Presencia de agua en Marte


La presencia de agua en Marte se investiga desde hace cientos de años. La geografía del planeta parece indicar fuertes accidentes que habrían sido producidos por el agua en tiempos pasados, en condiciones ambientales muy diferentes de las actuales. Hoy la atmósfera de Marte se estima que tiene un 0,01 % de agua en forma de vapor y se sabe que hay también agua helada en el subsuelo. La presión atmosférica marciana es muy inferior a la de la Tierra y la temperatura también; estas condiciones ambientales hacen que el ciclo del agua en Marte sea diferente al de la Tierra, puesto que esta pasa directamente de estado sólido a gaseoso y viceversa sin pasar por el estado líquido.

 

Reconstrucción del Oceano de Marte

La noción de agua en Marte precedió a la era espacial por cientos de años. Los primeros observadores, utilizando telescopios ópticos, asumieron correctamente que los casquetes y las nubes polares de color blanco eran indicadores de la presencia de agua. Estas observaciones, junto con el hecho de que Marte tiene un día de 24 horas, llevó al astrónomo William Herschel a declarar en 1784 que Marte probablemente ofrecería a sus hipotéticos habitantes «una situación en muchos aspectos similar a la nuestra».

A principios del siglo XX, la mayoría de los astrónomos reconocían que Marte era mucho más frío y seco que la Tierra. La presencia de océanos ya no se aceptaba, por lo que el paradigma cambió a una imagen de Marte como un planeta «moribundo» con solo una escasa cantidad de agua. Las áreas oscuras, que se podía ver como cambiaban estacionalmente, fueron consideradas entonces como extensiones de vegetación.​ La persona responsable de popularizar esta visión de Marte fue Percival Lowell (1855 – 1916), quien imaginó una raza de marcianos construyendo una red de canales para llevar agua desde los polos a los habitantes establecidos en el ecuador del planeta. A pesar de generar un tremendo entusiasmo público, las ideas de Lowell fueron rechazadas por la mayoría de los astrónomos. El consenso científico establecido por entonces es probablemente mejor resumido por el astrónomo inglés Edward Maunder (1851-1928), quien comparó el clima de Marte con «las condiciones sobre un pico de seis mil metros de altura en una isla del Ártico, donde solamente se podría esperar que sobreviviesen los líquenes».

Mientras tanto, muchos astrónomos estaban refinando la herramienta de la espectroscopia planetaria con la esperanza de determinar la composición de la atmósfera de Marte. Entre 1925 y 1943, Walter Adams y Theodore Dunham del Observatorio del Monte Wilson intentaron identificar el oxígeno y el vapor de agua en la atmósfera marciana, con resultados generalmente negativos. El único componente de la atmósfera marciana conocida con certeza fue el dióxido de carbono (CO2) identificado espectroscópicamente por Gerard Kuiper en 1947.​ El vapor de agua no fue detectado inequívocamente en Marte hasta 1963.

La composición de los casquetes polares de Marte, se había asumido que estaban formados por hielo de agua desde los tiempos de Cassini (1666). Sin embargo, esta idea fue cuestionada por algunos científicos en el siglo XIX, que pensaron en el hielo de CO2 debido a la baja temperatura total del planeta y a la apreciable carencia evidente de agua. Esta hipótesis fue confirmada teóricamente por Robert Leighton y Bruce Murray en 1966.​ Actualmente se sabe que los casquetes invernales en ambos polos se componen principalmente de hielo de CO2, pero que permanece una capa permanente (o perenne) de hielo de agua durante el verano en el Polo Norte. En el Polo Sur, un pequeño casquete de hielo de CO2 permanece durante el verano, pero esta capa también está cubierta por el hielo de agua.

La pieza final del rompecabezas del clima marciano fue proporcionada por el Mariner 4 en 1965. Las granuladas imágenes de televisión enviadas por la nave espacial mostraron una superficie dominada por cráteres de impacto, lo que implicaba que la superficie era muy antigua y no había experimentado el nivel de erosión y actividad tectónica presente en la Tierra. Poca erosión significaba que el agua líquida no había desempeñado probablemente un papel grande en la geomorfología del planeta durante miles de millones de años. Además, las variaciones en las señales de radio de la nave espacial a medida que pasaba detrás del planeta permitían a los científicos calcular la densidad de la atmósfera. Los resultados mostraron una presión atmosférica inferior al 1% de la tierra en al nivel del mar, excluía de forma efectiva la existencia de agua líquida, que rápidamente herviría o se congelaría a presiones tan bajas.​ Estos datos generaron una visión de Marte como un mundo muy parecido a la Luna, pero con una tenue atmósfera capaz de mover el polvo alrededor alrededor del planeta. Esta visión de Marte duraría casi otra década, hasta que el Mariner 9 mostró un Marte mucho más dinámico, con indicios de que el ambiente del pasado del planeta fue menos inclemente que el actual.

El 24 de enero de 2014, la NASA informó acerca de que los vehículos exploradores Curiosity y Opportunity estaban buscando evidencias de antigua vida en Marte, incluyendo indicios de una biosfera basada en microorganismos de nutrición autótrofa, quimiótrofa y/o litótrofa, así como la antigua presencia agua, incluyendo planicies lacustres (llanuras relacionadas con ríos antiguos o lagos) que puedieran haber sido habitables.

Durante muchos años se pensó que los restos observados de las inundaciones fueron causados por la liberación de un acúmulo de agua global, pero una investigación publicada en 2015 revela depósitos regionales de sedimentos y de hielo formados 450 millones de años antes de convertirse en flujos de agua.​ Así, «la deposición de sedimentos de los ríos y el derretimiento glacial rellenaron cañones gigantes en el fondo del antiguo océano primordial que había ocupado las tierras bajas del norte del planeta», y «fue el agua preservada en estos sedimentos de los cañones la que fue liberada más tarde formando grandes inundaciones, cuyos efectos pueden ser vistos hoy.»


Dos posibles océanos

La existencia de océanos en el Marte antiguo ya se ha sospechado antes y las características que recuerdan a las costas han sido identificadas con imágenes desde varias naves espaciales. Pero, aún así, sigue siendo un tema controvertido.

Por el momento, los científicos han propuesto dos posibles océanos: uno de hace 4.000 millones de años, cuando prevalecía un clima más cálido, y otro de 3.000 millones de años atrás cuando el hielo se fundió bajo la superficie después de un gran impacto y creó canales de salida que drenaban el agua hacia zonas de poca elevación.

“El instrumento MARSIS penetra profundamente en el suelo, dejando al descubierto los primeros 60-80 metros de subsuelo del planeta”, dice Kofman Wlodek, líder del equipo de radar en el IPAG. “A lo largo de toda esta profundidad, hemos visto evidencias de material sedimentario y de hielo”.
Los sedimentos revelados por MARSIS son áreas de baja reflectividad al radar. Estos sedimentos son normalmente materiales granulares de baja densidad que han sido erosionados por el agua y llevados por ella hasta su destino final.

Demasiado efímeros para formar vida

Este océano, sin embargo, habría sido temporal. En un millón de años o menos, según estimaciones Mouginot, el agua o se habría congelado allí mismo y conservado bajo tierra o se habría convertido en vapor y levantado poco a poco en la atmósfera.

“Yo no creo que pudiera haber quedado como un océano el tiempo suficiente como para llegar a formar vida”, explica el investigador. Con el fin de encontrar evidencia de vida, los astrobiólogos tendrán que buscar aún más atrás en la historia de Marte, cuando el agua líquida existió durante mucho más tiempo.

Sin embargo, este trabajo proporciona algunas de las mejores evidencias de que hubo alguna vez grandes cantidades de agua líquida en Marte y es una prueba más del papel del agua líquida en la historia geológica marciana. “Esto añade nuevas piezas de información para el rompecabezas, pero se mantiene la pregunta: ¿de dónde vino todo el agua?”, se pregunta Mouginot.

Marte desde la ‘webcam’ europea


El Mundo

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La cámara a bordo de la nave europea Mars Express, en órbita alrededor de Marte, también conocida como Mars webcam, ha vuelto a funcionar enviando una nueva vista completa del planeta rojo. La misión de la ESA, lanzada en 2003, lleva una cámara de monitorización que inicialmente proporcionó fotos de baja resolución de la separación de su módulo de aterrizaje Beagle. A continuación, se apagó, una vez cumplido su cometido principal.

En 2007, la cámara fue reactivada como Mars Webcam y desde entonces ha transmitido una gran cantidad de imágenes de Marte, incluyendo vistas de todo el planeta rojo. La toma de fotografías está programada con un límite de tiempo a fin de no interferir con los instrumentos científicos de la sonda, y los conjuntos de imágenes se entregan sólo después de que los datos de investigación se han descargado. Posteriormente, la ESA las difunde a través de la cuenta de Twitter Mars Webcam.

La cámara ha estado apagada durante varios meses durante la temporada reciente de eclipse, cuando Mars Express se queda sin luz solar al pasar por la sombra del planeta durante parte de cada órbita. Esto reduce la potencia total disponible a bordo de la nave espacial, lo que significa que la cámara no se puede utilizar.

Sin embargo, volvió a activarse esta semana, enviando un conjunto de 10 imágenes el martes, que fueron adquiridas en torno a las 18.00 GMT la noche anterior. La imagen que encabeza esta noticia es una compilación creada por el fotógrafo aficionado Dylan O’Donnell, en Australia. Utilizó nueve de las 10 imágenes para construir un compuesto que elimina algunos de los ruidos, manchas e imperfecciones inherentes a las imágenes nativas.

Las imágenes de la cámara VMC han llegado a ser muy populares entre los astrónomos aficionados, fotógrafos y entusiastas de Marte, que las han utilizado para crear recreaciones artísticas e incluso para llevar a cabo el análisis científico de las nubes de Marte, la atmósfera y características de la superficie.

La enigmática nube marciana


El Mundo

  • El extraño fenómeno, producido en la alta atmósfera marciana, se alza a unos 250 kilómetros de la superficie y sólo se ha observado al amanecer en momentos puntuales
Marte con el penacho emergiendo en el limbo.

Marte con el penacho emergiendo en el limbo.W. Jaeschke y D. Parker / NOAA

El planeta rojo se ha convertido en el protagonista de un enigma. La revista Nature ha publicado este lunes una investigación surgida a raíz de la observación de un fenómeno extraño en la atmósfera marciana por parte de muchos astrónomos aficionados. Ocurrió en marzo de 2012 y se pudo ver durante diez días. Más tarde se volvió a dejar ver en abril. Se trata de una protuberancia, que corresponde a una nube, que alcanza una altura de unos 250 kilómetros por encima del suelo marciano, casi en el limbo de la atmósfera. Esto es algo insólito, pues nunca antes se habían observado nubes por encima de los 100 kilómetros.

Otra de las características extrañas es que el fenómeno sólo puede verse al amanecer, por lo que los científicos apuestan por relacionarlo con temperaturas frías y una formación cíclica, quizá durante la noche. Pero curioso de este puzzle no acaba ahí. Y es que este enigma no tiene una solución concreta. Los astrofísicos tratan de recomponer las piezas revisando las observaciones de 2012, pero, según cuenta a EL MUNDO el científico del CSIC Ángel López Valverde, del Instituto de Astrofísica de Andalucía y coautor de este estudio, «tenemos muchas probabilidades pero en ellas siempre hay algo que no encaja«.

Los investigadores contemplan dos posibilidades: nubes o auroras. Ambos casos se desdoblan en más posibilidades. Empezando con las nubes, en Marte existen tres tipos. El primero serían las tormentas de polvo, que pueden ser pequeñas, locales o globales. Sin embargo, las partículas no se suelen levantar más de 60 kilómetros por encima del suelo. El segundo tipo son las nubes de cristales de vapor de agua, que aunque es poco abundante en marte, es suficiente para que se produzca condensación. Sin embargo, otra vez la altura no encaja. «Lo normal es que ronde los 20 kilómetros por encima del suelo», aclara López Valverde. El tercer tipo es el que a este astrofísico le parece más plausible, porque es un fenómeno único en Marte. Se trata de la formación de nubes de dióxido de carbono (CO2), que además sí puede ocurrir en zonas más altas de la atmósfera. Sin embargo, nuevamente hay algo que no encaja. «Hemos hecho modelos y simulaciones y pudimos comprobar que en algunas regiones pueden existir niveles muy altos de CO2, sin embargo, sigue sin encajar que alcance los 250 kilómetros, así que no podemos saber qué es«, asegura el astrofísico.

Los fenómenos lumínicos, tipo aurora, son más propios de la alta atmósfera, así que es otra posibilidad que contemplan los científicos. Estos procesos no térmicos, asociados a reacciones químicas producidas por los vientos solares, están relacionados con el débil campo magnético residual del planeta rojo. «Aunque el campo de Marte ha desaparecido, todavía quedan rocas magnetizadas capaces de atraer partículas del viento solar. Ya hemos observado auroras anteriormente», explica López Valverde.

Además, según cuenta su compañero Agustín Sánchez-Lavega, del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco, «en la región de Cimmeria, donde se registró el fenómeno, existe una intensa anomalía magnética que podría canalizar las partículas cargadas provenientes del exterior y excitar la emisión. Sin embargo, esto implicaría una emisión unas 1.000 veces más potente que la de las auroras terrestres, lo que es inviable. Ambas hipótesis, aun siendo las más plausibles, parecen imposibles por cuanto desafían nuestro conocimiento actual de la atmósfera marciana», concluye. «O es un fenómeno auroral muy intenso por razones que desconocemos o no es una aurora, quizá haya otra física que no estamos considerando», zanja López.

La respuesta está en Mars Express

Por ahora, los investigadores que intentan resolver este enigma sólo cuentan con las fotografías de 2012 tomadas por astrónomos aficionados, con lo cual, la poca calidad les dificulta el trabajo. «Trabajar con muchas imágenes da solidez a nuestro trabajo, pero necesitamos más y de más calidad», agrega López Valverde.

Los rovers de Marte quedan descartados. Curiosity estará un tiempo trabajando en el cráter Gale, y no parece que pronto vaya a moverse de allí. Opportunity se encuentra demasiado lejos y Spirit ya ha agotado su vida útil. Sin embargo, este astrofísico confía más en los telescopios. «Sería una pérdida de tiempo para los rovers, que trabajan en el suelo, estudiar la atmósfera», asegura.

Aunque durante la búsqueda de datos los científicos encontraron un fenómeno similar que captó el telescopio espacial Hubble en 1997, durante la calibración fotométrica pudieron observar que la protuberancia no podría superar los 120 kilómetros. Sin embargo, los astrónomos confían en que después de este estudio se abran más puertas. «Nuestro objetivo es poder buscar datos con el telescopio orbital Mars Express en el planeta rojo. Sus instrumentos PFS y Omega son perfectos para una misión como la nuestra», cuenta López Valverde.

Para este astrofísico, las implicaciones de esta observación son claras. «Si se confirma que este tipo de fenómenos ocurren con regularidad en Marte, sin duda tendrían gran importancia, más allá de los aspectos teóricos. Una de las consecuencias inmediatas es revisar las órbitas de las misiones espaciales y la posible exposición a fenómenos de este tipo, porque es justo a esa altura donde se realizan las delicadas maniobras de aerofrenado de los satélites artificiales en órbita alrededor de Marte, con el consiguiente riesgo para cualquier misión planetaria«, agrega.

La NASA encuentra al malogrado Beagle 2 en Marte


ABC.es

  • No se tenían noticias sobre el rover europeo desde que aterrizó hace doce años en la superficie del Planeta rojo
La NASA encuentra al malogrado Beagle 2 en Marte

AFP Recreación del Beagle 2 en Marte

La NASA ha confirmado que los restos encontrados por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) sobre la superficie de Marte pertenecen al Beagle 2, rover de la misión europea Mars Express del que no se tenía noticia desde que aterrizó en el Planeta rojo el 25 de diciembre de 2013. Hasta el momento, todos los intentos por comunicar con el vehículo habían resultado infructuosos y no se sabía nada del artefacto.

Ni los radiotelescopios basados en tierra ni la Mars Odissey, la nave de la NASA en órbita marciana desde 2001, habían conseguido establecer contacto con el primer «rover» colocado en otro mundo por la Agencia Espacial Europa (ESA).

El Beagle 2 estaba destinado a realizar experimentos para detectar signos de vida presente o pasada en Marte, según informaron en su momento los responsables de los programas científicos de la misión.

Los científicos que operan la cámara HiRISE de la NASA Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) ofrecerán una conferencia de prensa este viernes para anunciar nuevos datos sobre el hallazgo.

Un espectacular paseo sobre la superficie de Marte


ABC.es

  • Un fantástico vídeo de la sonda Mars Express muestra un mapa topográfico casi completo del Planeta rojo

Pulse para ver el video

Desde el volcán más alto al cañón más profundo, de los cráteres de impacto a los antiguos lechos de ríos y corrientes de lava, este vídeo realizado con datos de la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) recorre los impresionantes paisajes de Marte vistos desde el aire.

La Mars Express fue lanzada el 2 de junio de 2003 y llegó al Planeta rojo seis meses y medio después. Desde entonces, ha orbitado ese mundo casi 12.500 veces, proporcionando a los científicos imágenes y datos recogidos por un conjunto de instrumentos científicos sin precedentes.

Los datos se han utilizado para crear un modelo topográfico digital de la superficie casi global del planeta, proporcionando una visualización única que permite a los investigadores adquirir una nueva y sorprendente información sobre la evolución del Planeta Rojo, según informan desde la ESA.

Las imágenes de esta película fueron tomadas por la Cámara Estéreo de Alta Resolución y el vídeo fue publicado por el Centro Aeroespacial Alemán DLR , como parte de los diez años de celebraciones de la Mars Express en junio de 2013. La ESA lo ha escogido como imagen de la semana.

«Mars Express» culmina 10 años de estudios en Marte


ABC.es

Con sus últimos hallazgos, que le han permitido casi concluir el mapa de la superficie de Marte, la sonda espacial «Mars Express» ha marcado un nuevo avance en los trabajos de la Agencia Espacial Europea (ESA) en sus casi 40 años de historia.

Imagen de la parte sur del cañón Valles Marineris en Marte, una de las primeras tomadas por Mars Express

Imagen de la parte sur del cañón Valles Marineris en Marte, una de las primeras tomadas por Mars Express Efe

Durante estos diez años la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) ha tomado las fotografías que está captando la superficie de Marte en color, en tres dimensiones y con una resolución de cerca de 10 metros por píxel.

«Mars Express» ha girado en estos diez años 12.000 veces alrededor de Marte para fotografiar sus ríos de lava y sus valles.

De la superficie total de Marte de 145 millones de kilómetros cuadrados ya se han fotografiado 97 millones con una resolución muy buena.

La sonda espacial «Mars Express» ha descubierto, por ejemplo, que Marte tuvo agua bajo su superficie durante los primeros miles de millones de años de su historia.

Estos son, brevemente, algunos de los episodios más destacados de la historia de la ESA:

1973

– 31 de mayo.- La Conferencia Espacial Europea decide construir el cohete «Ariane» para poner en órbita satélites de telecomunicaciones.

1975

– 31 de mayo.- Diez países de Europa deciden en París agrupar en una entidad todas las actividades espaciales. Nace la Agencia Espacial Europea, ESA.

1977

– 23 de noviembre.- Lanzado el «Meteosat 1», primer satélite meteorológico europeo.

1979

– 24 de diciembre.- Primer lanzamiento del cohete «Ariane».

1983

– 28 de noviembre.- El transbordador espacial estadounidense «Columbia» transporta el laboratorio europeo Spacelab.

1988

– 11 de diciembre.- El cohete «Ariane» coloca en órbita el primer satélite luxemburgués de televisión directa, Astra 1a, y el primer satélite británico de telecomunicaciones militares, el Skynet 4b.

1990

– 06 de octubre.- La sonda «Ulises» es lanzada al espacio para el estudio los polos solares.

1996

– 04 de junio.- Estalla durante el despegue el cohete Ariane-5,con el que se pretendía poner en órbita cuatro satélites.

1998

– 20 de noviembre.- El cohete ruso Protón pone en órbita el módulo «Zaria», primer componente de la ISS, en la que participa la ESA.

1999

– 10 de diciembre.- Primer lanzamiento comercial del cohete Ariane 5, para poner en órbita el telescopio de rayos X «XMM».

2002

– 11 de diciembre.- El nuevo cohete Ariane-5ECA fracasa en su vuelo inaugural. Durante el despegue cae al Océano Atlántico con dos satélites a bordo.

2003

– 15 de febrero.- El cohete Ariane-4 despega en su última misión para poner en órbita el satélite de comunicaciones INTELSAT-907.

– 02 de junio.- La sonda «Mars Express», primera misión de la ESA a otro planeta, inicia su viaje a Marte.

– 27 de septiembre.- El Ariane-5 despega de Kurú (Guayana Francesa) con la SMART-1, la primera sonda lunar de la ESA.

2004

– 02 de marzo.- La ESA lanza al espacio la sonda Rosetta con destino al cometa 67P/ Churiumov-Gerasimenko.

– 06 de mayo.- Luxemburgo se convierte en miembro de la ESA.

2005

– 12 de febrero.- La ESA lanza el cohete Ariane-5 ECA desde Kurú.

– 22 de marzo.- Grecia décimo sexto país miembro de la ESA.

– 09 de noviembre.- Lanzada al espacio la sonda europea Venus Express.

2006

– 02 de mayo.- La ESA presenta el laboratorio Columbus, su principal aportación a la ISS.

2007

– 20 de junio.- Estonia es el primero de los tres países bálticos que firma un acuerdo de cooperación con la ESA.

2008

– 03 de abril.- El vehículo espacial «Julio Verne» se acopla por primera vez con éxito a la ISS.

2010

– 08 de abril.- Lanzado al espacio el satélite europeo CryoSat, para estudiar el cambio climático.

2011

– 20 de mayo.- La ESA inaugura una estación de control del sistema de navegación Galileo en la isla noruega de Spitsbergen, cerca del Polo Norte.

– 21 de octubre.- Lanzados al espacio los dos satélites del sistema de navegación Galileo.

– 26 de noviembre.- Despega un Ariane-5 con los satélites de telecomunicaciones Intesalt y Hylas-1, propiedad de la empresa británica Avanti Comunications. Es la primera iniciativa de carácter público-privado de la ESA.

2012

– 13 de febrero.- Vuelo inaugural del cohete Vega, primera nave espacial europea del siglo XXI.

– 13 de septiembre.- Polonia firma el acuerdo de adhesión a la ESA.

2013

– 03 de abril.- La ESA inaugura su Centro de Coordinación de Meteorología Espacial (SSCC) en Bruselas.

Los cráteres gemelos de Marte


El Mundo

Imagen de los cráteres gemelos 'Arima', en Marte. | ESA

Imagen de los cráteres gemelos ‘Arima’, en Marte. | ESA

Desde una vista cenital, el aspecto de los cráteres gemelos ‘Arima’, en la región marciana de ‘Thaumasia Planum’, recuerda a unos ojos sorprendidos. Las imágenes obtenidas por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) permiten conocer cómo se crearon estos círculos de 50 km de diámetro escarbados en la superficie de Marte, muy comunes en el planeta rojo y en diversas lunas del Sistema Solar.

Los cráteres se forman tras el impacto de un meteorito. Cuando alcanza la superficie, tanto ésta como el objeto que la alcanza se comprimen a densidades muy altas. Las regiones donde impacta se despresurizan y explotan violentamente. Sin embargo, el origen de los hoyos que aparecen en el centro del cráter, que en el caso de los ‘gemelos’ Arima son de diferente tamaño, no está totalmente claro.

Una de las teorías afirma que cuando el meteorito impacta, el hielo existente en la superficie se derrite y es absorbido por las grietas de la superficie. Los científicos contemplan otra hipótesis, por la cual el hielo de la superficie se calienta rápidamente y se evapora en una explosión. Así, el impacto ‘escarba’ en la tierra y crea ese hoyo o marca con los restos del impacto.

La diferencia de tamaño de los hoyos en los cráteres gemelos Arima, que se observa en las fotografías, acapara la mayor atención de los científicos. La teoría de esta disparidad puede estar en la diferente cantidad de hielo de cada una de las zonas, y en la velocidad en que se evaporó.

El estudio de esta región acerca más a los investigadores al conocimiento de la superficie de Marte, y confirma la teoría de que tiempo atrás hubo grandes cantidades de agua y hielo en el planeta rojo.

La sonda Mars Express ha logrado cartografiar el 90% de Marte


El Mundo

Mosaico de 2.700 imágenes de la superficie marciana captadas por la sonda Mars Express. | ESA

Mosaico de 2.700 imágenes de la superficie marciana captadas por la sonda Mars Express. | ESA

La sonda Mars Express, que este año celebra el décimo aniversario de su lanzamiento, ha cartografiado ya casi el 90% de la superficie de Marte, informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA), que calcula que «en los próximos años» se podría dar por finalizado el mapa de ese planeta.

Las fotografías han sido tomadas por su Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC), que está captando dicha superficie en color, en tres dimensiones y con una resolución de cerca de 10 metros por píxel.

De momento, según la ESA, el mapa abarca el 87,8% de ese planeta y está compuesto por 2.702 «tiras» individuales, agrupadas en una especie de mosaico en el que se pueden observar los huecos de las partes que todavía deben ser fotografiadas.

Las tomas especialmente afectadas por el polvo o efectos atmosféricos no han sido incluidas, explicó la ESA, según la cual los cambios en la tonalidad de las fotografías se deben al diverso contenido de polvo en la atmósfera y a las diferentes condiciones de iluminación.

Los científicos avanzan que si las condiciones atmosféricas son adecuadas, los huecos que faltan podrían completarse «en los próximos años».

De momento, no obstante, se pueden observar ya algunos de los puntos más relevantes de ese planeta, como el Monte Olimpo, considerado el mayor volcán en el Sistema Solar, con una altura de 21 kilómetros.

Asimismo, se puede apreciar el Valle Marineris, en la región ecuatorial al este de la zona de Tharsis, que está formado por un sistema de cañones gigantes de 4.800 kilómetros de longitud, con valles largos y estrechos originados probablemente por movimientos tectónicos.

Estas imágenes, tal y como ha informado la ESA en otros comunicados, permiten además a los geólogos investigar la morfología de Marte, la evolución de sus rocas y las formas del terreno, así como analizar la luz reflejada por el cañón para determinar de qué tipo de materiales está formado.

El colosal ‘Gran Cañón’ de Marte


El Mundo

El ‘Gran Cañón’ marciano. | ESA

Marte posee un ‘gran cañón’ aún más grande que el famoso accidente geográfico situado en Colorado, EEUU. El ‘gran cañón’ se llama Valles Marineris y mide más de 4.000 kilómetros de largo, 200 kilómetros de ancho y tiene una profundidad de 10 kilómetros, lo que le convierte en el más grande del Sistema Solar. Concretamente, el accidente geográfico marciano es diez veces más largo y cinco veces más profundo que el terrestre.

La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha obtenido ahora una nueva visión de Valles Marineris gracias una imagen obtenida con los datos capturados durante las 20 órbitas individuales de la sonda Mars Express. Según han indicado los expertos, esta fotografía muestra la amplia variedad de características geológicas del lugar, demostrando la compleja historia del planeta rojo en este aspecto.

La ESA ha señalado que la formación del cañón podría estar íntimamente ligada con la formación de la protuberancia de Tharsis, hogar del volcán más grande del Sistema Solar, Olympus Mons. En este sentido, ha apuntado que la actividad volcánica se manifiesta en la naturaleza de las rocas en las paredes del cañón y la llanura circundante, que fueron construidas por los flujos de lava sucesivos.

A medida que la protuberancia de Tharsis se hinchó de magma durante los primeros millones de años del planeta, la corteza circundante se estiró, desgarrando y eventualmente colapsando los canales gigantescos de Valles Marineris.

Del mismo modo, la ESA ha destacado que los deslizamientos de tierra también han desempeñado un papel importante en la conformación de la escena, sobre todo en las depresiones más al norte, donde el material dejó caer las escarpadas paredes del cañón.

Viaje a las grandes lunas heladas de Júpiter


El Pais

  • Europa prepara una misión espacial que incluye el aterrizaje en Ganímedes

Hace 400 años, Galileo Galilei descubrió con su telescopio la presencia de cuatro lunas alrededor del planeta Júpiter. A partir de entonces, las ideas acerca del universo y nuestro lugar en él cambiaron radicalmente. Si había cuerpos girando alrededor de un planeta que no era el nuestro, la Tierra podía no ser el centro del Universo. Mucho más recientemente, se han descubierto planetas alrededor de otras estrellas y la mayoría pueden tomar a Júpiter como un ejemplo. Por esto, comprender la naturaleza de los planetas como Júpiter y sus satélites se ha convertido en un reto científico imprescindible tanto para entender la formación de nuestro sistema solar como para buscar otros mundos, más allá, con características que permitan la aparición de la vida.

Por supuesto, Júpiter se convirtió rápidamente en un objetivo claro de la investigación espacial. En 1995, la misión estadounidense llamada, cómo no, Galileo, exploró los satélites principales del planeta gigante encontrando que tanto Europa como Calixto y Ganímedes podrían tener océanos bajo la superficie y que, sorprendentemente, este último tiene un campo magnético. Ahora está en camino hacia Júpiter la misión de la NASA Juno, lanzada el verano pasado, con el objetivo de estudiar la estructura del planeta.

Europa, que alcanzó un enorme éxito con el aterrizaje en la mayor luna del planeta Saturno, Titán, en 2005 —el aterrizaje más lejano que se haya hecho jamás—, se lanza ahora a la exploración de los satélites mayores de Júpiter. Siguiendo la recomendación de la comunidad científica, el Comité del Programa Científico de la Agencia Europea del Espacio (ESA) aprobó el pasado mes de mayo la misión JUICE (Jupiter ICy moons Explorer). La sonda espacial se lanzará en 2022 y tardará siete años y medio en llegar a Júpiter. Al entrar en la órbita del planeta, iniciará un viaje por sus lunas, primero Calixto y Europa, y finalmente Ganímedes. Entonces empezará el estudio completo de este satélite durante un año. Pero, además, JUICE es el elemento europeo de un programa más extenso, coordinado con Rusia, que aportará una sonda que aterrice sobre la superficie de Ganímedes. De esta forma, se hará una caracterización completa del satélite, más allá de lo que sería posible con elementos separados.

Los éxitos alcanzados por la ESA en el estudio de los planetas vecinos, Marte y Venus, con las misiones Mars Express y Venus Express, así como la visita al planeta Saturno y el aterrizaje en su satélite Titán de la misión Cassini-Huygens, se continuarán con Bepi Colombo, destinada al planeta Mercurio, y la misión Rosetta, que se dirige al encuentro de un cometa. JUICE se convierte así en el siguiente paso de Europa para conocer nuestro sistema solar, fijando como objetivo ampliar nuestro conocimiento sobre las lunas de Júpiter y responder a un amplio espectro de preguntas fundamentales de la ciencia planetaria. El estudio del sistema joviano tiene profundas implicaciones para comprender los planetas extrasolares y los sistemas planetarios.

JUICE estudiará las condiciones ambientales de los satélites helados de Júpiter, con especial atención en los tres mundos de agua, en los que creemos que hay océanos subterráneos. Entre ellos, Ganímedes se ha identificado para una investigación detallada, ya que proporciona un laboratorio natural para el análisis de la evolución y posible habitabilidad de los mundos de hielo en general. Además, juega un papel muy importante en el sistema joviano porque tiene un campo magnético propio y el plasma interactúa con su entorno.

Hoy por hoy solo en la Tierra sabemos que han aparecido organismos vivos. Pero la humanidad se hace preguntas sobre si la vida puede haber aparecido en otros sitios del sistema solar. Para contestar a esta pregunta, incluso sin saber realmente los mecanismos que dieron lugar a la vida en la Tierra, podemos suponer que las mismas condiciones tuvieron que darse y que estas deben incluir la presencia simultánea y relativamente estable en el tiempo de compuestos orgánicos, agua y fuentes de energía.

Los objetivos principales del estudio de Ganímedes son la caracterización de las capas de agua en el subsuelo, hacer mapas topográficos, geológicos y de composición química de la superficie, estudiar las propiedades físicas de la corteza de hielo, determinar la distribución de masa interna, su dinámica y evolución, e investigar su campo magnético y su interacción con la magnetosfera de Júpiter.

JUICE obtendrá información sobre los océanos bajo la superficie helada de los satélites de Júpiter y, por tanto, de las posibles fuentes de energía térmica y química. También estudiará la evolución y la composición química de la superficie, desvelando los procesos que han tenido lugar en los satélites de Júpiter y sus posibles ambientes a lo largo del tiempo. En el caso de Europa, es esencial el estudio de la química asociada a la aparición de la vida, así como entender la composición de la superficie. Finalmente, JUICE hará un sondeo del subsuelo y determinará por primera vez el espesor mínimo de la corteza de hielo en las regiones que muestran cambios recientes.

Por otro lado, la misión caracterizará la diversidad de procesos del sistema de Júpiter que hacen posible una cierta estabilidad en los satélites a escalas de tiempo geológicas, incluyendo el acoplamiento gravitacional entre ellos y la influencia de las mareas mutuas. Los estudios de la atmósfera de Júpiter y de su magnetosfera, así como su interacción con los satélites, aumentará nuestro entendimiento de la evolución del sistema joviano.

Con todo ello, JUICE nos permitirá abordar con cierto detalle dos cuestiones clave del programa científico de la ESA: cómo funciona el sistema solar y cuáles son las condiciones para la formación de planetas y la aparición de la vida.

Álvaro Giménez es el director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Europea del Espacio, ESA.