lacolito, una intrusión formada por magma que empuja de abajo a arriba. «Las montañas Henry de Utah son un ejemplo bien conocido de este fenómeno geológico».

Esta no ha sido la única sorpresa de las imágenes de la Cassini. Titán es el único lugar fuera de la Tierra que tiene líquido estable en su superficie, aunque son hidrocarburos en lugar de agua. Hasta ahora, los inmensos mares solo se habían visto en el hemisferio norte de Titán. Sin embargo, un nuevo análisis de imágenes de la sonda recopiladas desde 2008 hasta 2011 sugiere que el polo sur de este mundo también tuvo en el pasado un mar vasto y poco profundo. En concreto, los científicos creen haber encontrado dos mares secos o casi secos. Uno de ello mide 475 por 280 kilómetros y quizás tenga unos cientos de metros de profundidad. Pudieron haber estado cubiertos de agua hace menos de 50.000 años.

Un océano de agua líquida bajo la superficie de Titán


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Titán (i) durante su órbita alrededor de Saturno. | NASA

Titán (i) durante su órbita alrededor de Saturno. | NASA

Los científicos ya sospechaban que Titán, la mayor luna de Saturno, albergaba agua líquida, aunque no habían podido demostrarlo hasta ahora. Lo han hecho gracias a los datos aportados por ‘Cassini’, la sonda de la NASA que en 2004 entró en la órbita de Saturno.

Según un estudio publicado esta semana en la revista ‘Science’, las deformaciones en el interior de la luna detectadas por el orbitador sugieren que Titán alberga un océano subterráneo de agua líquida.

Según señala la agencia espacial estadounidense, la búsqueda de agua es un objetivo importante en la exploración del Sistema Solar, y ahora acaban de encontrar otro lugar en el que es abundante.

Titán además, no es un objeto cualquiera en el Sistema Solar. Esta luna de Saturno guarda similitudes con la Tierra primitiva, por lo que su estudio proporciona valiosa información para averiguar cómo ha evolucionado nuestro planeta.

Titán tiene una densa atmósfera rica en metano y lagos de hidrocarburos. Los científicos ya sabían que tenía una capa externa de agua helada. Ahora han descubierto que también está presente en estado líquido.

Un viaje de siete años

Dedujeron la presencia del océano de agua líquida a partir de las mediciones del campo gravitatorio realizadas por la sonda ‘Cassini’ durante seis aproximaciones que realizó entre 2006 y 2011. La manera en la que se deforma el interior de Titán sugiere que se debe a la acción de un océano subterráneo.

El viaje de la nave espacial ‘Cassini-Huygens’, un exitoso proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI), comenzó en 1997. Entró en la órbita de Saturno en 2004. Cuando se separó del orbitador ‘Cassini’, ‘Huygens’ penetró en la atmósfera de Titán. Se posó sobre su superficie en 2005.

La sonda ‘Cassini’ también ha encontrado agua en el polo sur de Encélado, una de las más de 60 lunas de Saturno. Los científicos detectaron géiseres que emiten vapor, partículas de hielo y componentes orgánicos. Este hallazgo también podría ser un indicio de que en esta luna es posible algún tipo de vida microbiana.

La sonda Cassini detecta lagos ‘tropicales’ en Titán, una luna de Saturno


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La sonda Cassini ha fotografiado una gran mancha oscura entre los trópicos de Titán, la luna más grande de Saturno, que podría estar compuesta por varios lagos de metano líquido, según informó hoy la revista científica «Nature».

Los científicos ya habían observado la presencia de lagos de metano, un tipo de gas natural, en los polos de Titán, pero hasta ahora no se había hallado ninguno en sus regiones ecuatoriales, que en su mayoría son áridas y con grandes extensiones de dunas.

El equipo, liderado por la investigadora Caitlin Griffith, de la Universidad de Arizona (EEUU), analizó el 17% de la superficie tropical de Titán, una región comprendida entre 20 grados de latitud norte y 20 grados de latitud sur.

Conjunto de lagos y pantanos

En este área, las imágenes proporcionadas por la sonda Cassini, que orbita Saturno desde 2004, han permitido detectar una mancha negra de 2.400 kilómetros cuadrados, formada por pequeños óvalos más oscuros, que constituirían un conjunto de pequeños lagos y pantanos, dispersos por la superficie tropical de Titán.

«Tenemos pruebas de la existencia de una región uniformemente negra, que indicaría la presencia de un lago tropical con una profundidad mínima de un metro y de un puñado de estanques más pequeños y menos profundos, similares a los pantanos terrestres, con una profundidad entre el tobillo y la rodilla», explicó a Efe Griffith.

Los lagos descubiertos ahora serían, por tanto, menos profundos que los que los científicos hallaron en los polos, cuya profundidad estiman en hasta 2 metros.

«Titán nos resulta familiar. Su superficie ha sido erosionada por el clima y tiene lagos, canales fluviales y dunas. Además, su atmósfera es capaz de generar nubes que pueden alcanzar cuatro veces el tamaño de las mayores tormentas que se producen en la Tierra«, describió Griffith.

En 2011, la cámara sensible al infrarrojo que incorpora la sonda Cassini permitió detectar signos de una lluvia de metano sobre las dunas cercanas al ecuador de Titán.

GRandes reservas subterréneas de metano

Sin embargo, Griffith y sus colegas no creen que este sea el origen de los lagos y apuestan por una nueva teoría.

En su opinión, los lagos tropicales de Titán se habrían formado gracias a la existencia de grandes reservas subterráneas de metano líquido, que durante los últimos 10.000 años habrían suministrado este material a la superficie.

El descubrimiento de un lago en esta región en concreto «sugiere que existe una fuente subterránea de metano que fluye a la superficie y humedece el suelo. En esencia, esto significaría que habría oasis en Titán».

«En las latitudes tropicales el metano se evapora rápidamente y es transportado hacia los polos, por lo que la existencia de lagos tropicales requiere que haya una fuente subterránea que reponga el metano perdido por la evaporación y la migración hacia los polos», detalló la investigadora.