Viaje a la Antártida desde Granada


CET – El Mundo

EXPOSICIÓN EN EL PARQUE DE LAS CIENCIAS

GRANADA.- Un viaje a la Antártida sin salir de Granada y en verano. Una expedición que permite conocer lo que comen los pingüinos, buscar meteoritos en una inmensa llanura de hielo o sentir el intenso frío que hace en el verano del Polo Sur.

El Parque de las Ciencias de Granada ofrece, hasta el 31 de marzo de 2009, un billete para este desafío que recorre más de 2.000 metros cuadrados y que tiene como objetivo acercar el continente blanco a todos aquellos que no lo conocen, y a la vez incentivar vocaciones científicas destinadas al mundo de los hielos.

La muestra, la mayor que se ha organizado en Europa sobre la Antártida, cuenta con más de 400 piezas singulares que no sólo recrean los escenarios en los que trabajan los investigadores, sino que permiten oler y sentir una tierra a 12.193 kilómetros de la ciudad de la Alhambra.

Se trata de una coproducción con el Museo de Historia Natural de Londres, que ya la tuvo en sus salas, pero a la que se ha sumado la intensa colaboración de 40 instituciones. El director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, recordaba durante su inauguración «lo importante que es la Antártida para el conocimiento de lo que hoy ocurre en el planeta».

Nada más iniciar este viaje, unos expositores nos muestran las diferencias de fauna y flora entre los dos polos de la Tierra, para adentrarnos, sin necesidad de pasaporte, en la historia de las exploraciones antárticas del siglo XIX (por cierto, la primera de carácter científico fue en 1898). Entre las piezas reseñables: el anteojo que utilizó Alejandro Malaespina a finales del XVIII, cuando alcanzó las tierras de Alaska.

En la siguiente etapa ya se siente el frío polar. Se trata de la primera prueba para ser un buen científico, pues todo el recorrido está marcado por misiones que hay que superar. En Granada, la sala a 10º C bajo cero es un examen duro cuando se llega con vestimenta estival.

La expedición puede continuar en casa, a través de la web del Parque de las Ciencias, por lo que hay que conservar el billete. Víctor Costa, coordinador científico de la exposición, explica que el sentido de estos juegos está en que «los británicos quieren fomentar las vocaciones científicas entre los jóvenes». Algo que tampoco viene mal en España.

Numerosos paneles explican las diferencias de biodiversidad entre los polos. «En la Antártida el 70% son invertebrados y el 25% plácton. Mamíferos sólo son el 5%. Además, allí los animales llegan a ser hasta 25 veces más grandes porque con el frío son más longevos, no hay grandes depredadores y tienen más oxígeno», añade Costa.

Pero para vivir en una base científica, no sólo hay que soportar el frío o saber que hace 300 millones de años era un lugar cálido; también hay que acostumbrarse al olor de los animales (el de los pingüinos es horrible) y conocer qué comen, objetivo de otro de los módulos de la muestra.

En Granada, además, se puede visitar una vivienda similar a las que utilizan los investigadores y ver las tiendas e iglúes que montan en sus desplazamientos temporales, así como los medios de transporte. Gran parte de este material lo han cedido las Fuerzas Armadas.

Incluso hay un iceberg. «Con el calor de Granada, se deshace en cuatro días», comentaba un gracioso. Pero no será así. Está refrigerado para evitar su deshielo porque deberá seguir viaje a Canadá, próxima parada de la exposición. Los chavales, seguramente, se sentirán atraídos por los módulos en los que pueden bucear bajo el hielo, virtualmente, o buscar meteoritos en una moto de nieve.

Jesús Ibáñez, un investigador que visita la base Gabriel de Castilla todos los años, aseguraba que no son tan aventureros como los pintan: «Yo me dedico a estudiar volcanes y terremotos. Somos sólo científicos que están en un lugar privilegiado», explicaba.

Margarita Yela, presidenta del Comité del Año Polar Internacional, declaraba a elmundo.es que el balance de esta conmemoración está siendo positivo: «Se ha hecho la I Campaña Ártica, ha habido una gran difusión sobre los polos y contamos con más fondos para investigar. Además, ahora tenemos esta exposición. Estamos contentos», aseguraba.

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