Un proyecto alucinante propone hundir Central Park 30 metros


ABC

  • Se construiría un rascacielos horizontal 80 veces mayor que el Empire State Building con vistas al parque

Las nuevas tecnologías, el diseño, la exploración de sistemas sostenibles o el establecimiento de nuevos métodos urbanos y arquitectónicos para resolver los problemas económicos, sociales y culturales de la ciudades es la piedra angular para hacerse con uno de los premios de más prestigio en el mundo de la arquitectura de torres y rascacielos: los Skyscraper Competition 2016. El jurado de la revista eVolo Magazine ha dado a conocer los tres proyectos vencedores y las 21 menciones de honor de entre 489 propuestas recibidas de arquitectos, estudiantes, ingenieros, diseñadores y artistas de todo el mundo.

«New York Horizon»

NY-Horizonte--510x286

Manhattan es la zona más densamente poblada de Estados Unidos, y por ello un territorio natural para los rascacielos. Apenas quedan espacios libres. Con una excepción: Central Park, un parque urbano rectangular de 4.000 x 800 metros (341 hectáreas). Los creadores del proyecto New York Horizon proponen crear una megaestructura horizontal alrededor de ese parque, y hundir la zona natural 30 metros hasta descubrir las rocas originales. Nacería así un nuevo parque, con lagos y montañas, apartado de las calles y del latido frenético de la ciudad.

Un enorme cristal crearía un efecto de horizonte infinito

Un enorme cristal crearía un efecto de horizonte infinito

Ese parque estaría rodeado de una megasestructura híbrida, un rascacielos horizontal con capacidad para infinidad de viviendas con vistas al parque y acceso directo. La estructura tendría una altura de 300 metros, lo que nos llevaría a una construcción en metros cuadrados 80 veces mayor que el Empire State Building. Esas casas estarían cubiertas por cristales altamente reflectantes, con el fin de lograr una sensación de naturaleza infinita.

«La Colmena»

El segundo premio resolvería el problema de los aviones no tripulados en las grandes ciudades. En concreto «La Colmena», diseñado por Hadeel Ayed Mohammad, Yifeng Zhao y Chengda Zhu (Estados Unidos) es un proyecto que imagina una terminal de control vertical para drones tanto para uso personal y comercial de los residentes de la ciudad de Nueva York.

Los módulos de la fachada están diseñados para adaptarse a nueve tipos diferentes de aviones no tripulados, categorizados por la forma y la escala de sus accesorios de aterrizaje -punto, barra o en anillo-.

«Torre de Datos»

torre-datos--510x286

Los italianos Valeria Mercuri y Marco Merletti han conseguido el tercer premio con su proyecto de la «Torre de Datos» una propuesta que prevé un rascacielos sostenible en Islandia diseñado para servidores de internet.

Este futuro centro de datos verde situado en Islandia sería una torre que se concibe como una placa madre 3D gigante con una forma cilíndrica. En la fachada exterior están fijados todos los componentes de hardware mientras que la parte interna está vacía para crear un espacio técnico con una doble función: en primer lugar, ser el principal conducto de aire del sistema de refrigeración, y el segundo ser un espacio donde los módulos se puedan mover a la planta baja durante el mantenimiento y actualización de las fases. Además, esta torre serviría para calentar los laboratorios y los invernaderos situados en el sótano así como utilizar el aire caliente liberado por el servidor para calentar las casas en el barrio que la rodea.

Menciones de honor

Entre las 21 menciones hay rascacielos que purifican el aire, edificios concebidos para crear lluvia para las regiones más secas de la Tierra, ciudades verticales, torres sensoriales que exploran la relación psicológica con el espacio, y los rascacielos que impiden ciudades a hundirse.

Los participantes han tenido en cuenta los avances en tecnología, la exploración de sistemas sostenibles, y el establecimiento de nuevos métodos urbanos y arquitectónicos para resolver los problemas económicos, sociales y culturales de la ciudades contemporáneas incluyendo la escasez de recursos naturales e infraestructura y el aumento exponencial de habitantes, contaminación, división económica y el imprevisto crecimiento urbano desmedido.

 

El edificio ‘pasivo’ más alto del mundo estará en Nueva York


 

ABC.es

  • Colaboración entre el campus Cornell Tech junto a un grupo de empresas
  • Este tipo de alojamientos genera más energía de la que consume, consiguiendo construcciones más confortables, respetuosas con el medio ambiente y saludables
  • Se trata de un inmueble que albergará apartamentos y un campus en 900.000m2
  • Sumará un total de 83 metros de altura y se espera que esté terminado para 2017
  • Estas casas se han desarrollado en España, concretamente en Granada y en Navarra

 

 Recreación de la panorámica de la Isla Roosevelt con el edificio pasivo más alto del mundo. CORNELL TECH

Recreación de la panorámica de la Isla Roosevelt con el edificio pasivo más alto del mundo. CORNELL TECH

En la isla Roosevelt (Nueva York) se ha iniciado la construcción del edificio pasivo más alto del mundo, cuya finalización se prevé para 2017 y sumará un total de 83 metros de altura, algo menos que el famoso Big Ben de Londres (96 metros). Un grupo de empresas, en colaboración con Cornell Tech (el campus de ciencias aplicadas de Hudson), ha desarrollado un proyecto innovador y arriesgado que supone unos 900.000 metros cuadrados de sostenibilidad distribuida en campus y apartamentos. Esta construcción albergará la estancia de más de 500 estudiantes, profesores y personal del nuevo campus y reducirá en más de un 60% el consumo de energía de un rascacielos de tamaño similar.

Pero ante esta innovación surge la pregunta de qué es un edificio pasivo. La base del concepto se asienta en la creación de edificios que generen más energía de la que consuman, consiguiendo así edificaciones más confortables, respetuosas con el medio ambiente y que redunden positivamente en la salud y el bienestar de sus ocupantes. El concepto relativamente nuevo en España pero cada vez son más las empresas involucradas en estas construcciones sostenibles, a pesar de que el término no se refiere a un estilo de construcción tecnológica sino, más bien, a las características finales y a su capacidad de minimizar la necesidad el gasto energético que conlleva la climatización.

La asociación Cornell Capital Tech pretende desarrollar estas construcciones por todo Nueva York

Desde la asociación de estrategias de Cornell Capital Tech aseguran que están muy comprometidos con proyectos que permitan un desarrollo eficiente de energía y apoyan la idea de «impulsar este tipo de construcciones por toda la ciudad de Nueva York». Con este edificio superan todo lo construido actualmente en cuanto a torres se refiere y declaran que «es una señal clara de que en la era actual del cambio climático no es suficiente con construir simplemente más alto».

El mayor reto ha sido la creación de un gran termo que permita mantener la temperatura confortable, teniendo en cuenta el clima de Nueva York. Por ello, para los interiores se utilizará un sistema de calefacción y refrigeración activa mediante el uso de un ventilador de intercambio de aire interior y exterior, con el que se pretende suavizar las reacciones alérgicas. Para el exterior, unos paneles de metal prefabricados y ventanales con triple aislamiento de unos 35 centímetros de grosor conservarán la temperatura ideal. Todos los paneles serán trasladados y ensamblados in situ, garantizando velocidad de construcción y reducción de los costes.

La torre ofrecerá apartamentos de uno, dos y tres dormitorios, con maravillosas vistas de la ciudad

Para el proyecto, la compañía parte de unas limitaciones presupuestarias. El máximo invertido no debe superar los 105 millones de euros, por lo que muchos diseñadores han rechazado participar en él. La torre ofrecerá apartamentos de uno, dos y tres dormitorios, con maravillosas vistas de la ciudad y una orientación sur para la mayoría de ellos. Además, los estudiantes pagarán un precio inferior al de mercado.

Otra innovación se corresponde con la incorporación de un sistema geotérmico que aprovecha el calor que genera la tierra para reducir el gasto de gas natural del edificio, además de la incorporación de los ya comunes paneles solares.

Características de un edificio pasivo

Estas casas incorporan en su instalación elementos altamente eficientes, como energías renovables o sistemas colectivos (calefacción central y la red eléctrica) además de generar su propia energía mediante sistemas fotovoltaicos y eólicos, cubriendo así su propia demanda y produciendo un exceso que traslada nuevamente a la red. Para el aislamiento es común utilizar el triple vidriado, ya que una buena condición de luz diurna y un buen ambiente térmico es suficiente para proporcionar una temperatura interior confortable. El conjunto de estas construcciones no sólo contribuye al cuidado del entorno sino que ofrece condiciones más saludables para sus habitantes.

Estas construcciones pretenden asegurar la confortabilidad, la calidad del aire y reducir la necesidad energética

Estas características se refieren más a las propiedades finales de la vivienda y menos al estilo de construcción. Asegurar la confortabilidad, la calidad del aire y reducir a mínimos la necesidad energética son los factores principales para la creación de una casa pasiva, que desplaza la función del hermetismo y la salubridad al armazón y al aislamiento. El concepto de aire fresco se soluciona mediante ventilación mecánica de doble flujo, acompañado de un sistema de recuperación del calor de hasta un 90%. Se trata de que el aire interior y exterior no se mezclen y así evitar tratamientos adicionales.

Casas pasivas en España

En 1993 la Unión Europea aprobó la directiva 93/76CEE, por la que promovía la eficiencia energética e instaba a España a adaptar sus viviendas antes de 2001, algo que no ocurrió hasta 2007. Granada y el Roncal (Navarra) fueron las primeras comunidades en construir viviendas 100% pasivas y con certificado Passivhaus en 2010 y 2011 pero cada vez crecen más este tipo de construcciones de mínimo consumo en nuestro país.

Adiós a la legendaria juguetería FAO Schwarz en la Quinta Avenida


La Vanguardia

  • La tienda, que ha sido escenario de películas como ‘Big’, es un imán para los turistas que visitan Nueva York, atraídos por sus enormes peluches

Screen-Shot-2014-11-18-at-3.53.05-PM_0

Nueva York. (EFE).- La legendaria juguetería FAO Schwarz de la Quinta Avenida de Nueva York, una de las más grandes y antiguas del mundo, cerrará sus puertas en julio a causa de los altos alquileres en esa exclusiva zona de Manhattan, se informó hoy.

La empresa, fundada en 1862, tiene desde los años 30 su principal establecimiento en la conocida arteria neoyorquina y ocupa desde 1986 su actual emplazamiento en las inmediaciones de Central Park.

La tienda, inmortalizada en varias películas, cerrará sus puertas el 15 de julio. Según el diario The New York Times, FAO Schwarz llevaba años negociando su alquiler con los propietarios del edificio y finalmente pactó dejar el local antes del final del contrato, en 2017.

La compañía, que fue adquirida en 2009 por Toys Us, trata ahora de encontrar un nuevo emplazamiento, aunque, de acuerdo con el periódico, es poco probable que la nueva tienda abra antes de otoño de 2016. Su actual ubicación es un imán para los turistas que visitan Nueva York, atraídos por los miles de peluches -algunos de más de tres metros de altura- y ha sido escenario de múltiples películas.

La más famosa de ellas es Big, en la que Tom Hanks, que encarna a un niño que de un día para otro se encuentra en el cuerpo de un adulto, protagoniza un baile sobre un piano gigante de la tienda, otra de sus grandes atracciones que sigue pudiendo visitarse.

El MOMA abrirá una nueva galería de obras de arte: los videojuegos


La Información

  • Hasta 40 videojuegos parasarán a formar parte de una galería interactiva del MOMA de Nueva York.
  • Títulos como Pac-Man, Myst, Portal o Donkey Kong contarán con su propia exposición en 2013.

Por si quedaba alguna duda sobre si los videojuegos son arte, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), se encargará de sacarnos de dudas con una nueva galería de videojuegos que se abrirá en marzo de 2013.

La intención del museo es ofrecer hasta 40 títulos cuidadosamente seleccionados, empezando con esta lista de 14: Pac-Man (1980), Tetris (1984), Another World (1991), Myst (1993), Sim City 2000 (1994), Vib-Ribbon (1999), The Sims (2000), Katamary Damacy (2004), EVE Online (2003), Dwarf Fortress (2006), Portal (2007), flOw (2006), Passage (2008) y Canabalt (2009).

La selección se ha hecho teniendo en cuenta varios aspectos. El criterio para elegir la lista completa enfatiza no solo la calidad visual y la experiencia estética de cada juego, sino muchos otros aspectos que van desde la ‘elegancia’ del código al diseño de la interacción de los jugadores con el juego.

El MOMA ha contado con el asesoramiento de expertos, historiadores y críticos que han ayudado al proceso de selección y adquisición de los títulos. Se determinó por ejemplo, que todos los juegos debian estar en su formato (cartuchos o discos) y sistema original (ya sea consola u ordenador) siempre que sea posible.

Para conservar los juegos se ha adquirido también el código fuente de cada juego en el lenguaje en el que fue escrito inicialmente, para que se pueda adaptar más fácilmente en el futuro en caso de que la tecnología original que lo hacía funcionar se quedara obsoleta e inutilizable. Además se recopila toda la documentación técnica posible de sus creadores y programadores para asegurar la supervivencia de estos títulos.

Durante la exhibición se podrá jugar a varios de estos juegos, pero la manera de presentar cada uo variará dependiendo de sus características. Si la duración del juego es suficientemente corta, se podrá exponer en su totalidad, en caso contrario se intentará ofrecer partes del juego para disfrute de los visitantes.

Esta adaptación también se evrá en juegos como EVE Online, que requieren cientos o miles de jugadores para que la experiencia sea completa. En estos casos se diseñarán ‘tours’ guiados con el objetivo de mostrar las posibilidades de estos juegos tan complejos.

A los 14 juegos citados anteriormente se unirán en un futuro próximo los siguientes títulos: Spacewar (1962), una selección de juegos de Magnavox Odyssey (1972), Pong (1972), Snake (1997), Space Invaders (1978), Asteroids (1979), Zork (1979), Tempest (1981), Donkey Kong (1981), Yars’ Revenge (1982), M.U.L.E. (1983), Core War (1984), Marble Madness (1984), Super Mario Bros (1985), The Legend of Zelda (1986), NetHack (1987), Street Fighter II (1991), Chrono Trigger (1995), Super Mario 64 (1996), Grim Fandango (1998), Animal Crossing (2001) y Minecraft (2011).

…Y la ciudad apodada ‘Big Apple’


El Pais

  • El fotógrafo francés Yann Arthus-Bertrand realiza desde el cielo una impresionante guía arquitectónica de Manhattan

Un vista del la parte baja de la ciudad donde Frank Ghery ha levantado su primer rascacielos en Manhattan. / Yann Arthus-Bertrand

Dicen que desde las alturas, las cosas se ven con más claridad, pero esta es una verdad a medias. Al menos en lo que concierne a Nueva York. La gran urbe, el témpano de diamante que flota en las aguas de un río, -como la definía Truman Capote-, contiene tantas aristas, tantas perspectivas y profundidades que puede volverse engañosa. Lo sabe muy bien John Tauranac, profesor de arquitectura en la neoyorkina Shool of Continuing and Professional Studies. Su amigo, Yann Arthus-Bertrand, el fotógrafo francés especializado en navegar los cielos a bordo de helicópteros o globos aerostáticos cargado con una cámara Canon EOS-1Ds Mark III, le propuso el reto de identificar y escribir un texto explicativo a cada una de las 172 impresionantes instantáneas que componen el libro Nueva York. Arquitectura desde el cielo (Lunwerg). Tauranac era el perfecto aliado pues ya había sido el encargado de trazar el mapa del metro de Nuava York en 1979 y, también, realizó un callejero titulado Manhattan Black By Block del que ha vendido ya cinco ediciones.

La ciudad, por supuesto, se decidió a hacer de las suyas con la contribución del atrevido encuadre de la cámara de Arthus-Bertrand. El erudito se vio superado por ella y necesitó la ayuda de amigos y colegas de trabajo para localizar al menos dos de las fotografías realizadas desde varios helicópteros de la empresa Lyberty de Manhattan. Incluso Carter Horsley, compañero del cartógrafo en la Trinity Shool, fue el único capaz de identificar el edificio Symphony House en el número 235 del lado oeste de la calle 56.

Pese a estos dos anecdóticos tropiezos Yann Arthus-Bertrand y John Tauranac han logrado componer una de las enciclopedias arquitectónicas más atractivas de la ciudad de los rascacielos. Todo un logro con una isla que ha sido fotografiada por tierra, mar y aire casi desde su fundación. Si es usted amante de la arquitectura y va a visitar Nueva York, no dude que este libro le ayudará. Está editado en gran formato (32 x 43 centímetros) e incluye información sobre cada edificio que no suele aparecer en las guías tradicionales; mapas de las calles y fichas de situación acompañando a cada una de las impactantes imágenes del fotógrafo francés. “Desde lo alto parece construida alrededor de un inmenso parque y, sobre todo, más vertical que ninguna urbe. Nunca se deja contemplar en una única panorámica, sino trocito a trocito. Cada rascacielos oculta otro, hasta el infinito. Cuando mi mirada se vuelve hacia abajo, la ciudad se revela en lo que tienen de más hermoso, de más secreto, sin esconder sus heridas”, asegura Arthus-Bertrand, el que está considerado para muchos el mejor fotógrafo de imágenes aéreas del mundo y que ya ha sorprendido con títulos como La Tierra vista desde el cielo y Seis millones de otros.

En Nueva York. Arquitectura desde el cielo, la ciudad se muestra como no puede contemplarse habitualmente. Con las mejores luces de invierno y primavera (se tomaron en noviembre de 2008, enero y mayo de 2010) y los textos de John Tauranac esconden anecdotario de la ciudad y sus edificios, parques, plazas y fuentes.

Nueva York se ‘desclasifica’ en la Red


El Pais

  • 870.000 fotografías del Archivo Municipal dibujan una historia oculta de la ciudad
  • Fueron tomadas por funcionarios entre 1850 y 1980

Ha sido musa de Weegee, Irving Penn, Robert Frank, Diane Arbus, Berenice Abbott… Imaginada, sugerida, evocada pero sobre todo inmortalizada en millones de fotografías y en miles de películas a lo largo de los últimos 150 años, Nueva York probablemente sea la top modelmás codiciada de las ciudades del planeta. Su indiscutible fotogenia, unida al talento de quienes la han convertido en estrella de la imagen y en insuperable decorado cinematográfico, han contribuido a alimentar la infinita curiosidad planetaria hacia una ciudad donde el peso de los sueños se mastica y en la que las desilusiones pueden ser tan demoledoras como la visión de un hombre a ras de suelo desde cualquiera de sus rascacielos.

Además fue en Nueva York donde la fotografía se convirtió en un arte, gracias a la labor, entre otros, de Alfred Stieglitz y Paul Strand. Por eso resulta imposible despegar los ojos de la ciudad, como demuestra el colapso que ayer sufrió la web de los Archivos Municipales de Nueva York tras anunciar la publicación online de 870.000 imágenes procedentes de sus fondos, que abarcan desde mediados del siglo XIX hasta los años 80 y que se componen de más de dos millones de fotografías que llegarán a la Red en su totalidad a medida que haya dinero para completar el proceso de digitalización.

No se trata de fotografías famosas ni conocidas. Al contrario, en su mayoría se trata de imágenes tomadas por funcionarios municipales anónimos para dejar constancia de la existencia de cada uno de los edificios de la ciudad, del proceso de construcción de sus infraestructuras o incluso, en algún arrebato poético, de la simple belleza del skyline a través de una ventana desde lo alto de un puente. Sin embargo, pese a no estar tocados por esa falsa virtud llamada fama, los autores de las imágenes demuestran que el mundo estuvo y está lleno de grandes talentos cuyos nombres nunca se conocerán. Entre ellos muchos de los detectives del Departamento de Policía de Nueva York, que puede presumir de tener la mayor colección de imágenes de crímenes y criminales del mundo anglosajón. Los amantes del género más morboso tienen a su disposición online cientos de imágenes de casos sin resolver donde la escena del crimen y sus víctimas son los protagonistas.

Pero esa es solo una pequeña parte. Entre las fotografías accesibles a través de Internet el grueso lo componen 800.000 retratos tomados en los años 80 de cada uno de los edificios de los cinco barrios de la ciudad. Además hay 1.300 imágenes apenas conocidas de la época de la depresión tomadas por fotógrafos locales que trabajaron para la Works Progress Administration, agencia creada para poner en práctica el New Deal que impulsó el presidente Franklin D. Roosevelt.

“Sabíamos que teníamos colecciones fantásticas de fotografía y que nadie se imaginaba lo buenas que eran”, afirmaba ayer en la agencia AP Kenneth Cobb, uno de los miembros del Departamento de Registros Municipales, a su vez subdividido en otros departamentos como el de Puentes, Túneles y Estructuras. Ahí trabajaba, como jefe de fotografía, una de las pocas casi-celebridades de la colección, Eugene de Salignac, un fotógrafo que permaneció en el anonimato hasta que el propio Archivo Municipal decidió rescatarlo del ostracismo tras clasificar toda su obra, que abarca desde 1906 hasta 1934, un periodo clave en la historia de una ciudad que en aquellas décadas dejó de ser ciudad para erigirse en la gran metrópolis del siglo XX.

Las imágenes de Salignac recogen momentos épicos de su historia, como la que muestra a un grupo de pintores en equilibrio sobre los tensores del puente de Brooklyn u otra en la que se ve el arranque de la construcción del puente de Manhattan desde una calle del barrio de Dumbo, entonces obrero y hoy transformado en uno de los más exquisitos de la ciudad. Si algo tiene esta excelente colección, que hasta ahora solo podía consultarse de forma física en la sede de los Archivos Municipales, es que da fe de la metamorfosis que ha sufrido una ciudad que en el imaginario colectivo no sería la misma si no fuera precisamente por los millones de imágenes que hay de ella.

Comienza en Nueva York el festival de Tribeca con 90 películas de 32 países


RTVE

  • Participan dos películas españolas ‘Grupo 7’ y ‘La chispa de la vida’
  • El programa incluye mucho cine estadounidense, extranjero y documentales

La undécima edición del festival de cine de Tribeca se inauguró este miércoles en Nueva York, con un cartel de noventa películas procedentes de 32 países, entre ellas dos españolas, una mexicana, una cubana y otra argentina, con las que se ha perseguido exhibir en la gran pantalla diversidad y equilibrio.

En el acto de apertura estuvieron presentes los fundadores del festival, Robert De Niro y Jane Rosenthal, quien resaltó que «Tribeca comienza su segunda década de andadura como un referente de innovación, descubrimiento y comunidad».

«Este año ha habido un diálogo muy intenso para seleccionar las películas, y al final hemos conseguido un programa muy interesante, de cintas estadounidenses pero también extranjeras, con muchos documentales, lo que es muestra de calidad y de un armónico equilibrio», declaró hoy a Efe la directora de Programación del festival, Genna Terranova.

Presencia española

Como ejemplo de la fuerte presencia de películas extranjeras entre las noventa que se proyectarán hasta el 29 de abril, Terranova destacó la española La chispa de la vida, de Álex de la Iglesia, director del que dijo que «es un fantástico cineasta». «Su película -protagonizada por José Mota y Salma Hayek- habla de la crisis económica que estamos padeciendo de una forma muy original y entretenida», apuntó Terranova, quien también se refirió al otro título de procedencia española, Grupo 7, de Alberto Rodríguez y protagonizada por Mario Casas.

«Es un thriller policiaco con secuencias repletas de acción y muy buenas interpretaciones con el que estamos muy entusiasmados», apostilló.En cartel, también hay tres películas latinoamericanas: la cubana Una noche, de Lucy Mulloy, la mexicano-estadounidense The Girl, de David Riker, y la argentina «La suerte en tus manos«, una comedia romántica de Daniel Burman.

«En general hemos visto películas rodadas con poco presupuesto que, sin embargo, son muy creativas, porque la crisis económica fuerza a sacar el máximo partido a los recursos y a que los cineastas se tomen más tiempo para pensar», explicó Terranova. La programadora puntualizó que «los directores de todo el globo están siendo más creativos, invirtiendo más tiempo en desarrollar el guión, para tener su propia voz en la gran pantalla y contar nuevas historias de una forma diferente».

Además, señaló que se ha buscado un programa dirigido a todos los públicos, motivo por el que el festival se abre y se clausura con dos películas estadounidenses de elevado presupuesto: Compromiso de cinco años, dirigida por Nicholas Stoller y protagonizada por el popular Jason Segel, y Los vengadores, de Joss Whedon.

Algunas de las cintas del festival competirán para alzarse con la distinción a la mejor película de ficción, el mejor documental y el mejor cortometraje, galardones que serán otorgados por un jurado en el que figuran Michael Moore, Susan Sarandon o Ricardo Darín, y entregados en una gala, el día 26, conducida por Whoopi Goldberg. El festival de Tribeca fue fundado en 2001 por Robert De Niro y Jane Rosenthal, tras el atentado contra las Torres Gemelas, para revitalizar la economía y la cultura de la zona sur de Manhattan, y desde entonces ha exhibido más de 1.300 películas de 80 países y ha atraído a 3,7 millones de espectadores.-

Amenemhat II en Nueva York


WEB

Una colosal estatua del faraón Amenemhat II, será trasladada al Museo de arte Metropolitano de Mueva York.

Dicha estatua, fue tallada en un solo bloque de granito, tiene unos nueve metros de altura y casi nueve toneladas de peso. Representa al tercer monarca de la XII dinastía, a quién se le considera uno de los gobernantes que llevó mayor esplendor, a este momento de la historia de Egipto.

Artísticamente podemos ver en ella a un personaje sentado, representado con los elementos típicamente reales de los tiempos faraónicos: viste un faldellín, porta sobre su cabeza un nemes y el ureus en su frente. El trono sobre el que reposa el faraón es sencillo, pero con representaciones jeroglíficas.

Según han informado los responsables del Museo Egipcio de Berlín, lugar donde se expone desde 1837, la estatua estuvo colocada originalmente en Menfis. Sin embargo, el faraón Ramses II y su hijo Meremptah, la trasladaron a su capital en el norte, Pi-Ramses y colocaron en ella sus cartuchos. Finalmente fue encontrada en Tanis por arqueólogos europeos, quienes la vendieron al museo alemán.

Sin embargo, la paz de la estatua volverá a ser perturbada en breve, trasladándola a Nueva York (como comentamos) para ser exhibida allí hasta 2021, mientras el museo berlinés es remodelado.

Para más información:

http://www.informador.com.mx/cultura/2011/312360/6/llegara-una-colosal-estatua-de-un-faraon-egipcio-a-nueva-york.htm

http://www.que.es/cultura/201108051825-exhibira-durante-diez-anos-colosal-efe.html

Una pirámide a orillas de Manhattan


El Mundo

El estudio BIG se estrena en Nueva York con un residencial a orillas del Hudson

El cielo de Manhattan recibirá en pocos meses las cosquillas de un mastodonte residencial de peculiar perfil y generosas dimensiones. DFR, siglas de las potentes promotoras neoyorquinas Durst Organization y Sidney Fetner Associates Fetner Residential, acaba de anunciar la próxima construcción del West 57, un edificio de contorno piramidalque quedará ubicado entre las avenidas 11 y 16, que ha sido diseñado por el estudio danés conocido por sus proyectos con angulosas formas. [Ver álbum]

El futuro complejo de la desolada confluencia de la calle 57 y West Side Highway es el bautizo neoyorquino del ambicioso y fotogénicoIngels, con oficinas en dos continentes y proyectos en tres. Para el arquitecto, se trata de una fusión de conceptos: la manzana de viviendas europea, en torno a un patio central al que miran todas ellas, y la clásica torre de Nueva York.

El edificio -a caballo entre un rascacielos y un bloque de pisos común- a orillas del Hudson alcanzará los 140 metros de altura y ocupará una superficie de 78.300 metros cuadrados. Desde fuera, adoptará una forma diferente en función del punto desde el que se observe.

Lo europeo y lo neoyorquino

El arquitecto danés de 36 años, profesor visitante en Harvard y Columbia, estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Es un declarado americanofílico, y vive y trabaja a caballo entre Dinamarca y Nueva York. «A los europeos les gusta decir que lo estadounidense está muerto, pero muchos de ellos están influenciados por lo que se hace en EEUU», recoge la revista New York Art.

Ingels, diseñó su primer edificio residencial en Orestad (Dinamarca), en 2005. y recibió el premio Mies Van der Rohe en 2010. Hace hace tres años se emancipó de la factoría creativa del holandés Rem Koolhaas, en cuyo estudio de Rotterdam (OMA) estuvo empleado de 1998 a 2001, y con quien más tarde diseñó el proyecto Copenhague Harbour Bath, un edificio de madera con forma de iceberg que albergará un centro de buceo en la capital danesa.

 

 

Paseo por el Manhattan insólito


El Mundo

  • ‘Manhattan, uso mixto’ muestra una Gran Manzana no apta para turistas tópicos
  • La exposición estará en el Reina Sofía de Madrid hasta el 27 de septiembre

Un puzle de 400 imágenes que muestran un Manhattan no apto para turistas tópicos, ‘Manhattan, uso mixto’ refleja en palabras de Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, la ciudad que representa «el equivalente a esos espacios parisinos del siglo XIX de los que hablaba Walter Benjamin». Unos espacios heredados del pasado que continúan en pie en el presente y para los que artistas de toda naturaleza han encontrado nuevos usos.

Lejos de la estética de postal y el afán documental, «se trata de una fotografía basada en el diálogo, de artefactos que se convierten en arte», afirma una de las comisarias de la muestra, Lynne Cooke.

La exposición incluye artistas que trabajaron desde finales de los años 70, «un momento muy especial en Nueva York», según Cooke, y que coincide con la desindustrialización de la ciudad, hasta otros contemporáneos, «que continúan con el sistema de trabajo en series que caracterizó la fotografía conceptual de sus antecesores», desvela Douglas Crimp, el otro encargado de comisariar la exhibición.

Paseantes y mirones

Las fotografías trazan trayectorias atípicas, muestran «usos no autorizados», comenta Crimp, de los espacios públicos de la ciudad. Desde la serie nocturna de Peter Hujar, tomada en 1976 a lo largo de las calles comprendidas entre el Meatpacking District (repleto por entonces de bares underground y clubes de homosexuales) y el Financial District, hasta el retrato del deterioro del East Broadway capturado por el objetivo de Christopher Wool en sus paseos diarios hacia su estudio de pintura.

Otros artistas huyen del retrato paisajístico para ensimismarse en los pequeños detalles que desvelan la personalidad de su ciudad. Ejemplos de ello son la serie ‘Bubblegum’ (‘Chicle’), de Zoe Leonard, que muestra los chicles pegados en el pavimento, hasta los quioscos regentados por paquistaníes que obsesivamente fotografiaba Moyra Davey en 1994.

Menos prosaicas resultan las obras de Stefan Brecht, de quien se exhibe un libro de poesías sobreimpresas sobre imágenes de la agrietada acera del Hotel Chelsea, hasta los oníricos fotogramas en los que Cindy Sherman encarna diferentes papeles en escenarios desolados. Entre ellos, los muelles del Hudson en los que su coetáneo Alvin Baltrop reflejó los encuentros sexuales entre hombres que allí tenían lugar en su colección ‘Day’s End’.

Iconos subvertidos

Aunque abundan los escenarios más recónditos de la ‘city’, la muestra no obvia las imágenes más icónicas. Desde las fotografías extraídas de un vídeo de Steve McQueen que retrata la Estatua de la Libertad desde un helicóptero, «la obra más reciente de las expuestas», destacaba Cooke, hasta los famosos depósitos de agua (Bernd y Hilla Becher, 1988), «un ejemplo de arqueología urbana o industrial», explicó la comisaria.

Una de las instalaciones más llamativas tiene como protagonista a Central Park. Concebida por el artista Donald Moffet, utiliza un lienzo sobre el que se proyecta un vídeo de ‘The Ramble’ (una zona, una vez más, frecuentada por homosexuales), de manera que el resultado final se asemeja a una pintura en la que las hojas de los árboles son movidas por el viento.

Los hombres-pancarta y las manifestaciones, otra imagen recurrente de la ciudad, protagonizan la serie de diapositivas de Sharon Hayes (2005), instalada en una sala en las que nueve proyectores disparan sobre la pared hasta 729 instantáneas sobre la ciudad ‘In the near future’ (‘En un futuro cercano’).


‘Manhattan, uso mixto’. Museo Reina Sofía (Edificio Sabatini). Del 9 de junio al 27 de septiembre