Europa suma dos nuevos satélites a su sistema de navegación Galileo


El Mundo

  • La constelación ya cuenta con diez de los veintiséis dispositivos que estarán en funcionamiento en 2020 para competir con el GPS estadounidense
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Europa suma dos nuevos satélites a su sistema de navegación Galileo

La Agencia Espacial Europea (ESA) colocó hoy en órbita una nueva pareja de satélites para el sistema de navegación Galileo, constelación que ya cuenta con diez de los veintiséis dispositivos que estarán en funcionamiento en 2020 para competir con el GPS estadounidense.

El lanzamiento de «Alba» y «Oriana», a bordo de un cohete ruso Soyuz operado por el consorcio europeo Arianespace, tuvo lugar desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa, a las 02.08 GMT.

Se trata de dos dispositivos fabricados por OHB y Surrey Satellite Technology y reciben su nombre en honor a dos niñas europeas que ganaron un concurso de dibujo para promover el interés en las ciencias aeroespaciales.

La Agencia Espacial Europea cuenta con poner en órbita a finales de año otra nueva pareja de satélites para reforzar un sistema que ya está operativo, aunque lejos de su plena capacidad, y que es compatible con el GPS.

Se trata del primer servicio de navegación de uso civil y no controlado por las fuerzas armadas, como su competidor estadounidense, en el que Europa lleva trabajando dos décadas y que aspira a ser mucho más preciso que el GPS.

Tras numerosos sobrecostes y los retrasos, los primeros satélites del sistema Galileo entraron en órbita en octubre de 2011 y los dos precedentes el pasado mes de marzo.

En agosto de 2014, el lanzamiento de los dos primeros satélites operativos, ya que los anteriores tenían por misión validar las órbitas, se lanzaron en 2014 y supusieron un sonado fracaso para el proyecto.

Un problema con el carburante del Soyuz hizo que «Doresa» y «Milena» terminaran en una órbita errónea, a unos 17.000 kilómetros de la Tierra, en lugar de la que les correspondía, una circular a 23.000 kilómetros.

Los siguientes lanzamientos, sin embargo, no presentaron ningún fallo y permitieron continuar con el despliegue previsto de la constelación, que aportará ventajas en gestión de transporte (aumento de la seguridad, agilización de las operaciones o reducción de la congestión), agricultura, pesca, sanidad o lucha contra la inmigración ilegal.

La NASA lanza con éxito una misión que estudiará el campo magnético de la Tierra


El Mundo

  • El Sistema Multiescala Magnetosférico (MMS) consta de cuatro observatorios espaciales
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Atlas V equipado con el Sistema Multiescala Magnetosférico (MMS), en Cabo Cañaveral antes del lanzamiento | AFP

La agencia espacial estadounidense (NASA) lanzó hoy con éxito una misión pionera para estudiar la interacción del campo magnético de la Tierra con el de otros cuerpos celestes, como el Sol, que permitirá estudiar con mayor precisión cómo actúan estos intercambios de energía en el universo.

El lanzamiento se llevó a cabo a las 22.44 hora local (02.44 GMT del viernes) desde las instalaciones de la NASA en la base de Cabo Cañaveral, en Florida.

Los cuatro observatorios espaciales idénticos que componen el Sistema Multiescala Magnetosférico (MMS) partieron a bordo de un cohete Atlas V.

«Los responsables de la misión esperan recibir la confirmación del despliegue exitoso de los cuatro artefactos espaciales alrededor de las 00:29 hora local (04:44 hora GMT del viernes)», explicó la NASA en una nota. La misión comenzará a enviar datos a la tierra, en septiembre, y está previsto que esté en funcionamiento durante dos años, aunque la NASA no descarta ampliar su vida útil.

La misión proporcionará la primera vista tridimensional de la reconexión magnética de la Tierra con el Sol, un proceso que ayudará a entender cómo se conectan y desconectan los campos magnéticos en el universo. Los científicos esperan obtener datos sobre la estructura y dinámica de la energía que intercambian los campos magnéticos cuando se encuentran, momento en el que se produce una liberación explosiva de energía.

Los cuatro artefactos espaciales, equipados con sensores de alta precisión, volarán simultáneamente en formación, a una distancia de unos 10 kilómetros unas de otras, para que la combinación de sus datos permita tener esa visión tridimensional.

La misión MMS utilizará la magnetosfera de la Tierra como un laboratorio para estudiar, además de la reconexión magnética, otros dos procesos fundamentales como la aceleración de partículas energéticas y la turbulencia.

Esta misión también será clave para entender cómo afecta este intercambio energético a los fenómenos meteorológicos espaciales y su efecto sobre los sistemas tecnológicos modernos como las redes de comunicaciones, de navegación GPS y las redes de energía eléctrica.

La reconexión magnética produce fenómenos como las auroras que se ven en los polos cuando el viento solar penetra en nuestro «escudo protector» y las partículas de energía liberadas entran en el campo magnético de la Tierra.

La previsión del tiempo solar


El Mundo

  • La agencia meteorológica del Reino Unido emitirá en 2014 partes de tormentas solares
Tormenta solar captada por el observatorio SOHO. |

Tormenta solar captada por el observatorio SOHO. | AFP

Michael Fish, el más popular ‘hombre del tiempo’ en la historia de la BBC, tiene una mancha imborrable en su currículo. Las previsiones de la agencia meteorológica de Reino Unido (MET, en sus siglas en inglés) fallaron en octubre de 1987 y la tarde del 15 de esa ya mítica jornada el genial experto dijo a su audiencia: «no se preocupen, no viene un huracán en nuestra dirección». Esa misma noche azotó una tormenta con vientos huracanados que provocó una veintena de muertes y destrozos en todo el país. Aún se recuerda como ‘la gran tormenta‘, la más intensa y destructiva en 300 años. El colosal error sigue siendo una auténtica pesadilla para Fish.

La MET opta desde entonces por la prudencia en sus partes meteorológicos. Ahora se embarca en una aventura galáctica para predecir el tiempo en el espacio con periódica regularidad. El gobierno ha destinado a la agencia una inyección de 4.6 millones de libras (unos 5,5 millones de euros), en un periodo de tres años, para la puesta en marcha de un sistema de predicciones de tormentas y otros fenómenos solares. Los pronósticos se realizarán diariamente y beneficiarán a las compañías eléctricas y los usuarios de tecnologías punta.

«Las erupciones solares, las tormentas espaciales y el viento solar pueden afectar a los satélites, GPS, redes energéticas y radio comunicaciones. Las previsiones del tiempo espacial ayudarán al gobierno y a los sectores comercial e industrial a tomar medidas para asegurar la continuidad en el suministro de servicios», señala la MET en un comunicado difundido ayer. Los partes espaciales se emitirán diariamente a partir de la primavera de 2014.

Las tormentas solares se producen por la emisión de partículas altamente energéticas desde la corona o aureola solar. Estas partículas viajan a millones de kilómetros por hora en distintas direcciones. Cuando el recorrido apunta hacia la Tierra, el impacto puede demorarse entre 17 horas y tres días, dando margen a su detección a tiempo para evitar graves interrupciones o destrozos en las redes energéticas y de comunicación.

Funcionamiento a partir de 2014

El proyecto se desarrolla en asociación con el Servicio Nacional del Tiempo de la NOAA, siglas de la agencia estadounidense oceánica y atmosférica. También colaboran en la puesta en marcha del sistema de mediciones espaciales la Universidad de Bath y empresas privadas británicas. Dependiente del Ministerio de Negocios e Innovación pero con autonomía comercial, la MET ofrecerá su nuevo servicio tanto al gobierno como al sector privado. «El tiempo espacial se identifica entre los riesgos más importantes que pueden dañar nuestra infraestructura nacional. Hay dos riesgos cruciales: la red de transformadores y los sistemas de satélite», explica Chris Willets, secretario de Estado para Universidades y Ciencia.

La creciente dependencia en las tecnologías por satélite ha acelerado el estudio y conquista de los fenómenos solares. Una macro tormenta espacial es un fenómeno raro pero altamente destructivo que, de acuerdo con los expertos, solo se produce cada cien o doscientos años. La más sonada aconteció en 1859, cuando cayó el sistema de telegrafía en todo el mundo.

«El tiempo espacial es una ciencia relativamente inmadura pero su comprensión está creciendo rápidamente«, señala Mark Gibbs, responsable en el área dentro de la MET. De acuerdo con el experto, la inversión gubernamental permitirá completar la capacidad previsora que británicos y estadounidenses vienen desarrollando en los últimos dos años de forma que en 2014 podrán comenzar a distribuir partes regulares y alertas a los sectores clave.

Una eyección solar se dirige hacia la Tierra a 600 kilómetros por segundo


EL Mundo

(Vídeo: NASA)

El observatorio solar STEREO ha detectado una eyección solar que viaja hacia la Tierra a 600 kilómetros por segundo y podría causar una tormenta geomagnética, según informa la NASA.

El Observatorio de Relaciones Terrestres (STEREO), que envió la NASA en 2006 para estudiar cómo afecta el flujo de energía y la materia solar a la Tierra, y el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO), detectaron la erupción el día 23 de enero.

Este fenómeno puede enviar partículas solares y alcanzar la Tierra hasta tres días después provocando una «tormenta geomagnética» que puede afectar a las redes eléctricas y los sistemas de telecomunicaciones.

La NASA explicó que en el pasado otras eyecciones solares con esta velocidad no han causado tormentas geomagnéticas «sustanciales», aunque sí que han dejado su huella con auroras visibles en los polos.

En esta ocasión, según la NASA, parece «poco probable» que la tormenta afecte a los sistemas eléctricos en la Tierra o cause interferencias en los GPS o en los satélites de comunicaciones.

No obstante, recomienda estar pendiente de la información del centro de meteorología espacial de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU.

Transferencia de energía

El telescopio de la NASA High Resolution Coronal Imager (Hi-C), lanzado en un cohete suborbital en 2012 para estudiar la corona del sol, su parte más caliente, acaba de descubrir cómo el sol acumula y libera energía.

El telescopio fue capaz de captar filos de plasma magnéticos en las capas exteriores del sol, que supone la primera evidencia clara de la transferencia de energía del campo magnético del Sol a su corona, algo que hasta ahora era sólo teoría.

Estas observaciones ayudarán a los científicos a elaborar mejores predicciones del clima espacial, ya que la evolución del campo magnético en la atmósfera solar impulsa todas las erupciones solares, que pueden llegar a la atmósfera y causar estas tormentas.

Hallan un coladero en la magnetosfera de la Tierra


ABC.es

  • El escudo que nos protege de los golpes de las llamaradas solares no es perfecto

    La magnetosfera de la Tierra nos protege del viento solar

El campo magnético de la Tierra es nuestra primera línea de defensa. Esta burbuja magnética nos proteje del viento solar, una corriente de plasma lanzada por el Sol que tiene su propio campo magnético y que, bajo ciertas circunstancias y si nos da de lleno, puede provocar espectaculares auroras e incluso interrumpir las comunicaciones de GPS o afectar a las redes terrestres de energía. La vida en el planeta depende de este gigantesco escudo para sobrevivir, pero resulta que no es tan sólido como creíamos. Los satélites Cluster de la Agencia Espacial Europea (ESA) han descubierto algunos coladeros en la magnetosfera que permiten pasar el viento solar en un rango más amplio de lo que se creía. Uno de estos agujeros está provocado por un proceso conocido como la reconexión magnética, por el que las líneas de campo magnético que apuntan en direcciones opuestas rompen espontáneamente y vuelven a conectar con otras líneas de campo cercanas. Esto redirige su carga de plasma en la magnetosfera, abriendo la puerta al viento solar y permitiendo que llegue a la Tierra.

En 2006, los satélites de la ESA hicieron un descubrimiento sorprendente: enormes remolinos de plasma de 40.000 kilómetros de largo en el límite de la magnetosfera -la magnetopausa- podían permitir que entre el viento solar. Estos remolinos se encontraban en latitudes bajas y ecuatoriales, donde los campos magnéticos estaban más estrechamente alineados.

Estos vórtices gigantes son impulsados por un proceso conocido como el efecto Kelvin-Helmholtz (KH), que puede ocurrir en cualquier lugar en la naturaleza cuando dos flujos adyacentes se deslizan entre sí a velocidades diferentes. Los ejemplos incluyen olas azotadas por el viento deslizándose por la superficie del océano, o nubes atmosféricas con una curiosa forma rizada.

Un tamiz

Ahora, los análisis de los datos de Cluster han encontrado que estas ondas de KH también pueden ocurrir en un rango más amplio de lugares en la magnetopausa, proporcionando un mecanismo para el transporte continuo del viento solar en la magnetosfera de la Tierra.

«De hecho, es muy difícil imaginar una situación en la que el plasma del viento solar no pueda entrar en la magnetosfera, ya que no es una burbuja magnética perfecta», dice Kyoung-Joo Hwang, del centro Goddard para Vuelos Espaciales de la NASA y autor principal del artículo publicado en el Journal of Geophysical Research.

«El viento solar puede entrar en la magnetosfera en diferentes lugares y bajo diferentes condiciones del campo magnético que no se habían conocido antes», dice el coautor Melvyn Goldstein, también del Centro Goddard. «Esto sugiere que hay una especie de tamiz que permite que el viento solar fluya continuamente dentro de la magnetosfera». El efecto KH también se observa en las magnetosferas de Mercurio y Saturno.

Despegan con éxito dos nuevos satélites de Galileo, el sistema GPS de Europa


El Mundo

Recreación de los satélites en el momento en que se separan de la Soyuz. | ESA

Recreación de los satélites en el momento en que se separan de la Soyuz. | ESA

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado con éxito dos nuevos satélites del sistema de navegación europeo Galileo que portarán por primera vez el sistema de búsqueda y rescate que, según ha explicado el portavoz de la ESA, Javier Ventura-Traveset, está fabricado completamente en España.

Los dos satélites, IOV3 y IOV4 se han lanzado sin problemas a las 20.15 (hora peninsular española) desde la base europea de Kurú (Guayana Francesa) y a bordo de un cohete ruso Soyuz. Ambos forman parte de la segunda fase del proyecto Galileo, la de validación. En octubre de 2011 la ESA lanzó dos satélites de prueba (GIOVE-A y GIOVE-B) a los que este viernes se unirán los dos nuevos aparatos. Ventura-Traveset ha señalado que, con cuatro satélites en órbita, el sistema de navegación ya podrá operar.

Galileo permitirá a los europeos obtener autonomía del Sistema Global de Posición (GPS) controlado por Estados Unidos. Ahora, con cuatro satélites en órbita todavía se depende de GPS para operar, pero, a partir de 2015, cuando la ESA ha programado tener 18 satélites en el espacio, el sistema será completamente independiente.

Entonces, Galileo ofrecerá tres servicios: el servicio abierto (gratuito), el servicio público regulado (PRS) y el servicio de búsqueda y salvamento. En este sentido, el portavoz de la ESA ha señalado que IOV3 y IOV4 serán los primeros aparatos en portar el transpondedor de búsqueda y rescates que, además, se ha diseñado y fabricado completamente en España.

Mensaje de socorro

Acerca de este sistema, Ventura-Traveset ha indicado que, hasta ahora, el sistema GPS permitía que, por ejemplo, un barco lanzara un mensaje de socorro que llegaría a los servicios de emergencia gracias al sistema de satélites. «Gracias al sistema que se ha creado para Galileo, el barco que ha mandado la señal también recibirá una de vuelta en la que se le avisará de que su mensaje ha sido recibido y que el rescate va en su ayuda», ha indicado.

«Esta constelación de satélites (que llegará a contar con 30 aparatos en 2018) permitirá disponer de mejores servicios, desde una navegación para vehículos más precisos, una gestión eficiente del transporte por carretera o transacciones bancarias más seguras.

En cuanto a lo que este sistema de navegación va a aportar al día a día de los ciudadanos, el portavoz de la Asociación Española de Empresas Europeas Tecnológicas, de Defensa, Aeronáuticas y Espacio (Tedae), Miguel M. Romay, ha indicado que Galileo se trata «de una evolución de GPS» y «permitirá pasar la precisión de metros a centímetros«, por ejemplo, «en los mapas en los que buscamos una calle».

«La mayoría de las aplicaciones de los ‘smartphones’ piden localizador. Ahora lo que más se usa es el navegador para encontrar un lugar o una calle, pero en un futuro, el paso de metros a centímetros permitirá aparcar un coche sin conductor, que una excavadora trabaje en lugares difíciles guiada desde la distancia o para mejorar las labores agrícolas», ha indicado.

Compartir satélites con Estados Unidos

Por su parte, el jefe del departamento de Industria y Ciencia del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), Jorge Lomba, ha explicado que la creación de Galileo culminará con «una negociación con Estados Unidos para compartir satélites».

«Hasta ahora Estados Unidos cedía de manera gratuita el sistema GPS para mantener su liderazgo en este mercado» en el que era el único. «Europa decidió crear Galileo para no quedarse atrás en este mercado y para no depender de los servicios estadounidenses», ha indicado Lomba.

En este sentido, ha señalado que cuando los 30 satélites europeos estén en el espacio en 2018, se seguirá colaborando con GPS para mejorar los servicios. «Entonces serán demasiados los satélites que estarán en el espacio, por ello Europa quiere negociar con Estados Unidos para colaborar y compartir satélites» cuando, por ejemplo, se acabe la vida útil de alguno de los aparatos de GPS.

España, además de fabricar íntegramente el sistema de búsqueda y rescate es el quinto país con mayor participación en esta fase de desarrollo y validación del sistema Galileo, con alrededor de 130 millones de euros, lo que supone entre un 9 y un 10 por ciento del total. Además, un 70 por ciento de la industria española de espacio trabaja directamente en el mismo.

China impulsa su propio ‘GPS’ con el lanzamiento de dos nuevos satélites


El Mundo

  • El sistema empezó a operar en diciembre, tras 10 años de trabajos
  • Por primera vez ha lanzado dos artefactos con un único cohete propulsor
  • En 2020 espera tener más de 30 satélites en órbita
  • Quiere que Beidou/Compass (‘Brújula’) sea una alternativa al GPS de EEUU

China lanzó este lunes dos nuevos satélites para ampliar la precisión de su sistema de posicionamiento global Beidou / Compass (‘Brújula’), al que quiere convertir en una alternativa al GPS estadounidense, según ha informado la agencia oficial Xinhua.

Los dos satélites, duodécimo y decimotercero de la serie Beidou, fueron lanzados desde la base espacial de Xichang, en la provincia central china de Sichuan.

Es la primera vez en la que el país asiático lanza a la vez dos aparatos con un único cohete propulsor.

Se completará en 2020

China tiene previsto lanzar otros tres satélites para su sistema de navegación durante este año, con el fin de completarlo hacia 2020 con más de 30 aparatos en órbita.

El sistema comenzó a operar en diciembre, tras más de diez años de preparación, en la que es una de las apuestas más ambiciosas del país asiático en el sector de la alta tecnología.

El sistema ha sido desarrollado por China para aumentar la información en sectores como transporte, meteorología, prospecciones petrolíferas, control de incendios, prevención de desastres, telecomunicaciones y seguridad pública.

Participa también en ‘Galileo’

Pese al empeño de China en tener su ‘GPS autóctono’, el país participa también en el proyecto simultáneo europeo Galileo con millonarias inversiones.

Otros países, como Rusia, Japón y la India, asimismo están desarrollando sus alternativas al GPS (Global Positioning System), ampliamente utilizado en todo el mundo, incluida China.

El ‘GPS’ de los vikingos


El Mundo

Usaban piedras solares para orientarse y navegar

  • Los vikingos fueron excelentes navegantes aunque no tenían brujula
  • Un estudio sugiere que usaban espato de Islandia para localizar el sol
  • Se trata de una variedad de la calcita que abunda en Escandinavia
  • Creen que estas piedras les ayudaban a orientarse en días nublados
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Los vikingos fueron un pueblo tan temido como admirado. Ya en el siglo IX eran unos excelentes navegantes. A pesar de que no disponían de brújulas magnéticas y de que los cielos en Escandinavia estaban con frecuencia cubiertos de nubes, fueron capaces de recorrer miles de kilómetros mar abierto. La luz permanente durante los veranos tampoco les permitía utilizar las estrellas para navegar por lo que, a pesar de las nubes,el sol era su mejor referencia para orientarse.Cómo lo lograban ha intrigado durante décadas a los científicos. Algunas leyendas hablaban del uso de unas piedras solares brillantes, aunque hasta ahora no se había podido demostrar cómo lo hacían. Un grupo internacional de investigadores propone una explicación sobre cómo podrían haber utilizado estas piedras en el último número ‘Proceedings of the Royal Society A’.Los investigadores, liderados por Guy Ropars, de la Universidad de Rennes, sostienen que los vikingos usaban una variedad de la calcita para calcular dónde se encontraba el sol aprovechando la polarización de la luz dispersada por las nubes. La piedra se conoce con el nombre de espato de Islandia y es una variedad transparente de la calcita que se encuentra con facilidad en los países del norte de Europa.

Las leyendas vikingas describen cómo durante los días nublados, con niebla o con nieve los tripulantes de los barcos utilizaban piedras solares para localizar el sol. A pesar de que no existen registros en los que se especifique de qué estaban compuestas estas piedras, algunos hallazgos arqueológicos sugirieron desde mediados del siglo pasado que podría tratarse de calcita.

Excelentes navegantes

Los vikingos lograron recorrer miles de kilómetros y navegar desde el territorio que hoy es Escandinavia hacia Groenlandia y América del Norte entre los siglos VIII y XI, en una época en la que la brújula magnética aún no había sido introducida en Europa.

La teoría del uso de piedras solares surgió por primera vez en los años sesenta. En 1967 el arqueólogo danés Thorkild Ramskou sugirió que los vikingos podrían haber utilizado un cristal polarizador conocido como espato de Islandia. El hallazgo de un trozo de calcita a bordo del barco Elizabethan, que se hundió en la isla de Alderney en 1592, dio credibilidad a esta teoría. En esta nueva investigación, los científicos han demostrado que con este tipo de cristal es posible determinar la posición del sol con precisión y con un margen de error de un grado, incluso al anochecer y en las condiciones meteorológicas más adversas.

Durante los últimos años se han publicado varios estudios que intentan demostrar que los vikingos utilizaban estas piedras para navegar. A principios de año, otra investigación firmada por científicos húngaros sobre la polarización de la luz aseguraba que era posible que estos cristales hubieran ayudado a los vikingos a orientarse.

Cuando navegaban bajo cielos cubiertos no podían ver el sol así que los científicos creen que los tripulantes sostenían un trozo de esta piedra, la proyectaban hacia el cielo y la giraban. Cuando localizaban un punto en el que el brillo aumentaba, determinaban una línea que indicaba dónde estaba el sol. Seguían navegando y repetían la operación más adelante, hasta conseguir establecer una zona en la que se encontraba el sol. Para no perder esa referencia, colocaban una antorcha en esa posición para que les guiara. De este modo el pueblo vikingo logró recorrer largas distancias y establecerse en zonas remotas, como América del Norte.

Alertan de que sistema GPS podría fallar el próximo año


EFE – El Mundo

Localización por satélite

Desde pilotar un avión hasta localizar el camino a la gasolinera más cercana, el sistema GPS se ha hecho imprescindible en la vida diaria, pero un informe del Gobierno de Estados Unidos alerta de que podría fallar en 2010 por falta de fondos.

El Ejército del Aire estadounidense, responsable de la gestión de la red de satélites que hacen posible el sistema de posicionamiento GPS, ha descuidado sus tareas, asegura un reciente estudio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.

El informe ha sido recogido por la prensa estadounidense y advierte al Congreso de Estados Unidos de que son necesarios unos 2.000 millones de dólares (1.460 millones de euros) para actualizar la red de satélites si se quiere evitar que empiecen a fallar.

«Cuando los viejos satélites empiecen a registrar fallos en 2010, existe una alta probabilidad de que la red caiga por debajo del número de satélites requeridos para proveer el nivel de servicio al que el Gobierno de Estados Unidos se ha comprometido», dice el estudio.

La Oficina de Responsabilidad Gubernamental acusa al Ejército de haber fracasado en su tarea de construir satélites para el sistema, ajustándose al presupuesto y en los períodos de tiempo requeridos.

El único en funcionamiento

Creado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y gestionado por el Ejército del Aire, el sistema de posicionamiento GPS es el único sistema global de navegación vía satélite actualmente funcionando.

La red dispone de entre 24 y 32 satélites en órbita alrededor de La Tierra y son necesarios al menos cuatro para localizar un punto determinado.

El sistema GPS puede ser utilizado libremente por cualquiera y sus usos civiles se han multiplicado en la última década.

Es habitual en aviones comerciales, barcos y automóviles donde ha sustituido a los tradicionales mapas de carretera, pero también en la última generación de teléfonos móviles, en los que ha permitido la creación de numerosas aplicaciones.

Aunque, teóricamente, el sistema podría seguir funcionando con menos de 24 satélites operativos, los expertos creen que su precisión se reduciría notablemente.

Clave en el Ejército

Para usted o para mí supondría no obtener resultados tan exactos cuando buscamos una calle en el Tom-Tom o el restaurante más cercano en Google Maps para iPhone, pero para la aviación comercial o el Ejército las consecuencias de una mínima imprecisión son enormes.

«Ellos operan con un margen de precisión del 99,9%. Si cae por debajo del 95% no se sienten cómodos», dijo a la cadena CNN Alan Cameron, editor de la revista especializada en el sector GPS World.

Precisamente por su interés para la seguridad nacional, los analistas esperan que el Gobierno encuentre una forma rápida de realizar las inversiones necesarias para actualizar el sistema.

«Si algunos bancos son demasiado importantes para quebrar, también lo son ciertos programas gubernamentales. Es el caso del GPS y, como con los bancos, parece probable que se destinen grandes sumas a encontrar una solución«, dijo David Coursey, analista de PC World.

Galileo, en 2011

Una eventual falta de precisión del sistema GPS beneficiaría al sistema europeo Galileo, desarrollado por la Unión Europea (UE) y la Agencia Espacial Europea y que debería estar operativo en 2011.

Cuando empiece a funcionar, Galileo tendrá un margen de error de sólo de 4 metros en horizontal y menos de 8 en vertical, prácticamente la décima parte del GPS.

La iniciativa europea nació para evitar una excesiva dependencia del sistema de posicionamiento estadounidense, especialmente en el caso de que se produjeran fallos como los que podrían empezar a afectar a los navegadores de nuestros automóviles a partir del próximo año.

El segundo satélite del ‘Galileo’ ya está en órbita


Agencias – El Mundo

  • ALTERNATIVA EUROPEA AL ‘GPS’
  •  Partirá a la órbita terrestre en la madrugada del domingo a bordo de un ‘Soyuz’
  • Llevará el reloj atómico más preciso que jamás se haya enviado al espacio

1209147410_0MADRID.- La Agencia Europea del Espacio (ESA) ha lanzado su satélite experimental ‘GIOVE-B’, el segundo del futuro sistema de navegación europeo ‘Galileo’, tras haber recibido la plena certificación para su lanzamiento. ‘GIOBE-B’, ha iniciado su viaje a bordo del lanzador ruso ‘Soyuz’ a las 00,16 horas de la madrugada del domingo.

El satélite experimental deberá posicionarse en la órbita reservada a ‘Galileo’, situada a más de 23.000 kilómetros de altitud, según informa Astrium, la principal contratista para la construcción del GIOVE-B, que llevará al espacio por primera vez tecnologías clave para el funcionamiento del sistema Galileo.

Entre ellas, contará con el reloj atómico más preciso jamás lanzado al espacio, que contribuirá a mejorar la calidad de las señales del futuro sistema Europeo.

Según la Agencia Espacial Europea (ESA), el lanzamiento supone una «etapa decisiva» en un programa que se espera compita con el sistema de localización estadounidense GPS en el horizonte de 2013.

El GIOVE-B, de media tonelada de peso, no formará parte de los treinta satélites del sistema Galileo que la ESA pondrá en órbita hasta finales de 2013, sino que servirá para verificar diferentes elementos técnicos del mismo.

Así, la compañía señala que en GIOVE-B la tecnología de máser pasivo de hidrógeno del reloj atómico tendrá su «estreno mundial» en el espacio, en condiciones reales de funcionamiento y entorno. «Es, con diferencia, una opción mucho más precisa y robusta que la tecnología de rubidio (Rb) utilizada en los sistemas de navegación actuales», añade.

El generador de señales de GIOVE-B, el verdadero ‘corazón’ de la carga útil de navegación, emitirá inmediatamente señales plenamente válidas para el sistema en su conjunto. La compañía Thales Alenia Space España ha desarrollado la Unidad de Control y Monitorización del reloj atómico. La fiabilidad de esta señal asegurará la calidad y precisión del sistema Galileo, con una calidad superior a la del ‘GPS’, según informaron fuentes de la compañía.

Instrumento de referencia

‘GIOVE-B’ será el segundo de los satélites del futuro sistema de navegación europea ‘Galileo’ y actúa como instrumento de referencia y nexo tecnológico con la segunda fase, la de ‘validación en órbita’ (In-orbit validation, IOV), que dará lugar al lanzamiento de otros cuatro satélites. Una vez se complete la tercera fase, el sistema contará con 30 satélites de navegación y deberá estar totalmente listo para su uso de aquí a 2013.

GIOVE-A fue lanzado en diciembre de 2005 para fijar la frecuencia del sistema. Una vez completado, Galileo proporcionará servicios de navegación y medición de tiempo, tanto como sistema independiente como en combinación con los demás sistemas de navegación disponibles, como GPS y GLONASS. Será un sistema global, europeo y civil.

España es el quinto país europeo con mayor participación en la primera fase de desarrollo y validación del sistema europeo de navegación Galileo, y más del 70% de la industria española del espacio trabaja directamente en el mismo.

«Se trata de un evento muy importante para España y permitirá a la Unión Europea (UE) tener autonomía en lo que se refiere a la navegación por satélite», ha indicado Vicente Gómez, director del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC).