El Apocalipsis Valenciennes – El Origen de la Imaginería Apocalíptica Europea


Desde los comienzos de la era cristiana y durante la Edad Media, el texto del Apocalipsis inspiró y potenció la imaginación de los artistas, debido a la riqueza de sus visiones proféticas y al poder de sus símbolos.

San Juan

El Apocalipsis de Valenciennes incluye los primeros restos de ciclos completos de ilustraciones bíblicas.

El Tetramorfo

Las páginas de este Apocalipsis están enriquecidas con 39 miniaturas de colores acentuados, siempre colocadas junto al texto. Cada miniatura está enmarcada o entrelazada con elementos geométricos así como con breves fragmentos de texto que permiten al lector sumergirse en el drama de la narración y meditar sobre ella. El manuscrito se abre con un retrato de Juan en el que el evangelista exige imperiosamente la atención del  lector con la mirada y con la mano derecha sobre el corazón, mientras que en su boca parece que resuenan las primeras palabras del texto.

Jinetes del Apocalipsis.

Las ilustraciones del Apocalipsis de Valenciennes  derivan de un ciclo de imágenes que fueron llevadas desde Roma al monasterio de Wearmouth-Jarrow por el abad Benito Bischoff en  un viaje que realizó en el año 676.

Los Jinetes del Apocalipsis.

Si bien “Otoltus” es el nombre del escriba del Apocalipsis de Valenciennes, no se conoce con exactitud  su lugar de origen. Sus ilustraciones se pueden comparar estilísticamente con las miniaturas de un códice contemporáneo de los Evangelios, procedente de Renania Central, y también con las ilustraciones de un manuscrito del “Carmen Paschale” de Sedulius, originario de Flandes.  Esto hace que el lugar de origen del Apocalipsis de Valenciennes sea motivo de controversia entre los especialistas.

Los ancianos.

Esta controversia adquiere en España un significado especial, ya que el Apocalipsis de Valenciennes es, sin  ningún género de dudas, la cuna de las miniaturas de los Beatos de Liébana. Los especialistas en la materia coinciden al afirmar que esta obra es el origen de la imagen apocalíptica europea, y más concretamente de la Península Ibérica.

La mujer vestida de sol y el dragón de las siete cabezas

Con posterioridad a la elaboración en el siglo IX de las miniaturas de este códice se incorporó en los folios 1-3 la historia del arca de Oviedo y de las reliquias que contenía, enumerando los lugares por las que pasó el arca: Jerusalén, Africa, Cartagena, Toledo y Asturias. Este texto data del siglo XI, y la relación de las reliquias que enumera es la versión oficial que la catedral de Oviedo da a los peregrinos.

Babilonia sentada sobre el dragón.

La importancia del Apocalipsis de Valenciennes radica en que demuestra que tanto la historia como la tradición de las reliquias son anteriores a Pelayo, si bien el relato posterior que realiza Pelayo queda avalado por el texto de este códice.

El ángel del señor ata al diablo y a la serpiente

Fuente:  http://www.orbismedievalis.com

Fuente Q, Documento Q o Evangelio Q


La Fuente Q (también conocida como Documento Q, Evangelio Q, Evangelio de los dichos Q o simplemente Q, derivado de en alemán: Quelle, ‘fuente’) es una colección hipotética de dichos de Jesús, aceptada como una de las dos fuentes escritas detrás del Evangelio de Mateo y del Evangelio de Lucas. Q se define como el material «común» que puede encontrarse en Mateo y Lucas y que no puede hallarse en su otra fuente escrita, el Evangelio de Marcos. Este texto antiguo se supone basado en la tradición oral de la Iglesia primitiva y contiene las logia o «dichos» de Jesús.

Junto con la de la prioridad de Marcos, la hipótesis Q fue formulada en 1900, y es uno de los fundamentos de la escuela moderna del Evangelio. B. H. Streeter formuló la visión de Q más ampliamente aceptada: que fue un documento escrito (no una tradición oral) redactada en griego, que prácticamente todo su contenido aparece en Mateo, en Lucas o en ambos, y que Lucas preserva con mayor frecuencia el orden original del texto que Mateo. En la hipótesis de dos fuentes, tanto Mateo como Lucas habrían utilizado Marcos y Q como fuentes. Algunos estudiosos han postulado que Q es en realidad una pluralidad de fuentes, algunas escritas y otras orales. Otros han intentado determinar las fases en las que Q fue compuesto.

La existencia de Q ha sido desafiada en ocasiones. Uno de los escépticos más notables de Q es Mark Goodacre, un profesor de Nuevo Testamento de la Universidad de Duke. La omisión de lo que debería haber sido un documento altamento preciado por los archivos primitivos de la Iglesia, así como de las menciones de los padres de la primera Iglesia, podría verse fundamental y simplemente como un gran acertijo del moderno Estudio Bíblico. Sin embargo, otros académicos explican este punto señalando que copiar Q no hubiera sido necesario, al estar insertado en otros textos, principalmente dos evangelios no canónicos que lograron gran preeminencia. El consejo editorial del Proyecto Internacional Q afirma: «Durante el siglo II, cuando el proceso canonizador estaba teniendo lugar, los escribas no hicieron nuevas copias de Q, dado que el proceso canonizador conllevó la elección de lo que debía y lo que no debía ser utilizado en los servicios eclesiásticos. De ahí que prefirieran hacer copias de los Evangelios de Mateo y Lucas, donde los dichos de Jesús a partir de Q estaban reescritos para evitar malentendidos, y para encajar en su propia situación y comprensión de lo que Jesús quería decir realmente». A pesar de estos desafíos, la hipótesis de las dos fuentes mantiene un amplio apoyo.

Redacción

En el estudio de la literatura bíblica, algunos académicos creen que un redactor único redactó un proto Evangelio en griego. Podría haber estado en circulación en forma escrita hacia el momento de la composición de los Evangelios Sinópticos (esto es, entre los años 65 y 95 d. C.). El nombre Q fue acuñado por el teólogo y estudioso bíblico alemán Johannes Weiss.

Evangelios Sinópticos y la naturaleza de Q

La relación entre los tres evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas) va más allá de la mera similitud de puntos de vista. Los evangelios a menudo relatan las mismas historias, usualmente en el mismo orden, en ocasiones utilizando las mismas palabras. Los académicos han señalado que las similitudes entre Marcos, Mateo y Lucas son demasiado importantes para explicarse por mera coincidencia.

Si la teoría de las dos fuentes es correcta, entonces Q probablemente sería un documento escrito. Si Q fuera simplemente una tradición oral compartida, no podría explicar las similitudes e identidades casi palabra por palabra entre Mateo y Lucas cuando reflejan el material de Q. Similarmente, es posible deducir que Q fue escrito en griego. Si los evangelios de Mateo y Lucas hacían referencia a un documento que hubiera sido escrito en otra lengua (por ejemplo, en arameo, es altamente improbable que dos traducciones independientes hubieran contenido exactamente las mismas construcciones de palabras.

El documento Q debió haberse redactado con anterioridad a los Evangelios tanto de Mateo como de Lucas. Algunos académicos incluso sugieren que Q podría haber antecedido a Marcos. Una fecha para el documento Q final suele considerarse las décadas de los años 40 y 50 del primer siglo, y algunos incluso consideran que la capa llamada sapiencial (1Q, conteniendo seis discursos de sabiduría) habría sido escrita tan pronto como los años 30.

Si Q existió, se perdió. Algunos estudiosos creen que puede ser parcialmente reconstruido examinando elementos en común entre Mateo y Lucas (pero ausentes de Marcos). Este Q reconstruido es significativo en cuanto que generalmente no describe los eventos de la vida de Jesús: Q no menciona el nacimiento de Jesús, la selección de 12 discípulos, la crucifixión o la resurrección. En vez de eso, aparece como una colección de dichos y citas de Jesús.

Descubrimientos que han reforzado la hipótesis de Q

Dos descubrimientos arqueológicos se han relacionado con la hipótesis de la Fuente Q:

  • En la localidad egipcia de Oxirrinco, se dio inicio a una serie de excavaciones en 1896 que han sido continuadas por diferentes equipos de investigadores hasta la actualidad. Entre los papiros allí encontrados está un fragmento del evangelio de Tomás.
  • En el pueblo de Nag Hammadi, también en Egipto, se descubrió en 1945 una colección de textos gnósticos, entre ellos la única copia completa conocida del evangelio de Tomás, así como el evangelio de Felipe.

Los evangelios de Tomás y de Felipe corroboran algo que ya se sabía por escritos de otros autores de la antigüedad: que entre las primeras comunidades de cristianos era común encontrar colecciones de los dichos del Maestro. Estos son evangelios coloquiales, que no hablan de la crucifixión ni de la resurrección, sino que buscan transmitir las enseñanzas que indicaban a sus seguidores la forma de vida que debían llevar.

En el evangelio de Tomás se han identificado 37 dichos como coincidentes con Q, es decir, coincidentes con los versículos de Mateo y Lucas que no están en Marcos. Esto ha reforzado la hipótesis de Q. Los estudiosos afirmarían que Q es un evangelio coloquial del mismo tipo que Tomás y Felipe, pero anterior a todo evangelio del que se tenga noticia.

Contenido significativo de Q

Algunos de los fragmentos más relevantes del Nuevo Testamento se cree que se originan en Q:

  • Las Bienaventuranzas
  • Amor al enemigo
  • Regla de oro
  • La mota y la viga
  • La prueba de la buena persona
  • Parábola de los dos constructores
  • Parábola de la oveja descarriada
  • Parábola de la boda
  • Parábola de los talentos
  • Parábola de la levadura
  • Parábola del ciego conduciendo al ciego
  • La oración del Señor
  • Los pájaros del cielo

Reyes Magos / La Expedición en Busca de la Tierra de Los Reyes Magos: Ofir


En Navidad celebramos diferentes tradiciones en España y en el resto del Mundo, pero, ¿sabemos cual es su origen? ¿de donde proceden estas tradiciones?. Por ejemplo ahora queremos tratar el origen de los Reyes Magos,

Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida, esto se debe a la cantidad de obsequios ofrecidos) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
El evangelio sólo habla de magos, en ninguna parte se indica que fuesen reyes. Esta creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular. Tampoco se mencionan sus nombres en el evangelio. Estos «magos», según la creencia católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos que el Evangelio ve como las primicias de las naciones que aceptan, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación. En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama «Pesebre» a toda esta representación.

La palabra «Mago», proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio (Ma-gu-shu) llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi (Cf. Magíster) de donde llegó al español. Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 a. C.)

La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de «Reyes») quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, son sin embargo más ricas en detalles. En ese mismo evangelio apócrifo se dice que tenían algún vínculo familiar, y también que llegaron con tres legiones de soldados: una de Persia, una de Babilonia y otra de Asia. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente. Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al siglo V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta Latina Barbari, en el que son llamados Bithisarea, Melichior y Gathaspa, y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la Infancia, donde se les llama Balthazar, Melkon (Melchior) y Gaspard.4 Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca.

Mención en la Biblia

Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los sabios de Oriente. En particular, no menciona un número específico de ellos aunque sí se menciona que entregaron tres regalos.

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del Rey Herodes , llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
Mateo 2,1-2, versión Reina-Valera 1960 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María , y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro , incienso y mirra .
Mateo 2,11, versión Reina-Valera 1960

Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento) sean admitidos como adoradores del Mesías , hay que tener en cuenta que el término griego µ???? ( mago ), no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a hombres sabios (así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés) o, más específicamente, hombres de ciencia . De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras ( Mateo 2:5-6 ). Es posible que estos magos pertenecieran a la religión zoroastra .

Mateo no deja ver que fueran astrólogos que conocieran con precisión el movimiento de alguna estrella ( 2:7 ) a pesar de ser esta la creencia general. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y despierta la desconfianza de Herodes ( 2:3 ), pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías ( 2:8 ) con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro, incienso y mirra ( 2:11 ). Un ángel previene a los magos de las intenciones que Herodes guardaba ( 2:12 ), así que no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar a todos los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños ( 2:13 ) de que debe huir a Egipto con los suyos.

A partir de ese relato, se han ido elaborando numerosas leyendas sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras, incluyendo el presunto estatus real.

Otras interpretaciones

Según la interpretación de José Luis Sicre , en el tiempo en que fue escrito el evangelio de San Mateo se estaba produciendo un incremento de conversiones paganas al cristianismo frente a las de los propios judíos. La incursión de estos fragmentos sobre los magos de Oriente en el evangelio de Mateo subraya este hecho y lo utiliza como argumento de conversión: si los de fuera vienen y lo adoran (se convierten) ¿Cómo no os dais cuenta los que lo tenéis entre vosotros?

También existen otras interpretaciones astrológicas y cabalísticas sobre la figura de los Reyes Magos.

Según la interpretación ofrecida por Eric Rodríguez, se tiene lo siguiente: Ya el término griego µ???? había caído en un uso peyorativo o deteriorado desde al menos el siglo tercero antes de Cristo (cf versión Septuaginta ) por la extracción de su origen y contexto cultural, y que es como se usa aún en la época del nuevo testamento (cf. Hch. 8:9; 13:6; 19:13). No obstante, en Mateo 2:1 en su texto griego dice:

«. «.he aquí, (unos) Magos desde Oriente , se encontraban por Jerusalén «.

A diferencia de los magos que ya se encontraban dispersos en tierra de Israel y todo el mundo helénico, el énfasis que se emplea al decir «de oriente», marca un cambio de connotación: El autor busca traer a la mente un personaje asociado con el Oriente, diferente a los sabios convencionales de Israel ( rabinos ), que conociera además las profecías mesiánicas y que fuera autoridad bíblica para el lector judío (ya que se acepta a nivel general que el Evangelio de Mateo fue escrito para hebreos y aun en lengua hebrea según el testimonio de casi todos los padres de la iglesia).

Hay que tener en cuenta además qué significaba el Oriente para los judíos: Pues bien, no era otra cosa que Babilonia , pues hasta Damasco , se consideraba parte de la tierra de Israel. Pues bien, la figura que tratamos de presentar, podría corresponder a un título muy particular en arameo:Medinja’ey , o «Doctores Babilónicos de la tradición oral » que perduraría en escuela hasta entrado el siglo octavo D.C. en Babilonia y quienes conociendo la interpretación de lo dicho en Números 24:17 (cf. Tárgum de Onqlós/Onkelos sobre este pasaje), habrían sido guiados por Dios hasta el Mesías, no según la famosa estrella como hasta ahora se ha entendido, sino que esa estrella era el mismo Mesías según el lenguaje judío y midráshico contemporáneo.

Historia y leyenda

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén ) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes ).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo , en Rávena ( Italia ). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa , tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos . Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan .

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena . Posteriormente, Federico I Barbarroja , en el siglo XII , los trasladó a Colonia , donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia , que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago .

Los nombres y número de los Reyes Magos

Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:

  • Tres Reyes Magos : Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos al Niño Jesús , la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes , un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad. A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de «Melchor», «Gaspar» y «Baltasar», que supuestamente equivalen en griego a «Appellicon», «Amerín» y «Damascón» y en hebreo a «Magalath», «Serakin» y «Galgalath». Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia , Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos .
  • Doce reyes magos : Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

Los reyes magos, son conocidos también como los Santos Reyes .

Relicario de los Tres Reyes Magos

El Relicario de los Tres Reyes (en alemán Dreikönigsschrein ) es un relicario del que se dice contiene los huesos de los Reyes Magos , también conocidos como los Tres Sabios o los Magos. El relicario es un gran sarcófago triple, dorado y ricamente decorado colocado encima y detrás del altar mayor de Catedral de Colonia . Se considera el punto culminante del arte Mosano y el relicario más grande en el mundo occidental.

La historia

Las reliquias de los Magos fueron traídas de Milán por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja , que se las entregó al Arzobispo de Colonia , Reinaldo de Dassel en 1164 . Desde entonces las reliquias de los Tres Reyes atrajeron una corriente constante de peregrinos a Colonia:

Partes del relicario fueron diseñadas por el famoso orfebre medieval, Nicolás de Verdún , que empezó el trabajo en lo en 1180 o 1181 . Tiene esculturas de oro elaboradas de los profetas y apóstoles, y de las escenas de la vida de Cristo. El relicario se completó cerca de 1225 .

Alrededor de 1199 , el emperador Otón IV entregó tres coronas áureas para los reyes magos como un donación a la iglesia de Colonia: «Otto rex coloniensis curiam celebrans tres coronas de auro capitibus trium magorum imposuit»; MGSS 17, 292. A causa de la importancia del relicario y la catedral para el posterior desarrollo de la ciudad, el escudo de armas de Colonia muestra todavía las tres coronas que simbolizan a los Tres Reyes.

La construcción de la presente Catedral de Colonia se empezó en 1248 para albergar estas importantes reliquias. La construcción de la catedral tomó 632 años, para llegar a ser actualmente la iglesia gótica más grande de Europa septentrional.

El 20 de julio de 1864 , el relicario se abrió, y fueron descubiertos restos de los Tres Reyes y monedas de Felipe de Heinsberg .Los huesos se envolvieron en seda blanca y fueron devueltas al relicario.

Tamaño y construcción

El Relicario de los Tres Reyes es aproximadamente 43 pulgadas (110 cm) ancho, 60 pulgadas (153 cm) alto, y 87 pulgadas (220 cm) largo. Los tres forman una especie de basílica : dos sarcófagos pegados el uno al otro, y el tercer sarcófago descansa sobre las aristas superiores de los otros dos. Las caras están completamente cubiertas, así que no hay espacio visible entre los sarcófagos. La estructura básica está hecha de madera , con baño de oro y plata y decorada con filigranas , esmalte , y unas 1000 piedras preciosas . Estas últimas incluyen muchos camafeos y piezas grabadas , alguna aún pre-cristiana.

Decoración

Todo el relicario esta envuelto con una elaborada cubierta decorativa. Hay 74 figuras en bajorrelieve de plata dorada en total, sin contar las figuras adicionales, más pequeñas, en la decoración del fondo. En los lados, las imágenes de profetas decoran la parte más baja, mientras que las imágenes de los apóstoles y evangelistas decoran la parte superior. Un extremo muestra (a través del fondo, de izquierda a derecha) imágenes de la Adoración de los Magos, María entronizada con el niño Jesús , y el Bautismo de Cristo , y arriba, Cristo entronizado en el Juicio Final . El otro extremo muestra las escenas de la Pasión : El Martirio de Cristo (abajo izquierda) y la Crucifixión (abajo izquierda), con Cristo resucitado arriba. Este extremo tiene asimismo un busto de Rainald de Dassel en el centro.

El relicario en la ficción

En la novela Baudolino (2000), Umberto Eco describe el descubrimiento y el donativo subsiguiente de las reliquias de Magos como un bulo del siglo XII perpetrado por el protagonista de la novela.

En la novela Mapa de Huesos (2005) por James Rollins , el Relicario contiene oro en estado monoatómico , producido por los Magos , en lugar de las santas reliquias.

Artabán ¿el otro rey mago?

Artabán es un personaje ficticio protagonista del cuento navideño The Other Wise Man (El otro rey mago), escrito en 1896 por Henry van Dyke ( 1852 – 1933 ), teólogo presbiteriano estadounidense.

Cuenta el relato que Artabán era el cuarto Rey Mago que encaminó sus pasos hacia Occidente , siempre guiado por el fulgurante mapa celestial, en busca del niño Jesús .

El nombre » Artabán » proviene del persa y corresponde a cuatro reyes partos, así como a un hermano de Darío I y un general de Jerjes .

Sinopsis

El zigurat de Borsippa , con sus altos muros y siete pisos, era el punto de encuentro de los cuatro reyes e inicio de la travesía conjunta. Hacia allí acudía Artabán, con un diamante protector de la isla de Méroe , un pedazo de jaspe de Chipre , y un fulgurante rubí de las Sirtes como triple ofrenda al Niño Dios, cuando topó en su camino un viejo moribundo y desahuciado por bandidos: interrumpió el rey su viaje, curó sus heridas y le ofreció el diamante al viejo como capital para proseguir el camino. Llegado a Borsippa , sus compañeros de viaje habían partido.

Continuó en soledad en pos de su destino, pero arribado a Judea , no encontró ni a los Reyes ni al Redentor , sino hordas de soldados de Herodes degollando a recién nacidos: a uno de ellos, que con una mano sostenía a un niño y en la otra blandía afilada espada, ofrece el rubí destinado al Hijo de Dios a cambio de la vida del niño. En esta actitud es sorprendido: es apresado y encerrado bajo llave en el palacio de Jerusalén .

Treinta años duró el cautiverio, y fueron llegando ecos de los prodigios, consejos y promesas de un Mesías que no era sino el Rey de Reyes al que fue a adorar. Con la absolución y errando por las calles de Jerusalén, se anunció la crucifixión de Jesucristo ; encamina sus pasos al Gólgota para ofrecer la adoración largamente postergada, cuando repara en un mercado en el que una hija es subastada para liquidar las deudas su padre. Artabán se apiada de ella, compra su libertad con el pedazo de jaspe , la última ofrenda que le quedaba es ofrecida y Jesucristo muere en la Cruz : tiembla la tierra, se abren los sepulcros, los muertos resucitan, se rasga el velo del templo y caen los muros. Una piedra golpea a Artabán y entre la inconsciencia y la ensoñación, se presenta una figura que le dice: «Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste». Desorientado y exhausto pregunta: «¿Cuándo hice yo esas cosas?», y con la misma expiración recibe la respuesta: «Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí». Con él se elevó a los mismos cielos que en su juventud le guiaron en pos del Destino finalmente alcanzado.


Interesante articulo de Ariel Álvarez Valdés :

¿EXISTIERON LOS REYES MAGOS?

Los extraños visitantes

De todos los episodios de la infancia de Jesús, tal vez el más conocido es el de los Reyes Magos. ¡Quién no recuerda cada año, al llegar la Navidad, a aquellos misteriosos personajes que arribaron a Belén de tierras lejanas, envueltos en sus exóticos atuendos, para ofrecerle al Niño Dios sus presentes de oro, incienso y mirra!

El único evangelista que conserva el recuerdo de este hecho es San Mateo (2,1-12). Según él, procedían de algún lugar de Oriente, y lograron encontrar a Jesús gracias a una misteriosa estrella que los guió por el camino.

El episodio está tan grabado en la mentalidad popular, que millones de niños en todo el mundo creen que los Reyes Magos todavía siguen viniendo, en la madrugada del 6 de enero, a dejarles a ellos también algún regalo en sus zapatitos.

Pero ¿qué sabemos exactamente de esos Magos? ¿De dónde procedían? ¿Por qué desaparecieron de la historia sin dejar rastros, siendo que fueron los primeros extranjeros en descubrir el secreto del Niño Dios escondido en la criatura que habían visto en Belén?

Ideas que corregir

Lo primero que debemos tener en cuenta es que San Mateo no dice que los Reyes Magos fueran ni tres, ni Reyes, ni Magos.

En efecto, Mateo no habla de «tres» sino de «unos» Magos que llegaron de Oriente (Mt 2,1), sin precisar su número.

Tampoco dice que eran «reyes». Sólo habla de «magos». No debemos, pues, imaginarlos como monarcas de ningún lado.

Finalmente, no eran «Magos» en el sentido actual de la palabra, es decir, no eran personas que realizaban trucos de magia. En la antigüedad se llamaba «magos» a los estudiosos de las ciencias secretas, a los sabios, especialmente a los que investigaban el curso de las estrellas en el cielo; eran algo así como los científicos de la época. Por lo tanto, a los «Magos» de Mateo hay que considerarlos como astrónomos, representantes del saber y de la religiosidad pagana de aquel tiempo.

Pero ¿es posible que el episodio de los Magos sea verídico, y que estos personajes se presentaran realmente en Belén cuando nació Jesús? Si analizamos el relato a la luz de la historia, más bien parecería que no. Veamos por qué.

Muchas preguntas sin respuestas

a) Una estrella que guíe a los magos desde Oriente hasta Jerusalén (es decir, de este a oeste), luego de Jerusalén a Belén (es decir, de norte a sur), y finalmente se detenga sobre una casa (Mt 2,9), es un fenómeno astronómico imposible de aceptar. Por otra parte, tendría que haber quedado registrado en alguna crónica de la época, cosa que no sucedió.

b) Dice Mateo que, al enterarse Herodes de que había nacido el rey de los judíos, se asustó. Y agrega: «Y con él, toda Jerusalén» (2,3). Pero ¿por qué el pueblo de Jerusalén, que odiaba a Herodes y que justamente esperaba con ansias el nacimiento del Mesías, se iba a asustar, en lugar de alegrarse en silencio?

c) El relato cuenta que Herodes convocó a los Sumos Sacerdotes y escribas para que lo ayudaran a averiguar dónde había nacido Jesús (2,4). Pero tal reunión resulta imposible, pues sabemos que los sacerdotes y escribas de Jerusalén tenían muy mala relación con Herodes, y que el Sanedrín no estaba a su disposición desde que el monarca, unos años atrás, había mandado a asesinar a varios de sus miembros.

d) El v.4 da a entender que el nacimiento del Mesías en Belén era un dato recóndito, y difícil de saber; y que hubo que convocar a una junta de estudiosos y expertos para poder averiguarlo. Pero Juan 7,42 afirma que todo el mundo conocía que el Mesías debía nacer en Belén; y por lo tanto no hacía falta ninguna reunión de eruditos para saberlo.

¿Cómo no hallaron la casa?

e) La actitud de Herodes frente a los Magos también resulta poco creíble. Está asustado nada menos que por la posible aparición de un rival al trono. Y en un asunto tan delicado, ¿deposita toda su confianza en estos extraños personajes recién llegados? ¿Por qué no manda al menos a sus hombres tras ellos para asegurarse de cualquier descubrimiento?

f) Podemos imaginar el revuelo que causarían, en una pequeña aldea como Belén, la llegada de estos insólitos personajes de Oriente con su inusual carga de regalos. Y cuando se fueron, ¿el servicio de inteligencia de Herodes no fue capaz de descubrir a qué niño habían visitado?

g) Según el relato de los Magos, mucha gente se enteró de que Jesús había nacido en Belén (Herodes, toda Jerusalén, los Sumos Sacerdotes, los escribas, la gente de Belén). Pero según San Juan, cuando Jesús salió a predicar nadie sabía que había nacido en Belén (Jn 7,41-42). Y según Marcos, la gente de Nazaret tampoco sabía que el nacimiento de Jesús hubiera sido algo especial (Mc 6,1-6).

El rey Salomón y Jesús

Es posible encontrar explicación para alguna de estas dificultades. Pero para todas ellas juntas, es difícil hallar respuesta. Por eso, actualmente los estudiosos de la Biblia prefieren pensar que el episodio de los Reyes Magos, así como está en el Evangelio, no sucedió realmente.

¿Por qué, entonces, Mateo lo incluyó entre los sucesos de la infancia de Jesús? Para responder a esto, debemos tener presente que San Mateo compuso su Evangelio para una comunidad cristiana de origen judío, es decir, que tenía una formación y una cultura judías. Y sabía que los judíos tenían una gran estima por los grandes personajes del Antiguo Testamento. Ahora bien, Mateo no conocía demasiados detalles de la infancia de Jesús. Sí conocía al Jesús adulto, pero no al Jesús niño. Entonces decidió contar los distintos episodios de la infancia del Señor basándose en la vida de los personajes del Antiguo Testamento.

Y una de las figuras más admiradas del Antiguo Testamento era, sin duda, el gran Rey Salomón. Según la Biblia, este monarca gozaba de una sabiduría y una inteligencia tan extraordinarias, como ningún otro rey la tuvo jamás ni antes ni después de él (1 Re 3,12). Su ciencia fue superior no sólo a la de los otros reyes, sino a la de todos los sabios de Oriente (1 Re 4,9-11). Llegó a componer 3.000 parábolas, 1.005 poemas, y hasta escribió tratados de botánica y de zoología (1 Re 5,12-13).

Viajó para ver si era cierto

¿Cuál era uno de los episodios más famosos y divulgados de la vida del rey Salomón? Sin duda el de la visita de la reina de Saba. Los judíos solían contarlo con gran orgullo. ¿Y qué decía? Que un día se presentó en Jerusalén una reina anónima, venida de un lejano país llamado Saba; había oído hablar de la extraordinaria fama del rey israelita, y quería conocerlo y admirarlo personalmente (1 Re 10,1-13).

Este episodio era tan popular y conocido entre los judíos, que el mismo Jesús lo citó en cierta oportunidad cuando, discutiendo con los judíos que no creían en él ni querían aceptar sus enseñanzas, les dijo: «El día del Juicio (Final), la reina del Sur (o de Saba) se levantará contra ustedes y les condenará. Porque ella vino desde lejos nada más que para escuchar la sabiduría de Salomón; y aquí hay alguien que es más que Salomón (y ustedes no le quieren escuchar)» (Mt 12,42).

Ahora bien, si analizamos el relato de la reina de Saba, encontramos los mismos elementos que el relato de los Reyes Magos.

Igualito que la reina

1) Una reina anónima se puso en camino y viajó a Jerusalén desde un lejano país de Oriente (1 Re 10,1). Unos Magos anónimos se pusieron en camino y viajaron a Jerusalén desde un lejano país de Oriente (Mt 2,1).

2) La reina era sabia (1 Re 10,1). Los Magos eran sabios.

3) Ella buscaba al rey de los israelitas para admirarlo (1 Re 10,9). Ellos buscaban al rey de los judíos para adorarlo (Mt 2,2).

4) A la reina la guió una estrella. (La literatura judía dice: «Cuando la reina de Saba se acercaba a Jerusalén, reclinada en su carruaje, vio a lo lejos una rosa maravillosa que crecía a orillas de un lago. Pero al aproximarse más, vio con asombro que la rosa se transformaba en una luminosa estrella. Cuanto más se acercaba, más brillaba su luz».) También a los Magos los guió una estrella (Mt 2,2).

5) La reina de Saba llegó planteando enigmas difíciles de resolver, y halló las respuestas (1 Re 10,3). Los Magos llegaron planteando un enigma difícil de resolver, y hallaron la respuesta (Mt 2,4-5).

6) La reina le ofreció a Salomón los regalos que le traía: oro, incienso y piedras preciosas (1 Re 10,10). Los Magos le ofrecieron al Niño los regalos que le traían: oro, incienso y mirra (Mt 2,11).

7) Luego de admirar a Salomón, la reina regresó a su país y desapareció de la historia (1 Re 10,13). Luego de adorar al Niño, los Magos regresaron a su país y desaparecieron de la historia (Mt 2,12).

Sabio como el rey sabio

Es posible, pues, que el relato de los Magos, así como está contado en el Evangelio de Mateo, no haya sucedido realmente. Que no se trate de un hecho estrictamente histórico, sino que haya sido creado por San Mateo, teniendo como base la narración de la visita de la reina de Saba a Salomón. Este modo de contar la biografía de alguien era muy común entre los teólogos judíos de aquel tiempo, que más que una precisión histórica, buscaban siempre transmitir una enseñanza o un mensaje.

Y por supuesto que los lectores judíos, al leer el relato de los Magos, descubrían inmediatamente lo que el autor les quería decir: que Jesús era un nuevo y más grande Salomón, enviado por Dios a la tierra; que en este Niño nacido en Belén residía una sabiduría y unos conocimientos extraordinarios, como nunca los hubo antes en ningún ser humano, ni los podrá haber después; que las cosas que este Niño diga cuando sea grande, aunque resulten desconcertantes o sorprendentes, pueden ser aceptadas con confianza; porque es Dios quien habla a través de Él.

El destino de los Magos

Los misteriosos Magos de Oriente que llegaron a Belén para visitar al Niño Jesús cautivaron pronto la devoción y la fantasía popular de los cristianos. Ya en el siglo II se les elevó a la categoría de Reyes; esto se debió a que había un Salmo que decía: «Los reyes de Tarsis y de Saba le traerán sus regalos; todos los reyes se arrodillarán ante él» (72,10-11); y se creyó que los Magos eran estos reyes que habían venido para cumplir la profecía.

Luego se fijó su número; al ser tres los regalos que le ofrecieron al niño (oro, incienso y mirra), se pensó que los Magos tenían que haber sido tres. Más tarde, en el siglo VI, se les dio nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar. En el siglo VIII, se los hizo de razas diferentes. Y por último, en la edad media, se empezó a decir que uno de ellos era negro.

Pero quizás lo más pintoresco sea el detalle de sus reliquias. Según una tradición, los Magos murieron en Persia. De allí sus restos fueron llevados a Constantinopla en el año 490. Más tarde aparecieron en Milán. Y finalmente se les trasladó a Colonia (Alemania), en cuya Catedral descansarían actualmente, junto a una ingenua inscripción que dice:

«Habiendo sufrido muchas penurias por el Evangelio, los tres sabios se encontraron en Armenia el año 54 d.C. para celebrar la Navidad. Después de la misa, murieron. San Melchor, el 1º de enero a los 116 años. San Baltasar, el 6 de enero a los 112 años. Y San Gaspar, el 11 de enero a los 109 años».

De hecho, los cuerpos de los Magos viajaron mucho más después de muertos, que durante su vida.

El sol sale para todos

San Mateo nos cuenta que, cuando Jesús vino al mundo, unos Magos del lejano Oriente se enteraron de su nacimiento. No pertenecían al pueblo judío, ni conocían al Dios verdadero, ni practicaban la auténtica religión; sólo observaban los astros y estudiaban ciencias secretas. Pero mediante la aparición de una estrella Dios les hizo saber de la llegada del rey de los judíos a la tierra. También nos dice que los Sumos Sacerdotes y Escribas judíos pudieron enterarse del nacimiento del Mesías, pero por otro camino: descifrando las profecías de las Sagradas Escrituras. Finalmente, también el rey Herodes se enteró del nacimiento de Jesús, por sus asesores políticos.

El evangelista enseña, así, que Dios quiere hablar con todos los hombres, y que para ello emplea el lenguaje que cada uno puede entender. A Herodes le habló a través de sus asesores. A los Maestros de la Ley, a través de la Biblia. Y a los Magos, a través de sus estudios astronómicos. Dios no rechaza a nadie. No excluye a nadie de la salvación. Ni siquiera a los Magos, que para la mentalidad judía de entonces eran extranjeros despreciados y que vivían en medio de su ignorancia y sus creencias supersticiosas. También a ellos les dirigió su Palabra, y de una manera en que pudieran entender.

Hoy en día, en que algunas categorías de personas (divorciados, matrimonios irregulares, alcohólicos, drogadictos, enfermos de sida, madres solteras, desvalidos), por uno u otro motivo no encuentran lugar en la Iglesia, y hasta son excluidas en nombre del mismo Dios, los Reyes Magos lejos de constituir una historia feliz y romántica para contar a los niños, representan la advertencia divina de que el Sol sale para todos; y que nadie debe quedar afuera de la salvación de Dios.

Ariel Álvarez Valdés


La Expedición en Busca de la Tierra de Los Reyes Magos: Ofir

Según la exégesis bíblica tradicional extrae del libro de los Salmos, los Reyes Magos partieron de la mítica tierra de Ofir, en Oriente, el lugar de donde llegaban las naves cargadas de riquezas para el rey Salomón. En 1567, una expedición de aventureros españoles partió del Perú en busca de ese lugar.
Amanece el 7 de febrero de 1568 para dos naos españolas perdidas en la inmensidad del océano Pacífico. Se encuentran totalmente solos a 7000 millas del puerto de partida, llevan 80 días navegando y están al límite de sus fuerzas. Tienen nostalgia del hogar, aunque para la mayoría de la tripulación su último domicilio fuesen los calabozos del Perú, de donde fueron sacados a la fuerza para enrolarse. Si no sucede algo pronto, parece que todo puede acabar de modo trágico.Y entonces ocurre. De repente, los hombres ven surgir una estrella «muy clara y resplandeciente» en el cielo; parece increíble, pero es como si aquella estrella les estuviese señalando un camino, como hizo la de Belén. Poco después, el marinero Juan Tejo se frota los ojos para cerciorarse de que no es una ilusión lo que ve antes de gritar una palabra mágica: «¡Tieeeerraaaa!»… Y todos corren a confirmar que es verdad, que es cierto, que las islas que buscaban existen y están ante ellos. Habían llegado… a la tierra de los Reyes Magos.Una tierra mítica. La Biblia situaba en Oriente unas islas maravillosas, una tierra mítica llamada Ofir de donde el rey Salomón obtenía todas sus riquezas. Ofir estaba a ¡tres años! de distancia de Jerusalén y era un paraíso rebosante de piedras preciosas, oro, sándalo y marfil. Según el libro de los Salmos, de esas mismas islas vendrían los Reyes a postrarse ante el Hijo de Dios. Desde ese momento, la figura de los Reyes Magos quedó unida a la leyenda de las islas de Salomón y a sus riquezas sin límite.
El propio Cristóbal Colón creyó haber llegado a ellas al arribar a las Indias, como nos cuenta Michael de Cúneo: «Y así, antes de llegar a la isla Gruesa, dijo estas palabras: ‘Señores míos, os quiero llevar al lugar de donde salió uno de los tres Reyes Magos que vinieron a adorar a Cristo’ […]».
El académico Juan Gil, en su libro Mitos y utopías del Descubrimiento, detalla cómo el ansia de ir tras las huellas de los Reyes Magos fue contagiando los sueños de los aventureros de las Indias. Si esas islas de Salomón no estaban en América, por fuerza debían de estar en algún sitio. ¿Por qué no en la Mar del Sur, inmensa e inexplorada?Hacia las islas de los Reyes Magos. A la búsqueda de esas islas maravillosas zarpaba de El Callao, el 19 de noviembre de 1567, una expedición, mandada por Álvaro de Mendaña, sobrino del gobernador del Perú. La nao capitana se llamaba (cómo no) Los Tres Reyes y llevaba escrito en la popa un letrero profético que rezaba: «Los Reyes es nombre mío / porque sea guía mía / la estrella que fue su guía».

Como piloto mayor iba Hernán Gallego, que, en palabras de Mariño de Lobera, era «el más famoso piloto del reino». No parece mala compañía para singlar en un océano que era un mapa en blanco lleno de incógnitas por resolver. Iba a bordo también, con el cargo de capitán de la nao principal, Pedro Sarmiento de Gamboa, hombre brillante, cartógrafo y poeta, capaz de escribir una Historia inca, perseguir sin descanso al pirata Francis Drake o alimentar una fama de nigromante que lo llevó a ser acusado por la Inquisición de poseer anillos mágicos y realizar extraños conjuros, por los cuales estuvo preso en los húmedos calabozos de Lima.

Pedro y Hernán chocaron durante toda la expedición. Hernán Gallego llevaba más de 20 años de servicio en Indias, era un cincuentón malhumorado que no tenía formación teórica, sino que había aprendido el oficio navegando, y solo se fiaba de su instinto y de su experiencia desconfiando de cartógrafos y sabidurías académicas. Había estado en la toma de Túnez como soldado y en Italia, y su prestigio era indiscutible.

De su carácter indomable nos habla un hecho: a los nueve días de zarpar, habiendo marcado el rumbo Pedro Sarmiento, como le correspondía por su cargo, Hernán lo varió sin consultar a nadie. Así lo cuenta una relación conservada en el Archivo de Indias: «Y ese día que fue viernes, mudó Hernán Gallego la derrota, sin consejo ni acuerdo de los pilotos ni de Pedro Sarmiento, como era obligado […]».

Hubo un gran altercado que solo fue el primero de muchos y, a pesar de la insistencia de Sarmiento de Gamboa, el general Mendaña, un joven de 25 años cuyo único mérito era ser el sobrino de Lope de Castro, consintió el cambio de Hernán y se plegó a sus intuiciones.

Completaban la expedición 150 sufridos marineros, los grumetes (muchachos de 16 a 20 años), los pajes (niños de 8 a 10 años), el despensero, el carpintero, el calafate y cuatro frailes franciscanos. Cada uno con sus funciones y su salario: 25 pesos mensuales para un marinero (el precio de cien comidas servidas en las ventas del Callao) o 116 pesos para el piloto mayor. Antes de zarpar habían recibido seis meses de salario completo. Todos ellos dormían en el suelo de la cubierta o de la bodega, comían escasas raciones en escudillas de madera y bebían aún menos frecuentemente de lo que comían (en tiempos duros la ración llegó a ser de un cuarto de litro cada dos días).

La mayoría habían sido reclutados de modo forzoso y alguno incluso había estado condenado a muerte. El gobernador había pensado de modo brillantemente pragmático que, si no se descubrían las islas de los Reyes Magos, al menos la expedición le serviría para librarse de gente problemática o, en sus propias palabras, «evacuar gente bulliciosa».

La bahía de la estrella. La bahía descubierta en aquella mañana de febrero pasará a llamarse, por supuesto, bahía de la Estrella en honor a los Magos que, como dice Mendaña, «siempre trajimos por abogados» y las islas serán ya por siempre las islas de Salomón.

Permanecieron tres meses explorando las islas. La realidad que Mendaña encontró no respondió a sus anhelos. No había rastro de las enormes riquezas esperadas. A pesar de ello, las islas y sus habitantes fascinaron a los españoles. Resulta curioso cómo los nativos vinieron en una ocasión con un instrumento musical que podemos reconocer hoy («muchos canutillos juntos puestos por su orden, unos mayores que otros, a manera de órgano de mayor a menor que ellos tocan con la boca como quien toca pífano», cuenta el general) y Mendaña mandó sacar trompetas y cantar a los soldados. Los nativos se pusieron a bailar, los españoles siguieron cantando
y he aquí que se formó lo que podíamos llamar la primera fiesta oceánica multicultural improvisada.

El sueño continúa. Tras año y medio de aventuras, Mendaña logró regresar a su punto de partida, El Callao, el 22 de julio de 1569. Y, a pesar de que los resultados no ilusionaron demasiado a las autoridades, Álvaro nunca cesó en su empeño de volver a las islas de Salomón para fundar una colonia estable. Así, 25 años después, en 1595, zarpó de nuevo hacia las islas. En esta ocasión lo acompañaban 400 personas, incluyendo mujeres y niños. Pero nunca llegaría a verlas de nuevo. Tras descubrir las Marquesas, enferma de malaria y muere, el 18 de octubre. Ese segundo viaje, cuya su historia la contó Robert Graves en Las islas de la imprudencia, sucede un singular episodio: la viuda de Mendaña se convierte en la primera y única almirante de todas las Armadas del mundo, pero… esa es otra historia.

Fuente: XL Semanal


Frases sobre Ciencia y Religión


Uno no advierte jamás lo que está hecho, sólo puede ver lo que falta por hacer.

Marie Curie

La inteligencia ha sido en todos los tiempos la reina del mundo y ha vencido las preocupaciones.

Larra

El hombre tiene su ser en Dios.

Ludwig Feuerbach
(1804-1872) Filósofo alemán.

El aspecto más triste de la vida actual es que la ciencia gana en conocimiento más rápidamente que la sociedad en sabiduría.

Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y científico estadounidense.

Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.

Jorge Luis Borges
(1899-1986) Escritor argentino.

¿Qué es una religión sino un intento de explicar qué hacemos en este mundo?

Margarita Riviere

El objetivo básico de casi cualquier religión del mundo es poder vencer a la muerte.

Felipe Avila

Esta vida da pocas explicaciones. Por eso necesitamos algo a lo que agarrarnos por encima de nosotros. Hay que creer en Dios para levantarse cada mañana.

Sofía Loren
Actriz italiana.

La mecánica cuántica permitiría hacer la declaración de rentas en un segundo.

Juan Ignacio Cirac
(1966) Físico teórico español.

¿Por qué las cosas son como son y no de otra manera?

Johanes Kepler
(1571-1630) Astrónomo alemán.

La originalidad no consiste en decir cosas nuevas, sino en decirlas como si nunca hubiesen sido dichas por otro.

Johann Wolfang Von Goethe
(1749-1832) Escritor alemán.

El genio es un uno por ciento de inspiración, y un noventa y nueve por ciento de transpiración.

Thomas Alva Edison
(1847-1931) Inventor estadounidense.

Examinad fragmentos de pseudociencia y encontraréis un manto de protección, un pulgar que chupar, unas faldas a las que agarrarse. ¿Y que ofrecemos nosotros? ¡Incertidumbre!

Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y científico estadounidense.

La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Investigar es ver lo que todo el mundo ha visto, y pensar lo que nadie más ha pensado.

Albert Szent Gyorgi
(1893-1986) médico húngaro.

En la ciencia el reconocimiento se concede al hombre que convence al mundo, no a aquel a quien se le ocurre la idea

William Osler
(1849-1919) médico estadounidense.

La verdadera ciencia enseña, sobre todo, a dudar y a ser ignorante.

Miguel de Unamuno
(1864-1936) Filósofo y escritor español.

La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano.

Aldous Huxley
(1894-1963) Escritor británico.

Nada perece en el Universo; cuanto acontece en él no pasa de meras transformaciones.

Pitágoras
(582- 507 A .C.) Filósofo y matemático griego.

Los acontecimientos memorables de la historia son los efectos visibles de cambios invisibles operados en el pensamiento humano.

Gustave Le Bon
(1841-1931) Sociólogo francés.

Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno.

Ernesto Sábato
(1911-) Escritor argentino.

Hoy se pueden calcular cosas que no podemos ver.

Martinus Veltman
(1931) Físico holandés – Premio Nobel de física 1999

Conocer todo sobre la física de partículas significa conocer todo sobre todo.

Martinus Veltman
(1931) Físico holandés – Premio Nobel de física 1999

Sed bueno y dejad el resto al cielo.

Combe

El que se arrepiente es como el que no ha pecado.

Mahoma

La naturaleza misma ha impreso en la mente de todos la idea de un Dios.

Marco Tulio Cicerón
(106- 43 A .C.) Filósofo,escritor, orador y político romano.

En la prosperidad los hombres piden muy poco a Dios. En la adversidad, le piden demasiado.

Anónimo

Dios me perdonará: es su oficio.

Heinrich Heine
(1797-1856) Poeta y crítico alemán.

Los inventos son a manera de nuevas creaciones, imitaciones de las obras divinas.

Francis Bacon
(1561-1626) Filósofo y estadista británico.

Los descubrimientos ya logrados se deben al azar y a la experiencia vulgar más que a la ciencia.

Francis Bacon
(1561-1626) Filósofo y estadista británico.

Todo cuanto es volvería a la nada si Dios no lo mantuviera; y sin Dios lo que es no sería.

Raimundo Lulio
(1233-1315)

Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.

Santo Tomás de Aquino
(1225-1274) Teólogo italiano.

Tres son las cualidades invisibles de Dios: potencia, sabiduría y bondad. La potencia crea; la sabiduría gobierna y la bondad conserva.

Ricardo de San Victor
(????-1173)

Dos bienes exteriores le fueron dados al hombre: Bajo él, el mundo; sobre él, Dios.

Ricardo de San Victor
(????-1173)

Nadie niega a Dios, sino aquel a quien le conviene que Dios no exista.

San Agustín
(354-439) Obispo, filósofo y Padre de la Iglesia Latina

Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.

Aristóteles
(384-322) Filósofo griego.

¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo; y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.

Platón
(427- 347 a .C.) Filósofo griego.

En torno de la esencia está la morada de la ciencia.

Platón
(427- 347 a .C.) Filósofo griego.

Dicen que el alma humana es inmortal; que tan pronto desaparece (lo que llaman morir), reaparece; pero que no perece jamás.

Platón
(427- 347 a .C.) Filósofo griego.

Sólo Dios es el verdadero sabio.

Sócrates
(470- 399 a .C.) Filósofo griego.

No hay más mezcla y separación de lo que se había mezclado.

Empédocles
(490- 430 a .C.) Filósofo griego.

Dios hace temblar, con su mente, todas las cosas.

Jenofanes
(580- 480 A .C.) Filósofo griego.

Si los toros y los leones supieran pintar, pintarían a los dioses como toros y leones.

Jenofanes
(580- 480 A .C.) Filósofo griego.

Los hombres se imaginan a los dioses engendrados como ellos y revestidos de las mismas formas.

Jenofanes
(580- 480 A .C.) Filósofo griego.

Como el alma, que es aire, nos conserva en la vida, el aliento y el aire envuelven y mantienen el mundo.

Anaximenes
(585- 528 A .C.) Filósofo griego.

Todas las cosas se originaron por el grado de condensación o enrarecimiento del aire, a causa del frío y del calor.

Anaximenes
(585- 528 A .C.) Filósofo griego.

Una fuerza divina penetra lo húmedo elemental y lo mueve.

Tales de Mileto
(640- 543 a .C.) Filósofo griego.

Todo es animado y todo está lleno de dioses.

Tales de Mileto
(640- 543 a .C.) Filósofo griego.

Dios es la inteligencia del mundo.

Tales de Mileto
(640- 543 a .C.) Filósofo griego.

Todas las leyes humanas se alimentan de la ley divina.

Heráclito de Efeso
(535- 475 A .C.) Filósofo griego.

Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.

Heráclito de Efeso
(535- 475 A .C.) Filósofo griego.

La única ley está en obedecer la voluntad del Uno.

Heráclito de Efeso
(535- 475 A .C.) Filósofo griego.

Cuando sea curada tu alma quedarás libre de todos los males.

Versos Dorados
Recopilación de sentencias de los discípulos de Pitágoras.

¡Hombre! Ten confianza, porque la raza de los mortales es de origen divino.

Versos Dorados
Recopilación de sentencias de los discípulos de Pitágoras.

Antes de empezar cualquier tarea, pide a los dioses que santifiquen tu esfuerzo.

Versos Dorados
Recopilación de sentencias de los discípulos de Pitágoras.

Si tus plegarias fracasan en ayudarte, algo le falta a tu sinceridad.

Shin Tao
Religión china significa ‘El Camino de los Dioses’.

Con Dios no existen ni el día ni la noche, ni lo distante ni lo cercano.

Shin Tao
Religión china significa ‘El Camino de los Dioses’.

Todos los hombres son hermanos; todos reciben las bendiciones del mismo cielo.

Shin Tao
Religión china significa ‘El Camino de los Dioses’.

Tanto el cielo como el infierno provienen del propio corazón de uno.

Shin Tao
Religión china significa ‘El Camino de los Dioses’.

¿Para qué buscar lo divino a la distancia? Se encuentra en todos los objetos en torno de nosotros.

Shin Tao
Religión china significa ‘El Camino de los Dioses’.

Dios no recibe respuestas con palabras.

Lao Tse
(Siglo VI a.C.) Filósofo chino. Fundador del taoismo.

Hay algo que existía antes de que la tierra y el cielo comenzaran; y su nombre es el sendero (Tao).

Lao Tse
(Siglo VI a.C.) Filósofo chino. Fundador del taoismo.

Poca fe se otorga a los que tienen poca fe.

Lao Tse
(Siglo VI a.C.) Filósofo chino. Fundador del taoismo.

Aquel que no reconoce la existencia de una ley divina no puede ser llamado ‘hombre superior’.

Confucio
(551- 479 a .C.) Filósofo y estadista chino.

La creación de mil bosques está contenida en una bellota.

Emerson
(1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.

Un hombre sin buena fe… ¡No sé cómo se puede arreglar! ¿Cómo puede avanzar un carro sin barras para sujetar al buey, o un carruaje sin las barras para sujetar al caballo?

Confucio
(551- 479 a .C.) Filósofo y estadista chino.

El hombre en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.

Friedrich Nietzsche
(1844-1900) Filósofo alemán.

El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción.

Aristóteles
(384-322) Filósofo griego.

La ciencia que la humanidad tiene en un momento dado depende de lo que es la humanidad en ese momento.

Georg Simmel
(1858-1918) Filósofo alemán.

El conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que las separan.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

Lo mismo que un árbol tiene una sola raiz y múltiples ramas y hojas, también hay una sola religión verdadera y perfecta, pero diversificada en numerosas ramas, por intervención de los hombres.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

Entiendo por religión, no ya un conjunto de ritos y costumbres, sino lo que está en el origen de todas las religiones, poniéndonos cara a cara con el Creador.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

La plegaria no es un entretenimiento ocioso para alguna anciana. Entendida y aplicada adecuadamente, es el instrumento más potente para la acción.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

Mi arma mayor es la plegaria muda.

Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.

El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.

Jorge Luis Borges
(1899-1986) Escritor argentino.

Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.

Jorge Luis Borges
(1899-1986) Escritor argentino.

Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.

Jorge Luis Borges
(1899-1986) Escritor argentino.

Dentro de tí está la salvación.

Vardhama
Filósofo indio fundador del Jainismo

Larga es la noche para el que yace despierto; larga es la milla para el que va cansado; larga es la vida para el necio que no conoce la verdadera ley.

Buda
– 600 a .C.) Pensador himalaya.

La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen.

Blaise Pascal
(1600-1662) Filósofo y escritor francés.

De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

Santa Teresa de Avila

La forma más rápida de volver a ponerse en pie consiste en arrodillarse para orar.

Vern Mc Lellan

Aquél que tiene fe no está nunca solo.

Thomas Carlyle
(1795-1881) Historiador y pensador inglés.

Por el cosquilleo de mis pulgares, algo maligno viene hacia mi.

William Shakespeare
(1564-1616) Escritor británico.

Es la creencia y no el dios lo que importa

Wallace Stevens

Todas las cosas por un poder inmortal cerca o lejos ocultamente están unidas entre si, de tal modo que no puedes agitar una flor sin trastornar una estrella.

Francis Thompson

Dios ha muerto. Parece que lo mataron los hombres.

Friedrich Nietzsche
(1844-1900) Filósofo alemán.

Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta.

Santa Teresa de Jesús
(1515-1582) Religiosa y escritora mística española.

El electrón es el verdadero héroe de nuestro siglo.

Anónimo

Si hubiera previsto las consecuencias me hubiera hecho relojero.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Llamar fiesta a un rito tan sangriento como una corrida de toros es lo contrario de llamar sacrificio al rito incruento de la misa.

Antonio Gala
(1930-) Dramaturgo español.

La única técnica que merece la pena dominar es la que uno mismo inventa.

Jean Cocteau
(1889-1963) Escritor francés

Solamente la existencia de Caín nos hace amar a Abel.

Sergio Leone
(1921)

El secreto de mi universo es sólo imaginar a Dios sin la inmortalidad del hombre.

Albert Camus
(1913-1960) Escritor francés.

Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas.

Vincent Van Gogh
(1853-1890) Pintor impresionista holandés.

Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda.

Mario Benedetti
Escritor uruguayo.

Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.

Jorge Luis Borges
(1899-1986) Escritor argentino.

El futuro no es ya lo que solía ser.

Arthur Clarke
(1917) Científico y escritor británico.

No hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada.

Benjamin Franklin
(1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

Pienso que un mensaje extraterrestre será tratado mucho más como una materia de estudio académico que como una mera serie de titulares periodísticos.

Philip Morrison

Tenía yo monumentos de bronce, de lapislázuli, de alabastro… y de piedra caliza blanca… e inscripciones de arcilla cocida… Lo deposité en los fundamentos y lo dejé para tiempos futuros.

Esarhaddon
(Siglo VII a.de C.) Rey de Asiria.

La ciencia viene, la sabiduría se queda.

Alfred Tennyson
(1809-1892) Poeta británico.

En la ciencia uno se trata de explicar lo que no se sabía antes de manera que se entienda. En la literatura uno se comporta justo al contrario.

Paul Dirac
(1902-1984) Físico británico.

Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia.

Santiago Ramón y Cajal
(1852-1934) Médico español.

El Arte es ‘yo’; la Ciencia es ‘nosotros’.

Claude Bernard
(1813-1878) Fisiólogo francés.

Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible.

Bertrand Russell
(1872-1970) Filósofo y matemático británico.

Lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje.

Arthur Clarke
(1917) Científico y escritor británico.

El humilde conocimiento de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el camino de la ciencia.

Thomas De Kempis
(1380-1471) Teólogo alemán.

La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia.

Juan Luis Vives
(1492-1540) Humanista y filósofo español.

Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas.

Albert Schwaitzer
(1875-1965) Médico francés.

Las ciencias aplicadas no existen, sólo las aplicaciones de la ciencia.

Louis Pasteur
(1822-1895) Químico francés.

La ciencia es la estética de la inteligencia.

Gastón Bachelard
(1884-1962) Filósofo francés.

Casi no quedan manchas blancas en el planeta. Los territorios inexplorados ya sólo quedan bajo la tapa de los sesos.

Hans Reimann
(1889-1969) Escritor alemán.

¿Por qué esta magnifica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

La ciencia se puede aprender de memoria, pero la sabiduría no.

Laurence Sterne
(1713-1768) Novelista británico.

Los próximos cien años serán un período de transición entre la actual tecnología del metal y el silicio y la tecnología del mañana de enzimas y neuronas.

Freeman Dyson
(1923) Físico británico.

La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un tanto en el terreno de lo imposible.

Arthur Clarke
(1917) Científico y escritor británico.

Un científico tiene la libertad, y debe tomársela, de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de buscar cualquier evidencia, de corregir errores.

J. Robert Openheimer
(1904-1967) Físico estadounidense.

He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El oceano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.

Isaac Newton
(1642-1727) físico y matemático británico

Un científico es un hombre tan endeble y humano como cualquiera; sin embargo, la búsqueda científica puede ennoblecerle, incluso en contra de su voluntad.

Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y científico estadounidense.

Un sutil pensamiento erróneo puede dar lugar a una indagación fructífera que revela verdades de gran valor.

Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y científico estadounidense.

La ciencia es el misticismo de los hechos; la verdad es que nadie sabe nada.

Leónidas Andreiev
(1871-1919) Escritor ruso.

Son vanas y están plagadas de errores las ciencias que no han nacido del experimento, madre de toda certidumbre.

Leonardo Da Vinci
(1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

Algún día la ciencia puede llegar a tener la vida del hombre en sus manos y, haciendo estallar el mundo la especie humana puede incurrir en un suicidio colectivo.

Henry Adams
(1838-1918) Escritor e historiador estadounidense.

Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia.

John Locke
(1632-1704) Filósofo británico.

Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.

Karl Marx
(1818-1883) Filósofo, economista y político alemán.

Los hombres son absurdos, se entretienen en trazar rompecabezas con las cosas del cielo, como si no tuvieran bastantes quebraderos de cabeza aquí en la tierra.

Arturo Cancela
(1892-1957) Escritor argentino.

El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.

Eugene Ionesco
(1912-1994) Dramaturgo francés de origen rumano.

Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar.

Arthur Schopenhauer
(1788-1860) Filósofo alemán.

Sólo en las ciencias matemáticas existe la identidad entre las cosas que nosotros conocemos y las cosas que se conocen en modo absoluto.

Umberto Eco
(1932-) Escritor italiano.

Las matemáticas no mienten, lo que hay son muchos matemáticos mentirosos.

Henry David Thoreau
(1817-1862) Escritor, poeta y pensador.

Para mí, Cristo es el pueblo.

León Gieco
(1951- ) Cantautor argentino.

Las leyes de la herencia son un fenómeno maravilloso que nos exime de la responsabilidad de nuestras deficiencias.

Doug Larson

La ciencia tiene una característica maravillosa, y es que aprende de sus errores.

Ruy Perez Tamayo
Científico mexicano.

El esqueleto de la ciencia son los hechos, pero los músculos y los nervios son el significado que se les confiere, y el alma de la ciencia son las ideas.

Ruy Perez Tamayo
Científico mexicano.

La creencia en el valor de la verdad científica no procede de la naturaleza, sino de que es producto de determinadas culturas.

Weber

Se han concedido muchos premios Nobel por mostrar que el Universo no es tan simple como podíamos haberlo pensado.

Stephen Hawking
(1942-)

Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.

Carl Sagan

Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.

Sigmund Freud
(1856-1939) Psiquiatra austríaco.

Para un pueblo hambriento e inactivo, la sola forma en que Dios puede aparecer es en la de trabajo y comida.

Miguel Angel Asturias
(1899-1974) Poeta y novelista guatemalteco.

En el fondo, los científicos somos gente con suerte: podemos jugar a lo que queramos durante toda la vida.

Lee Smolin
Físico teórico y cosmólogo estadounidense.

Por mucho que sepamos, siempre habrá una pregunta sin responder. Y ese espacio de misterio inevitablemente invitará a cierto misticismo.

Lee Smolin
Físico teórico y cosmólogo estadounidense.

Puede que haya otros universos mejores que el nuestro.

Lee Smolin
Físico teórico y cosmólogo estadounidense.

Para ser un buen científico hay que saber decir ‘no sé’ a tiempo.

Lee Smolin
Físico teórico y cosmólogo estadounidense.

Me temo que todavía hay bastante machismo soterrado entre los físicos.

Lee Smolin
Físico teórico y cosmólogo estadounidense.

Internet facilita la información adecuada, en el momento adecuado, para el propósito adecuado.

Bill Gates
(1952?) Fundador de Microsoft

La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable.

Leonardo Da Vinci
(1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

Cuanto más original es un descubrimiento, más obvio parece después.

Arthur Koestler

En el pensamiento científico siempre están presentes elementos de poesía. La ciencia y la música actual exigen de un proceso de pensamiento homogéneo.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría.

Karl Marx
(1818-1883) Filósofo, economista y político alemán.

La palabra verdad no se puede usar fuera de la ciencia sin abusar del lenguaje.

Marcelin Berthelot

Trabaja tu salvación con diligencia.

Buda
– 600 a .C.) Pensador himalaya.

El hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.

Anónimo

La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar.

Aldous Huxley
(1894-1963) Escritor británico.

El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.

Ludwig van Beethoven
(1770-1827) Compositor alemán.

Se pierde la virginidad de la fe para adquirir la maternidad de la razón.

Nicolás Salmerón
Político e historiador español.

El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos más que ocultar la verdad a ojos de los necios.

Enrique Jardiel Poncela
(1901-1952) Escritor español.

Un estudioso de la dinámica creerá, por tradición, que escribir las ecuaciones de un sistema equivales a entenderlo.

James Gleick

En la geometría no existen sectas.

Voltaire
(1694-1778) Filósofo y escritor francés.

Fe: Significa no querer saber la verdad.

Friedrich Nietzsche
(1844-1900) Filósofo alemán.

Lo más incomprensible acerca de este mundo es que es comprensible.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Las enzimas con unas cosas inventadas por los biólogos para explicar unos procesos que de otra forma requieren que pienses mucho más.

Jeromé Lettvin

En este mundo hay más religiones que niños felices.

Ricardo Arjona
Cantautor guatemalteco.

Resulta que Dios está desnudo. El que no quiera verlo que no mire.

Gloria Fuertes
(1819) Escritora española

El Señor prefiere a la gente corriente, por eso ha hecho tanta.

Abraham Lincoln
(1809-1865) Político estadounidense.

Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas.

Louis Pasteur
(1822-1895) Químico francés.

Hay algo que Dios ha hecho mal. A todo le puso límites menos a la tontería.

Konrad Adenauer

El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres.

Karl Kraus
(1874-1936) Escritor austríaco.

En tanto las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; en tanto son ciertas, no se refieren a la realidad.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero.

Theilard de Chardin

A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.

Carl Sagan

Los imposibles de hoy serán posibles mañana.

Konstantin Tsiolkovski

Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto.

Blaise Pascal
(1600-1662) Filósofo y escritor francés.

Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.

Madre Teresa de Calcuta
(1910-1997) Misionera yugoslava nacionalizada india.

El hombre no vive de otra cosa que de religión o de ilusiones.

Giacomo Leopardi
(1798-1837) Poeta italiano.

Es mi fe tan cumplida que adoro a dios, aunque me dió la vida.

Ramon de Campoamor
(1817-1901) Poeta español.

Cada criatura al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.

Rabindranah Tagore
(1861-1941) Filósofo y escritor indio.

Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.

Jean Paul Sartre
(1905-1980)

El único sentido de esta vida consiste en ayudar a estableceer el reino de Dios.

Leon Tolstoi
(1828-1910) Escritor ruso.

El hombre encuentra a Dios detras de cada puerta que la ciencia logra abrir.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Si Dios no es amor, no vale la pena que exista.

Henry Miller
(1891-1980) Escritor estadounidense.

Para rezar a Dios con devoción no hace falta creer en Dios según los dogmas de ninguna religión.

William Somerset Maugham
(1874-1965) Escritor británico.

No podría creer en un Dios al cual comprendiera.

Graham Greene
(1904-1991) Novelista británico.

Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.

Gabriel Garcia Marquez
(1928) Escritor colombiano.

Lo único que impide a Dios mandar un segundo diluvio, es que el primero fue inútil.

Nicolás Sebastien Roch ‘Chamfort’
(1741-1794) Académico francés.

La religión es algo en lo que nos apoyamos para encontrarle algún sentido a la vida.

Quete

La religión nunca debe olvidarse porque entonces los pecados perderían su gracia.

Reynaldo Arenas

Si Dios me hubiera consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas.

Alfonso X El Sabio
(1221-1284) Papa.

El nacimiento de la ciencia fue la muerte de la superstición.

Thomas Henry Huxley

Es un hecho que el hombre tiene que controlar la ciencia y chequear ocasionalmente el avance de la tecnología.

Thomas Henry Huxley

La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso.

Louis Pasteur
(1822-1895) Químico francés.

La ciencia es un magnífico mobiliario para el piso superior de un hombre, siempre y cuando su sentido común esté en la planta baja.

Oliver Wendell Holmes
(1809-1894) Poeta y humorista estadounidense.

A los hombres les encanta maravillarse. Esto es la semilla de la ciencia.

Emerson
(1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.

La ciencia rivaliza con la mitologia en milagros.

Emerson
(1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.

La ciencia es orgullosa por lo mucho que ha aprendido; la sabiduría es humilde por lo que sabe.

William Cowper

La ciencia mas peligrosa es aquella que está restringuida al dominio de los expertos.

Richard Pawson

Sabido es que un hombre de ciencia puede valer por diez mil soldados.

F. R. Moulton

¿Pero qué es la vida de un literato o de un hombre de ciencia, y donde hallaremos su historia? en sus obras.

Henry Hunter

La ciencia es para el mundo moderno lo que el arte fue para el antiguo.

Disraeli
(1804-1881) Escritor británico.

Los investigadores alimentamos el instinto de saber; somos operarios del patrimonio intelectual de la humanidad.

José Maria Martin Senovilla
(1961) Físico español.

La ciencia puede descubrir lo que es cierto, pero no lo que es bueno, justo y humano.

Marcus Jacobson
(1930) Neurocientífico estadounidense.

En la investigación es incluso mas importante el proceso que el logro mismo.

Emilio Muñoz
(1937) Presidente CSIC.

Los científicos necesitamos especialmente la imaginación. No bastan las matemáticas ni la lógica: Necesitamos algo de estética y poesia.

Maria Mitchell
(1818-1889) Astrónoma estadounidense.

La ciencia es la progresiva aproximación del hombre al mundo real.

Max Planck
(1858-1947) Físico alemán.

El científico trata de satisfacer sus propias ansiedades humanas.

Angel Jordán Goñi
(1930) Físico español.

Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia, engaña; el engaño está en quien no sabe.

Miguel de Cervantes Saavedra
(1547-1616) Escritor español.

La ciencia apenas sirve nada mas que para darnos una idea de la extensión de nuestra ignorancia.

Felix Lamennais
(1782-1854) Escritor y pensador francés.

El que la ciencia pueda sobrevivir largamente depende de la psicología; es decir, depende de lo que los seres humanos deseen.

Bertrand Russell
(1872-1970) Filósofo y matemático británico.

Dios no juega a los dados.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Ciencia y humanismo han de ser un brazo y no un muro que separa razón y sentimiento.

Pablo Serrano
(1910-1985) Escultor español.

Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza.

Averroes
(1126-1198) Filósofo hispanoarábigo.

Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos.

Honorato de Balzac
(1799-1850) Escritor francés.

Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegria.

Aurore Dupín. (George Sand)
(1804-1876) Novelista francesa.

Nada vale la ciencia si no se convierte en conciencia.

Carlo Dossi
(1849-1910) Escritor italiano.

La ciencia y la sabiduría, lejos de ser una misma cosa, no tienen entre si a menudo conexión alguna.

William Cowper

La ciencia que se aparte de la justicia mas que ciencia debe llamarse astucia.

Marco Tulio Cicerón
(106- 43 A .C.) Filósofo,escritor, orador y político romano.

La ciencia es el gran antidoto contra el veneno del entusiasmo y de la superstición.

Adam Smith
(1723-1790) Economista británico.

Durante mucho tiempo continuaremos viviendo divididos entre el miedo a las armas misteriosas y la esperanza en los milagros de la ciencia.

Raymond Aron

Poco me satisface aquella ciencia que no ha sabido hacer virtuosos a quienes la profesaron.

Salustio
(86- 34 a .C.) Historiador latino.

La ciencia avanza a pasos, no a saltos.

Thomas Babington Macaulay
(1800-1859) Político e historiador británico.

La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia.

Edgar Allan Poe
(1809-1849) Escritor estadounidense.

Ciencia sin seso, locura doble.

Baltasar Gracian
(1601-1658) Escritor español.

La ciencia moderna aun no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.

Sigmund Freud
(1856-1939) Psiquiatra austríaco.

Es para mi una alegria oir sonar el reloj; veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco mas cerca de Dios.

Santa Teresa de Jesús
(1515-1582) Religiosa y escritora mística española.

Ni siquiera Dios puede cambiar el pasado.

Agatón

Donde hay fe hay amor, donde hay amor hay paz, donde hay paz esta Dios y donde está dios no falta nada.

Blanca Cotta
Gastrónoma argentina.

Donde acaba la biología comienza la religión.

Gilbert Chesterton
(1874-1936) Escritor británico.

La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradiccion, cosas que me son preciosas.

Luis Buñuel
(1900-1983) Cineasta español.

No pidais a dios que os de una carga apta para vuestros hombros; pedidle unos hombros aptos para soportar vuestras cargas.

Phillips Brooks

Nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas.

Jacinto Benavente
(1866-1954) Dramaturgo español.

Recordad: A los diez mandamientos, Dios no los llamó ‘las diez recomendaciones’.

Anónimo

Al progreso no hay quien lo pare. Dios creó el mundo en seis dias. ¿Y que tenemos hoy? La semana de cinco dias

Peter Ustinov
(1921-) Actor estadounidense.

Dios: lo más evidente y lo más misterioso.

Lacordaire

El Cristianismo podría ser bueno, si alguien intentara practicarlo.

George Bernard Shaw
(1856-1950) Dramaturgo irlandés.

La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.

Voltaire
(1694-1778) Filósofo y escritor francés.

Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.

Jean Cocteau
(1889-1963) Escritor francés

Donde acaba la biología comienza la religión.

Gilbert Chesterton
(1874-1936) Escritor británico.

Por donde los santos pasan, se va quedando Dios.

J. Guitton

La fe es el convencimiento de lo que no vemos.

La Biblia

Los cristianos no fallamos por falta de principios, sino por falta de obras.

Anónimo

Quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a sus hermanos, a quienes ve, ese es un mentiroso.

San Juan
(Siglo I) Apóstol cristiano.

Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.

San Agustín
(354-439) Obispo, filósofo y Padre de la Iglesia Latina

Si somos arrastrados a Cristo, creemos sin querer; se usa entonces la violencia, no la libertad.

San Agustín
(354-439) Obispo, filósofo y Padre de la Iglesia Latina

La salvación de muchos depende de la oración de pocos.

S.S. Pío XII

Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.

Anónimo

Hay gente que cree que el único equipo que se necesita para discutir de religión, es una boca.

H. Wouk

La tierra está más abrumada por el peso del pecado que por el de la población.

Lanza del Vasto

La vida humana es sagrada: Desde su comienzo compromete directamente la acción sagrada de Dios.

Juan XXIII
(1881-1963) Papa.

La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.

Victor Hugo
(1802-1885) Novelista francés.

Dios mira las manos limpias, no las llenas.

Publio Siro
(Siglo I a.C.) Poeta latino.

El ojo ve bien a Dios solamente a traves de las lágrimas.

Victor Hugo
(1802-1885) Novelista francés.

El universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: Es indiferente.

Carl Sagan

Si sólo Dios me hiciera una simple señal. ¡Como hacer un ingreso a mi nombre en un banco!.

Woody Allen
(1935-) Actor, director y escritor estadounidense.

La estadística es una ciencia segun la cual todas las mentiras se tornan cuadros.

Dino Segré (Pitigrilli)
(1893-1975) Escritor británico.

La ciencia se compone de errores, que, a su vez, son los pasos hacia la verdad.

Julio Verne
(1828-1905) Novelista francés.

Tenemos bastante religión como para odiarnos, pero no suficiente como para amarnos.

Jonathan Swift
(1667-1745) Escritor británico.

Mientras la ciencia tranquiliza, el arte perturba.

Georges Braque
(1882-1963) Pintor francés.

La oración deberia ser la llave del día y el cerrojo de la noche.

Thomas Fuller
(1610-1661) Clérigo y escritor británico.

Es mas santo y reverente creer en las obras de Dios, que profundizar en ellas.

Tácito
(55-119) Historiador y orador romano.

Quien no tiene confianza en el hombre, no tiene ninguna en Dios.

Chapman

Dios está en todos los hombres, pero no todos los hombres están en Dios: Por eso sufren.

Ramakrsina

Dios existe; pero no tiene ninguna prisa de hacerlo saber.

Leon Tolstoi
(1828-1910) Escritor ruso.

Por lo general, lo que pedimos a Dios con nuestro rezo no es que se haga su voluntad, sino que apruebe la nuestra.

H.J.B

Dios no escucha vuestras palabras, salvo cuando el mismo las profiere a traves de vuestros labios.

Khalil Gibran
(1833-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.

La imposibilidad en que me encuentro de probar que Dios no existe, me prueba su existencia.

Jean de la Bruyere
(1645-1696) Filósofo y escritor francés.

Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de Dios.

Theodor Heuss

Dios es la alegría. por eso ha colgado el sol frente a su casa.

Kar Lange

Um Dios que premia y castiga a seres creados por él mismo, me resulta dificil de imaginar.

Albert Einstein
(1879-1955) Físico alemán.

Una falsa ciencia hace ateos; una verdadera ciencia prosterna al hombre ante la divinidad.

Voltaire
(1694-1778) Filósofo y escritor francés.

Ciencia es creer en la ignorancia de los científicos.

Richard Feynmann

Dios es justo siempre, aún cuando nos perdona.

Nemer Ibn El Barud

Ciencia sin conciencia no es mas que ruina del alma.

Rabelais
(1494-1563) Escritor francés.

Dios castiga a aquellos a quienes ama.

La Biblia

Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.

Platón
(427- 347 a .C.) Filósofo griego.

Dios no solo juega a los dados. A veces también echa los dados donde no pueden ser vistos.

Stephen Hawking
(1942-)

La ciencia que sirve para hacernos orgullosos y que degenera en pedantería no vale mas que para deshonrarnos.

San Francisco de Sales

La ciencia es el cementerio de las hipótesis.

Lemait

La Promulgación del Edicto de Milán y el Fin de las Persecuciones Cristianas


Por el edicto de tolerancia religiosa promulgado en el año 311 en Milán por Constantino I el Grande y Licinio, se reconocía al cristianismo las mismas libertades y los mismos derechos que a la religión pagana y se reparaban los daños causados a los cristianos.

El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como La tolerancia del cristianismo, fue promulgado en Milán en el año 313 y en él se establecía la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.

En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1500 sedes episcopales y al menos de 5 a 7 millones de habitantes de los 50 que componían el imperio profesaban el cristianismo. Después de la aprobación, se inició la etapa conocida por los historiadores cristianos como la Paz de la Iglesia.

Historia

Antecedentes

Anteriormente, en el año 311 el emperador Galerio había emitido en la ciudad un edicto conocido como el Edicto de Tolerancia de Nicomedia. En él se concedía indulgencia a los cristianos y se les reconocía su existencia legal y libertad para celebrar reuniones y construir templos para su dios, por lo que la persecución de los mismos finalizaría.

Habiendo recibido esta indulgencia, ellos habrán de orar a su dios por nuestra seguridad, por la de la República, y por la propia, que la república continúe intacta, y para que ellos puedan vivir tranquilamente en sus hogares.

Emperador Galerio.

Desarrollo

En un intento por reintegrar el imperio Romano bajo una sola autoridad, Licinio se armó en contra de Constantino. Como parte de su esfuerzo para ganarse la lealtad del ejército, Licinio eximió al ejército y los funcionarios públicos de la práctica de la política de tolerancia que imponía el edicto, permitiéndoles continuar la persecución de cristianos. Como consecuencia de esta orden, algunos cristianos perdieron sus propiedades y hasta la vida. De entonces sobrevive una leyenda, que cuenta de 40 cristianos en Sevaste, que al negarse a ofrendar vino a los dioses romanos, fueron torturados y encarcelados. Al rehusar aún participar en el rito, fueron obligados a mantenerse de pie desnudos sobre el hielo del invierno hasta la congelación. Unos cuantos cedieron y aceptaron renunciar al cristianismo con tal de acompañar a los soldados en las fogatas, al mismo tiempo que un número igual de soldados decidieron confesar su hasta entonces secreta devoción al cristianismo y se unieron a aquellos en el hielo. Cuenta la tradición que descendieron del cielo ángeles, quienes colocaron coronas en las cabezas de los mártires.

Características

El edicto o constitución imperial fue aprobado entre otra serie de medidas tomadas en conjunto por los emperadores romanos de Oriente y Occidente en junio del año 313. En el mismo se establecía lo siguiente:

Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión… que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.

Copias de las constituciones imperiales de Constantino y Licinio, traducidas del latín al griego

Consecuencias

El edicto de Milán no sólo significó el reconocimiento oficial de los cristianos, sino que trajo como consecuencia profundos cambios dentro del Imperio romano, así como el comienzo de la expansión de la Iglesia. La aplicación del edicto devolvió a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades que habían sido confiscadas por las autoridades romanas y vendidas a particulares: «las propiedades habrán de ser devueltas a los cristianos sin exigir pago o recompensa de ningún tipo, y sin admitir ningún tipo de fraude o engaño». Esto le brindó al cristianismo (y a cualquier otra religión) un estatus de legitimidad junto con la religión romana, y en efecto, depuso a esta última como la religión oficial del imperio romano y de sus ejércitos.

Todavía no se han recuperado registros en piedra del edicto. Las citas que se le conocen provienen de los capítulos 35 y 48 del documento histórico De mortibus persecutorum (Sobre la muerte de los perseguidores), escrito por Lactancio.

Este edicto supuso el fin de las persecuciones y el inicio de la organización oficial de la Iglesia.