Fondo de Cohesión Europeos, ¿España podría solicitarlos?


El Fondo de Cohesión es uno de los Fondos Estructurales de la Unión Europea (UE) y está diseñado para reducir las disparidades económicas y sociales entre las regiones europeas. Su objetivo principal es apoyar a los países cuyo Producto Interno Bruto (PIB) per cápita está por debajo del 90% de la media de la UE. Aquí hay algunas características clave del Fondo de Cohesión:

  1. Objetivo de Convergencia Económica:
    • El principal objetivo del Fondo de Cohesión es contribuir a la convergencia económica y social entre las regiones de la UE. Busca fortalecer la competitividad y el desarrollo sostenible en las regiones menos desarrolladas.
  2. Financiamiento de Proyectos de Infraestructura:
    • El fondo financia proyectos de infraestructura en áreas como el transporte y el medio ambiente. Estos proyectos están destinados a mejorar la conectividad, la eficiencia y la sostenibilidad.
  3. Condicionalidad Macroeconómica:
    • La asistencia financiera del Fondo de Cohesión está sujeta a la condicionalidad macroeconómica. Esto implica que los países beneficiarios deben seguir políticas económicas y fiscales sólidas.
  4. Reducción de Desigualdades Regionales:
    • Al centrarse en las regiones menos desarrolladas, el Fondo de Cohesión busca reducir las disparidades económicas y sociales dentro de la UE, promoviendo un desarrollo más equilibrado.
  5. Países Beneficiarios:
    • En el período financiero 2014-2020, los países elegibles para recibir apoyo del Fondo de Cohesión eran aquellos cuyo PIB per cápita estaba por debajo del 90% de la media de la UE. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las reglas y criterios pueden cambiar en cada período de financiamiento.
  6. Programación y Ejecución:
    • Los países beneficiarios deben presentar programas operativos que detallen cómo planean utilizar los fondos. La ejecución de los proyectos y programas se lleva a cabo a nivel nacional y regional, y la Comisión Europea supervisa el proceso.

Los beneficiarios originales del Fondo de Cohesión fueron Irlanda, Grecia, España y Portugal (1994-99); posteriormente, desde 2004, incluye a Chequia, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia; a Bulgaria y Rumanía (desde 2007), y a Croacia (desde 2013)

Aquí hay algunos ejemplos de proyectos de infraestructura financiados por el Fondo de Cohesión en diversos países de la Unión Europea:

  1. España: Desarrollo de Infraestructuras de Transporte
    • En España, el Fondo de Cohesión ha respaldado proyectos clave de infraestructuras de transporte, incluyendo la construcción y mejora de carreteras, ferrocarriles y sistemas de transporte público en regiones menos desarrolladas. Esto ha contribuido a una mayor conectividad y movilidad en todo el país.
  2. Portugal: Mejora de Sistemas de Agua y Saneamiento
    • En Portugal, el Fondo de Cohesión ha financiado proyectos para mejorar los sistemas de agua y saneamiento en varias regiones. Esto ha llevado a la modernización de las infraestructuras relacionadas con el suministro de agua potable y la gestión de aguas residuales.
  3. Grecia: Desarrollo de Energías Renovables
    • Grecia ha utilizado los fondos para apoyar proyectos relacionados con las energías renovables. Esto incluye la construcción de parques eólicos y solares, contribuyendo así a la diversificación de la matriz energética y la promoción de fuentes más sostenibles.
  4. Irlanda: Modernización de Infraestructuras Educativas
    • En Irlanda, el Fondo de Cohesión ha respaldado proyectos de modernización de infraestructuras educativas, como la construcción y renovación de escuelas. Estos proyectos han mejorado las condiciones de aprendizaje en comunidades menos desarrolladas.
  5. Polonia: Desarrollo de Redes de Transporte Público Urbano
    • Polonia ha utilizado los fondos para mejorar las redes de transporte público urbano en ciudades y regiones menos desarrolladas. Esto incluye la adquisición de vehículos modernos y la mejora de la infraestructura para facilitar la movilidad urbana.
  6. Hungría: Rehabilitación de Edificios Históricos y Culturales
    • En Hungría, algunos fondos de cohesión se han destinado a la rehabilitación de edificios históricos y culturales. Esto no solo preserva el patrimonio cultural, sino que también impulsa el turismo y la economía local.

Conclusión, España debería volver a pertenecer al «Club» de los Países Pobres, tras situarse nuestra renta nacional bruta per cápita en el 85 %

Ir al espacio para proteger la Tierra


El Pais

  • El ambicioso programa GMES espera que la UE clarifique su financiación para 2014-2020
  • El primer satélite de la serie Sentinel, casi listo para el lanzamiento

El espacio no es solo un entorno muy favorable para mirar hacia fuera, hacia las estrellas, o para poner satélites que facilitan la comunicación global. Tan importante como la astronomía espacial o el intercambio de información, y con enorme impacto inmediato en la vida cotidiana de los ciudadanos, es la observación de la Tierra, la mirada de los satélites hacia abajo, hacia el planeta. La vigilancia de la evolución de los hielos en océanos y montañas, la expansión de la urbanización en el territorio, la contaminación, el cambio climático, el control de buques o la gestión de recursos ante de los desastres son algunas de las múltiples aplicaciones de estas tecnologías espaciales. Y se consideran tan estratégicas como para que la UE y la Agencia Europea del Espacio (ESA) hayan puesto en marcha un ambicioso programa conjunto, denominado GMES (Observación Global y Seguridad Ambiental).

Los primeros satélites Sentinel de GMES estan casi listos y el sistema está funcionando en su primera fase con algunos medios y prototipos. Ahora ha llegado el momento de lanzar el programa a gran escala. Para ello hace falta que la UE concrete la financiación de 5.800 millones de euros (de 2014 a 2020) y los responsables de GMES contienen la respiración a la espera de esa decisión presupuestaria difícil en tiempos de crisis. Para concretar la situación y clarificar las perspectivas, la Comisión Europea y la ESA han celebrado recientemente en Copenhague una conferencia de expertos en la que se han puesto al día los planes y se han abordado las incertidumbres.

“Estamos a solo 15 meses del lanzamiento planeado del primer satélite Sentinel, pero todavía no sabemos si habrá financiación para la operación más allá de 2014”, declaró Volker Liebig, director de programas de observación de la Tierra de la ESA, en la citada conferencia, GMES en Acción.

El sistema está diseñado para cubrir diferentes áreas de vigilancia y predicción del estado del planeta: medio marino, tierra y atmósfera, además de cambio climático y una sección orientada a la actuación ante emergencias. GMES está compuesto por equipos de toma de datos de múltiples fuentes, desde satélites en órbita terrestre y aviones, hasta sensores en el suelo y en el océano, así como medios para procesar los datos y suministrarlos a los usuarios.

Hasta ahora se han invertido 3.400 millones de euros, financiados al 50% por la UE y los países miembros de la ESA (incluida España) en el periodo 2001-2013, y se han construido o están en marcha cinco de los satélites Sentinel, explicó Joseph Aschbacher, responsable del programa GMES en la agencia espacial. Para la operación hacen falta 640 millones anuales desde 2014 a 2020 más la construcción de los satélites restantes, añadió. Se venían barajando dos propuestas en liza, una de incluir la financiación de este programa en los presupuestos globales de la UE y otra de abrir un fondo separado con las contribuciones específicas de los países a este programa, lo que supondría mayor incertidumbre. Tras la reunión de Copenhague, la presidencia danesa ha propuesto formalmente la primera opción, que se debatirá en el Consejo Europeo del próximo día 26.

De la importancia de este programa de observación de la Tierra habla el hecho de que GMES y Galileo (el GPS europeo) sean los dos grandes proyectos en marcha de colaboración plena entre la ESA y la UE. “El retorno económico estimado de la inversión [en GMES] es impresionante. Por cada euro invertido se generarán cuatro”, señaló en la reunión Paul Weissenberg, director adjunto de la Comisión Europea. Otros expertos ampliaron hasta 10 euros por euro invertido los retornos que podrá generar este sistema si se cuentan los beneficios indirectos.

Un objetivo esencial de GMES es la ecología, en general, y el cambio climático en particular. La directora de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Jacqueline McGlade, se mostró en Copenhague como una firme defensora del sistema. “Queremos cuantificar los parámetros medioambientales y el GMES es observación global que nos permite poner ante los políticos los datos para que actúen en consecuencia”, dijo. En su fase de arranque, el GMES ha sido, sobre todo, desarrollo tecnológico e industrial, así como obtención de datos fundamentalmente útiles para el estudio y seguimiento del cambio climático, señalaron los expertos. Los usuarios son, por ahora, casi todos institucionales, es decir, organismos públicos que recurren a datos del sistema para hacer seguimiento del uso del territorio, control de cultivos, vigilancia de la contaminación, etcétera. Pero en su fase de plena explotación se espera que se potencie la actividad económica privada como usuario de GMES.

Medir el viento y el Sol

Los molinos de energía eólica, las tecnologías maremotrices y los huertos solares “necesitan datos medioambientales para hacer las estimaciones de los recursos a explotar, durante el diseño, y para controlar su producción y optimizar sus resultados, durante su explotación, así como hacer las evaluaciones de impacto”, dijo en la reunión de Copenhague Yann-Hervé de Roeck (France Energie Maritime). Para obtener toda esa información, los satélites son clave.

Las aplicaciones de la observación de la Tierra desde el espacio son numerosas. Por ejemplo, la vigilancia de vertidos contaminantes en el mar (casi 11.000 entre 2007 y 2011 fueron detectados por la Agencia Europea de Seguridad Marítima) y la identificación de los buques responsables cuentan con los ojos espaciales.

También ante desastres naturales, como inundaciones, terremotos, incendios, etcétera, se utilizan los medios en órbita para evaluar daños y para organizar la ayuda. Incluso para prestar ayuda sanitaria a poblaciones que carecen de ella, es de gran utilidad una red de observación basada en satélites, explicó Mathieu Sovart, de Médicos sin Fronteras.