El tránsito de Venus es un acontecimiento tan raro como bello, dicen, e importante para el conocimiento del universo. El planeta pasará por delante del sol este martes, 5 de junio (día 6 en el hemisferio occidental). Cada 243 años Venus transita de manera visible desde la Tierra cuatro veces en periodos un tanto dispares: 105,5 años entre dos tránsitos, 8 entre los dos siguientes y, por último, 121,5 años. La última vez que el fenómeno pudo observarse desde la Tierra fue en 2004 y la próxima vez no será hasta 2117. Los afortunados que se encuentren en Estados Unidos, Hawái y Alaska podrán ver en directo el evento de manera completa (dura siete horas). Para el resto, menos afortunados, la NASA habilitará una web para contemplar on-line las mejores vistas.
La observación de Venus ha sido una excelente oportunidad para conocer el sistema solar. En una época en la que la óptica era muy rudimentaria, observar y comparar los diferentes ángulos de aparición del planeta respecto a un punto representaba una ocasión sin igual para triangular y obtener su distancia a la Tierra. Durante el siglo XVIII se impulsaron dos grandes expediciones para observar los tránsitos. En 1760, el explorador James Cook fue enviado a Tahití con el propósito de hacer unas observaciones que fueron infructuosas hasta la aparición de la fotografía.